Volveré sobre los demonios de la noche
y te salvaré de lo dura que es la vida
atravesaremos el espejo guardado en los cajones de la nada
y tu cuerpo será mi estandarte.
Una medalla; olvidarás mi nombre
aún escrito sobre piedra y oculto en el cofre de oro,
la noche será fría y las fieras llamarán a tu puerta.
Qué terrible es la madrugada,
tus manos se endurecen
y tu voz se pierde con los ruidos de animales heridos.
Una música gélida viene de nuestros pasos
y los pájaros nos vigilan
parados sobre el espejo que estuvo guardado
en los cajones de la nada.