Corrupción y pugnas entre facciones agravan la tragedia en Turquía y Siria

Mientras jefes de Estado, organizaciones no gubernamentales, Iglesias y voluntarios brindan su apoyo a los sobrevivientes del terremoto, oportunistas y estafadores lucran con el dolor. El presidente turco Erdogan va contra constructoras venales, pero oculta responsabilidad del Gobierno

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El terremoto de magnitud 7.8 en Turquía y el norte de Siria, ocurrido el 6 de febrero, volvió a mostrar las dos caras del género humano. Los 50 mil 325 muertos contabilizados entre ambas naciones, según un balance compilado por la agencia de noticias AFP, no bastaron para que los buitres contuvieran su apetito. El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan —con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina— inició una caza de brujas contra empresas de la construcción corruptas. Al mismo tiempo reparte promesas de una pronta recuperación para encubrir, según analistas, unas leyes laxas que facilitaron la edificación de inmuebles sin cumplir las normas de construcción.

Más de medio millón de apartamentos, distribuidos en 160 mil edificios, y 150 mil locales comerciales colapsaron o sufrieron graves daños, de acuerdo con cifras de la oficina de Gestión de Desastres y Emergencias turca (AFAD por sus siglas en inglés). Ochocientas sesenta y cinco mil personas viven en tiendas de campaña y 23 mil 500 en casas-contenedores. Otras 376 mil víctimas se han ubicado en residencias de estudiantes y pensiones públicas.

«Creo que es el peor desastre natural que he visto y también es la respuesta internacional más extraordinaria»

Martin Griffiths, coordinador del Socorro de Emergencia de NU

Suleyman Soylu, ministro del Interior, dijo que ya se preparan otras 313 mil tiendas de campaña y se prevé la instalación de 100 mil casas-contenedor en la zona del terremoto. Naciones Unidas (UN) advierte que, tras el sismo, más de 800 mil personas sufren escasez de comida y no descarta que, con la carestía in crescendo, el número de fallecidos se duplique.

«Es tiempo de compasión, es tiempo de solidaridad. Basta ya de odio, basta de divisiones que llevan a la autodestrucción de la humanidad. En el dolor, unámonos, ayudemos a quienes sufren en Turquía y Siria, construyamos la paz y la fraternidad en el mundo»

 Papa Francisco

Mientras tanto, las labores de ayuda humanitaria se dificultan por el incremento de la violencia en las localidades afectadas. El 11 de febrero un grupo de rescatistas alemanes y el ejército austríaco detuvieron sus operaciones debido a enfrentamientos entre grupos no identificados en la provincia de Hatay. «La agresión crece entre facciones en Turquía», declaró el teniente coronel austriaco Pierre Kugelweis. Lo peor es que la inseguridad se hará más notable a medida que disminuye el suministro de alimentos.

Desastre y corrupción

El terremoto desplomó miles de edificios. Muchos no cumplían las medidas de seguridad requeridas, de acuerdo con expertos en ingeniería. El hecho genera dudas acerca de si el impacto del desastre natural fue mayor por negligencias y descuidos humanos. El Gobierno de Turquía investiga a contratistas para deslindar responsabilidades. Hasta el momento se han identificado 564 sospechosos, 160 de los cuales ya fueron detenidos, informó Suleyman Soylu.

«Nuestras ciudades se construirán en los lugares adecuados, nuestros hijos vivirán en ciudades más sólidas. Sabemos a qué tipo de prueba nos enfrentamos, y saldremos de esta más fuertes», declaró a la emisora estatal TRT Haber.

El problema es que muchos consideran que los castigos a contratistas deshonestos no son más que una forma de desviar la culpa que el Gobierno de Erdogan tiene en la tragedia. Expertos ven en la corrupción del país y las políticas gubernamentales que permitieron las amnistías para muchos de esos mismos contratistas, dos factores fundamentales que influyeron en la edificación irregular y posterior proliferación de los inmuebles siniestrados.

Los códigos de edificación modernos fueron aprobados a fines de la década de 1990, se revisaron en 2007 y se actualizaron en 2018. La normativa turca en materia de construcción prevé que se utilice hormigón de alta calidad, reforzado con barras de acero acanaladas. Los pilares y las vigas deben poder absorber el impacto de los temblores. Durante el seísmo, en cambio, las columnas cedieron y los pisos colapsaron uno encima del otro.

«Debe haber adherencia entre el hormigón y las barras de acero y también un refuerzo de transferencia adecuado», las columnas habrían sobrevivido intactas y el daño se habría limitado a las vigas, explicó Mustafa Erdik, uno de los principales especialistas en ingeniería sísmica de Turquía.

En su momento se justificó el descuido en las normas de construcción por la necesidad de fomentar el auge inmobiliario, incluso en regiones propensas a terremotos. «Las leyes están bien redactadas, pero no las aplicamos. Ese es nuestro mayor problema», señaló Pelin Pinar Giritlioglu, presidente de la representación en Estambul de la Unión de Cámaras de Ingenieros y Arquitectos Turcos.

Política y destino

Las órdenes de arresto contra los propietarios y directivos de las empresas constructoras se emiten cuando falta menos de cuatro meses para las elecciones presidenciales de Turquía, programadas para el 18 de junio próximo. Por primera vez tras 20 años en el poder (entre 2003 y 2014 fungió como primer ministro), la permanencia de Erdogan al frente del país, no parece sólida.

«Estas cosas siempre han sucedido. Es parte del plan del destino»

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía

Incluso antes del terremoto los sondeos de opinión mostraban al líder turco bajo una presión sin precedentes por la crisis del coste de la vida en la nación persa. Tras el sismo, su posición parece haber empeorado. En algunos sectores, los supervivientes denuncian desinterés del Gobierno por regiones donde los partidos opositores tienen mucho apoyo. En un recorrido por Adiyaman, provincia del sureste turco y favorable al partido del presidente, Erdogan tuvo que pedir perdón por la demora en la llegada de la ayuda. «Debido a los efectos destructivos de los temblores y las condiciones de tiempo desfavorables, durante los primeros días no llevamos a cabo los trabajos en Adiyaman con la eficiencia deseada. Pido perdón por eso», expresó.

Erdogan dio por sentado que su Gobierno hará lo que necesario para preparar a todas las ciudades del país ante posibles afectaciones por futuros desastres y acelerar los proyectos de transformación urbana. «No podemos permitir que nuestras ciudades, que han albergado miles de años de civilizaciones, y donde hemos vivido en fraternidad durante milenios, sufran un cambio estructural. Protegen sus ciudades, nunca abandonen definitivamente su patria ancestral. Haremos y daremos una mejor, hermosa, segura y nueva para cada casa destruida», aseveró.

Sin embargo, la retórica no opaca el hecho de que, si bien admitió inicialmente deficiencias en la respuesta de las autoridades, a la postre prefirió minimizar la gravedad de la tragedia y culpar al designio divino. «Estas cosas siempre han sucedido. Es parte del plan del destino», afirmó el presidente.

Estafas y oportunismo

La Media Luna Roja turca está bajo el escrutinio público luego que el diario Cumhuriyet revelara que una empresa textil asociada al organismo humanitario había vendido 2 mil 050 tiendas a la ONG privada Ahbap —que enviaba equipos y material a los supervivientes— por 2.3 millones de euros.

El presidente del movimiento, Kerem Kinik, salió rápidamente a defender la transacción. Adujo que la venta había sido a precio de fabricación y no representaba un movimiento ilegal. «La cooperación de la Media Luna Roja con Ahbap resulta moral, razonable y ética», argumentó vía Twitter.

Las explicaciones no satisficieron a la comunidad. Al contrario, levantaron una oleada de críticas contra la organización humanitaria. «La mayor organización caritativa en Turquía, la Media Luna Roja, vendió tiendas de campaña en lugar de distribuirlas de manera gratuita a aquellos que las necesitaban y lo hizo en un momento en que la gente las suplicaba tres días después del sismo. Es un escándalo», aseguró el periodista de Cumhuriyet, Murat Agirel.

En internet, mientras tanto, estafadores aprovechan la desgracia de las poblaciones turca y siria e intentan engañar a la gente para que haga donaciones que terminan en cuentas personales. Usuarios de TikTok publican fotos de comunidades devastadas o imágenes en bucle que muestran las labores de rescate, al tiempo que piden cooperación financiera para socorrer a los sobrevivientes. Los pies de foto suelen emplear frases como «Ayudemos a Turquía», «Recemos por Turquía» o «Dona para las víctimas del terremoto».

Una vez que algún internauta aporta dinero, los estafadores no lo envían a ninguna organización benéfica. En su lugar, lo depositan en sus propias cuentas de PayPal o carteras de criptomonedas.

Solidaridad mundial

A juicio de Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de Naciones Unidas, el terremoto es «el peor evento en 100 años en esta región». Sin embargo, durante su visita a la provincia turca de Kahramanmaras, destacó la ayuda que se ha recibido desde diferentes regiones y Gobiernos del mundo. «Es la respuesta internacional más extraordinaria», declaró.

Al mismo tiempo, exhortó a hacer a un lado la política local para favorecer a las víctimas. En este sentido, destacó la reapertura del cruce fronterizo entre Turquía y Armenia, por primera vez en 35 años, para permitir el flujo de la ayuda humanitaria. De igual modo, el Gobierno de Turquía puso en marcha un plan temporal de apoyo salarial y prohibió los despidos en 10 ciudades para proteger a trabajadores y empresas del impacto financiero causado por el terremoto.

En Siria, brigadas de socorristas de Irán, Irak, Jordania y Venezuela se han hecho presentes en las áreas controladas por el Gobierno. Por su parte, Damasco otorgó permisos especiales para que se envíe ayuda internacional a las víctimas en las zonas controladas por los rebeldes.

El Papa Francisco ha hecho varios llamamientos a la comunidad internacional para que envíe recursos y suministros, así como personal capacitado para lidiar con las contingencias y así auxiliar a heridos y desplazados. «Es tiempo de compasión, es tiempo de solidaridad. Basta ya de odio, basta de divisiones que llevan a la autodestrucción de la humanidad. En el dolor, unámonos, ayudemos a quienes sufren en Turquía y Siria, construyamos la paz y la fraternidad en el mundo», dijo.

Siria en ascuas

Cual si 12 años de guerra civil no fueran suficiente, el pueblo sirio también fue víctima del terremoto en la zona norte de su país que, para más inri, es objeto de disputa por facciones rivales. La cifra de muertos a causa del desastre natural asciende a 3 mil 500 y NU estima que al menos 10.9 millones de sirios en varias provincias se han visto afectados.

«El nivel de destrucción dentro de Siria también es muy grande. Ciudades enteras, barrios enteros se han venido abajo, cientos de casas están colapsadas, lo que lleva a miles de personas a estar en la calle», comenta Francisco Otero y Villar, coordinador general de Médicos Sin Fronteras (MSF) para Siria.

Las labores de ayuda se ven entorpecidas porque parte del área sacudida por los terremotos está bajo control de la oposición y otra del Gobierno. En el caso de MSF, por ejemplo, solo puede trabajar en las zonas controladas por la oposición pues, contra toda lógica, el presidente Bashar al Asad les ha negado la autorización para entrar a los territorios bajo su dominio. Tal es el caso de la ciudad de Alepo, devastada por la guerra, y donde se calculan al menos 400 muertos a causa del sismo. E4

Los terremotos más potentes en AL

PaísFechaMagnitud
Chile22 de mayo de 19609.5
Chile13 de agosto de 1868 9.0
Chile27 de febrero de 20108.8
Ecuador31 de enero de 1906 8.8
Chile8 de julio de 17308.7
Fuente: BBC

…y más mortíferos

PaísFechaMagnitudVíctimas mortales
Haití 12 de enero de 20107.0316 mil
Perú31 de mayo de 19707.866 mil
Chile25 de enero de 19397.824 mil
Guatemala4 de febrero de 19767.523 mil
Nicaragua23 de diciembre de 19726.2 10 mil
Fuente: BBC

Misión Rescate: México ayuda con recursos humanos y económicos

México conoce muy bien lo que es sufrir un terremoto. De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional, hasta agosto del 2021 se habían reportado mil 969 sismos en el país, todos con magnitud igual o superior a 3.5 grados en escala de magnitud.

Entre los más recientes destacan los del 7 y 19 de septiembre de 2017, de magnitud 8.2 y 7.1 respectivamente, que sacudieron a Oaxaca y Ciudad de México, cobrando la vida de, al menos, 369 personas.

Sin embargo, mención especial siempre tendrá el ocurrido el 19 de septiembre de 1985, con una magnitud de 8.1, considerado el más devastador. El número preciso de fallecidos, heridos y daños materiales nunca se ha conocido con exactitud. Las cifras oficiales reportaron 3 mil 192 víctimas mortales, pero algunas organizaciones informaron sobre más de 20 mil.

Con estas experiencias, no es de extrañar que México fuera uno de los primeros en brindar su ayuda a los países afectados. «Se actuó muy rápido precisamente porque es eficaz la Fuerza Aérea Mexicana. Se tienen los aviones y las Fuerzas Armadas, en este caso la Secretaría de Marina, la Secretaría de la Defensa, la Cruz Roja, y fuimos de los primeros países en llegar a Turquía», subrayó el presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia matutina del 10 de febrero.

Desde el aeropuerto Felipe Ángeles viajó a Turquía un avión con 100 toneladas de ayuda humanitaria. Entre los insumos se encontraban alimentos, cobijas, colchonetas, casas de campaña, generadores de luz, instrumentos médicos, artículos de higiene personal y ropa.

Asimismo, se envió un equipo —denominado Misión Rescate— integrado por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Cruz Roja y la Secretaría de Relaciones Exteriores.

El embajador de México en Turquía, José Luis Martínez y Hernández, recibió al equipo y destacó que «el corazón del equipo son los binomios caninos, son 16 especialmente entrenados para lo que en este momento es la emergencia […] el rescate de personas», enfatizó. Parte de estos binomios era Proteo, un perro que falleció tras un derrumbe mientras cumplía con su labor.

Los equipos mexicanos han rescatado al menos a cuatro personas, recuperado 29 cuerpos y atendido a 72 lesionados. Además, México donó a través de NU seis millones de dólares para apoyar en los trabajos de reconstrucción. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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