La auténtica libertad es liberarse de la opinión de los demás.
Paulo Coelho
Como no somos poseedores de abono, seguro podemos opinar sin ser rechazados con miradas que matan, aunque hoy mismo la tecnología te evita pensar en ti y además «habilita» a muchos que, con solo escribir, como quiera que sea, ya son periodistas, aunque no siempre sean dueños del conocimiento básico y de una buena ortografía. Algunos se creen una especie de profeta civil.
En este ambiente, los mejores son aquellos que con certeza saben que pase lo que pase, tendremos que vivir con nosotros mismos y en este tiempo se debe evitar el periodismo de insulto y sarcasmo, porque las palabras son poderosas y sin temor a equivocarse, mucha gente no entiende algunos términos, ni gusta que le incluyan textos donde hay ideas arriba de su cultura. No todo mundo lee los mismos libros y por ello la tecnología está tratando de apoderarse de todo.
Dante Elizalde es un dirigente joven, un profesionista en desarrollo que maneja términos propios de su academicismo tales como «autosustentabilidad» (que es capaz de sostenerse por sí mismo). ¿Cuánta gente del pueblo podrá entender la palabreja? Entonces, el asunto es entrar a un diálogo en otros términos, más sencillos. Sus metas parecen claras, pero antes no habló, tardó mucho en hacerlo. Ahora lo hace y se va de largo en el tema de abonos y de «verdadera afición».
Esto ha traído un enojo y Elizalde muestra que necesita de un asesor, para hablar en su momento, con las palabras adecuadas, de frente y claro. En la presentación en lo oscuro de Domínguez (para evitarse preguntas curiosas) mostró lo contrario. La autocrítica debe ser clara y detallada. Respetar la opinión pública es una necesidad como la del líder que cultiva imágenes.
Dante, es un muchacho capitalino y los laguneros somos diferentes, tal vez tiene la preparación académica en derecho como para ser el fiscal de «La ley y el orden» o ser un moderno Perry Mason, pero en el futbol se precisa de otra sensibilidad al vivir con un pueblo ilusionado con su equipo, que tiene la esperanza como el peor de sus males, pues le prolonga su tormento. Nuestra gente sabe que el destino está hecho de momentos felices siempre, pero no de épocas felices.
Esta afición ha visto pasar ríos de gente, desde Armendáriz, los González, Café, De la Rosa, Chope, Choque, Romo, Lupe, Pedro, etcétera. Pasaron tiempos de angustia con idas y venidas hasta que los chicos de la TV hicieron himnos de dolor con «Don’t go» con Beto Corral dirigiendo las cámaras y las ideas. Luego vino el cambio y la gloria con los Adomaitis, Apud, Galindo, Ludueña, Oswaldo y desde luego Pony con Borgetti, entre muchos otros héroes de liguillas, amores y campeonatos.
Muchos fans tienen una imaginación que les permite sobrevivir. «Su» Santos es como la luz que escribe el testamento del pirata. Ama a su modo y es leal. No necesita de abonos para querer a sus colores y ser mejores. El cariño de esta afición es la vida, es una calle de un solo sentido.