Mucho se ha criticado y presentado quejas mediante memes sobre la «cuota de inclusión» que algunas plataformas han abonado a su barra de contenido, tal es el caso de Netflix, donde sus producciones se caracterizan por tener a una persona de origen étnico, un miembro de la comunidad LGBT+ o una persona con discapacidad.
Antes de seguir, hablemos de ¿qué es inclusión? Porque podemos tener una idea, pero para que nos quede más claro, la inclusión es lograr que todos los individuos o grupos sociales puedan tener las mismas posibilidades y oportunidades para realizarse como individuos independientemente de sus características, habilidades, discapacidad, cultura o necesidades de atención médica. Podemos hablar de inclusión de personas negras o indígenas; mujeres o personas migrantes; entre otras.
En el mundo del cine, la inclusión se hace presente. Mucho tiene que ver la propia presión de la audiencia. Por ejemplo, año tras año se le había exigido a la Academia (la encargada de los Óscares) que estos galardones presentaran una mayor diversidad, y la Academia no respondía. Dirían las abuelas: «Se hacía la que no escuchaba».
Pero las consecuencias llegaron en 2015, cuando se creó el famoso hashtag #OscarsSoWhite (Oscars tan blancos) en un momento en que los miembros de la Academia eran 92% blancos, de los cuales 75% eran hombres. Para la edición de 2016 se repitió la situación de que ¡todas! las personas nominadas en categorías de actuación eran personas blancas, generando una petición de boicot por parte de destacadas personalidades de la industria.
Después, en 2017, consiguieron convertir lo que debía haber supuesto un momento de redención, al premiar a Moonlight (una película centrada en un personaje gay afroamericano) en un confuso sainete al anunciar a La La Land como la triunfadora, ¿se acuerdan? En 2019 no hubo presentador para la gala por los tweets homófobos del presentador que habían escogido. En 2020, edición en la que premiaron por primera vez un largometraje extranjero como Mejor Película, las nominaciones a la mejor dirección no contaron con ninguna mujer por segundo año consecutivo.
¿Qué pasa en el caso de la mujer en el cine? Ante la pantalla y en la dualidad simplificada hombre-mujer, de las 100 películas más taquilleras en Estados Unidos en 2019, el 66% de los personajes con diálogo o nombre eran hombres y un 34% mujeres. Sólo 14 títulos presentaban un elenco equitativo.
La realidad es que la industria audiovisual es utilizada como vehículo para propagandas ideológicas, y los personajes clásicos deben sucumbir para mostrar identidades distintas en los remakes y, de esta manera, todos vean que la personalidad de ese personaje se adecúa a la agenda actual de diversidad.
Si quieres lanzar el mensaje de que las minorías pueden hacer todo lo que haga cualquier otra persona, lo lógico es que también apuestes por ellos para que construyan sus propias franquicias. Aplausos y comentarios positivos de la opinión pública ha recibido Marvel por la incorporación de Tenoch Huerta con un personaje dentro de la nueva película de Black Panther: Wakanda forever.
Un cambio genuino en la sociedad requiere años, además de una forma ordenada y bien diseñada para lograrlo. Sin olvidarnos de la verosimilitud de las historias para no sentir que las películas nos están dando sermones todo el tiempo, separando a héroes y villanos por identidad.
La ficción tiene la responsabilidad de actuar y para ello necesita ampliar su propia diversidad, incluir una pluralidad de voces y fomentar que éstas tengan espacio tanto en el escenario como detrás del telón, donde producen las historias. La realidad no se reduce a un problema estadístico, sino que se extiende al aspecto de las ficciones que creamos y las sociedades que construimos. Ahora sí, pásame las palomitas para ver películas más inclusivas.