Eclipse solar total en México, entre el mercantilismo y el interés científico

La colaboración entre investigadores de México y otros países permitirá saber más acerca del fenómeno. Torreón y Mazatlán figuran entre las ciudades donde el suceso se apreciará mejor

El eclipse

Nunca antes un eclipse acaparó tanto los reflectores en México como el que tendrá lugar el 8 de abril. El anuncio del fenómeno astronómico rompe momentáneamente con la monotonía de las críticas al Gobierno, las discusiones por los estragos de la violencia y le pone pausa —sino oficial, al menos en el sentir ciudadano— a la campaña electoral con sus diatribas y acusaciones interpartidistas. El tema insufla aires nuevos a una sociedad viciada por los debates políticos y ubica a México en primera plana ante los ojos de la comunidad internacional por un privilegio que pocas naciones pueden presumir.

El eclipse no solo aportará datos científicos valiosos. De camino le dará un espaldarazo a la economía local, donde los sectores hoteleros, restauranteros y comercio minorista esperan verse beneficiados con la afluencia de público en una temporada que suele ser baja para sus negocios. La región norte del país será la más favorecida, tanto por el turismo nacional como foráneo.

«Esta visita nos permite establecer una colaboración muy profunda con la ciudad de Torreón, con La Laguna y con la comunidad, estamos aquí muy emocionados de parte del Exploratorium Mi Museo y la NASA para llevar una transmisión en vivo a millones de personas del eclipse solar total».

Isabel Hawkins, astrónoma de la NASA

De acuerdo con expertos del Departamento de Ciencias Espaciales de la Universidad Autónoma de México (UNAM), el eclipse solar total del 8 de abril comenzará en el océano Pacífico Sur, a las 9:51 horas (Centro de México) y atravesará nuestro país, específicamente por los estados de Durango, Coahuila, Nayarit y Sinaloa para luego seguir hacia el este de Estados Unidos, Canadá y finalizar en el Océano Atlántico. Los investigadores aseguran que su capa externa, llamada corona solar, será más visible que el de su homólogo de 2017 y también durará dos minutos más (4:30 en total).

Gregory Schmidt, científico de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), señala que Mazatlán, Sinaloa, será el mejor lugar del mundo para presenciarlo. El resto del país verá entre 60% y 90% de la penumbra. Los países de Centroamérica apreciarán entre 20% y 40% del fenómeno. En Estados Unidos, el eclipse será total en varios estados desde el sur hasta el noreste.

Gracias a su recorrido y el interés que ha despertado a nivel mundial, se espera que este fenómeno astronómico supere en atención a sus predecesores. Tan solo en Estados Unidos, alrededor de 31 millones de habitantes podrán presenciarlo sin necesidad de trasladarse de sus hogares, más del doble de la cantidad de personas que pudieron ver el último evento.

El interés generado no es en vano. Basta decir que después de este eclipse total, los observadores no podrán ver otro similar hasta 2044 y, «no se repetirá en esta zona hasta dentro de 300 años», afirmó Schmidt.

Impulso al turismo

La industria del turismo se prepara para sacarle partido al eclipse. La página web Great American Eclipse estima que 1 de cada 4 ciudadanos estadounidenses viajará en el momento del fenómeno para permanecer dentro de su recorrido. Los hoteles ya tomaron medidas con el fin de tener la mayor cantidad de habitaciones disponibles en la fecha del eclipse, y los agentes de viajes buscan opciones en la modalidad Airbnb para los viajeros que no alcancen habitación. Texas incluso organizará el espectáculo musical «Eclipse Festival» que se extenderá por cinco días durante la semana del evento astronómico, y contará, además, con experiencias espaciales y charlas dirigidas por profesionales de la NASA, Blue Origin y SpaceX.

México no se queda atrás. Tan solo en Torreón se espera la visita de 50 mil turistas. José Luna Riojas, coordinador de Regulación y Fomento Sanitario, enfatizó la importancia de que los establecimientos que ofrecen servicios de hospedaje, preparación y suministro de alimentos, así como áreas de alberca, mantengan altos estándares de limpieza y orden. Es fundamental que estén libres de fauna nociva y objetos innecesarios o en desuso. Además, es necesario que cuenten con sistemas efectivos de desinfección del agua, así como cisternas, tanques o tinacos adecuadamente desinfectados.

Francisco Martínez Lombas, presidente de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) Torreón, informó que las aproximadamente tres mil habitaciones disponibles en la región están reservadas al máximo de su capacidad. Además, los vuelos para el 7 de abril, un día previo al fenómeno astronómico, así como para la noche del 8, se encuentran completamente agotados, ya que muchos visitantes planean abandonar la ciudad después del evento.

En Durango, el gobernador Esteban Villegas Villarreal aseguró contar con una estrategia integral para aprovechar el impulso provocado por el eclipse. «Tenemos muchas cosas y haremos una estrategia para que después de esos cuatro minutos del eclipse, se puedan quedar a disfrutar del valle, sierra, climas tropicales y las bellezas arquitectónicas con las que contamos», advirtió.

Por su parte, la secretaria de Turismo en el estado, Elisa Haro Ruíz, detalló que se espera una derrama económica de 500 millones de pesos. Mientras que la astrofísica Tania Arguijo, presidenta del Comité Ruta Eclipse 2023-2024, comentó que se recibirá a personal de la NASA, National Geographic (NatGeo), Discovery, Cazadores de Eclipses, científicos, turismo internacional y otras agencias espaciales.

Una astrónoma de la NASA que ya visitó la Comarca Lagunera como parte de la comitiva que arribará al Planetarium Torreón —sede de la transmisión mundial de la agencia espacial— fue Isabel Hawkins. La científica celebró la posibilidad de estrechar lazos con la comunidad. «Esta visita nos permite establecer una colaboración muy profunda con la ciudad de Torreón, con La Laguna y con la comunidad, estamos aquí muy emocionados de parte del Exploratorium Mi Museo y la NASA para llevar una transmisión en vivo a millones de personas del eclipse solar total», apuntó.

El equipo de comunicación opera en la sala Coecyt con el nuevo telescopio equipado con una lente de 10 pulgadas, diseñado para capturar imágenes nítidas del evento. «Aquí tenemos la suerte de tener un telescopio realmente que es una joya, un telescopio de 10 pulgadas de apertura que vamos a utilizar conectando nuestros equipos de transmisión en vivo para vía satélite, se va a mandar la transmisión desde Torreón para millones de personas a través de todo el mundo. La transmisión va a ser en vivo y lo vamos a empezar a cubrir el eclipse desde la parte parcial, a través de la totalidad y hasta que se complete del otro lado, la otra parte parcial cuando la luna se está alejando del sol», mencionó Hawkins.

La astrónoma explicó que se emplearán tres equipos en colaboración binacional. Uno estará ubicado en Torreón para capturar las mejores imágenes del fenómeno, mientras que los otros dos se situarán en Jackson, Texas, encargados de la retransmisión de programas educativos. Habrá uno en español y otro en inglés. «Esa transmisión va a ayudarnos para hacerla educativa, explicar que es un eclipse, cómo la NASA estudia el sol, cómo utilizamos satélites para entender el impacto de nuestro astro en la tierra y en nuestros sistemas de comunicación, en las exploración que hacen los astronautas porque el sol es muy dinámico, muy magnético y tenemos que entender cómo funciona para poder proteger nuestros sistemas, entonces todo eso vamos a explicar a través de las imágenes que vamos a sacar únicas desde aquí desde Torreón”, compartió.

México privilegiado

Si de eclipses solares se trata, México es sin duda un país privilegiado para observarlos. El catálogo del sitio web oficial de eclipses de la NASA registra 13 de estos fenómenos astronómicos —en cualquiera de sus cuatro variantes— que pudieron ser presenciados desde territorio nacional a partir del siglo XX.

El primero de ellos fue el eclipse anular del 22 de noviembre de 1919, que inició a las 5:45 horas y terminó a las 7:59 horas. En nuestro país se mostró de manera parcial, pero en algunos países de África pudo distinguirse el famoso «aro de fuego». De acuerdo con información de la NASA, se trata del eclipse solar más extenso desde el 5 de enero de 1647.

Otro anular ocurrió el 7 de abril de 1940, y fue especialmente visible al norte de México. Constituyó parte de lo que los científicos califican como ciclo Solar Saros 128, los cuales incluyen un total de 73 eclipses cuya característica particular es que ocurren en intervalos de 18 años y 11 días.

De 1960 a 1969, México resultó ser un lugar muy favorecido por este evento pues se apreciaron —aunque de manera parcial— cinco eclipses: el 29 de septiembre de 1960, el 20 de julio de 1963, el 30 de mayo de 1965, el 12 de noviembre de 1968 y el 11 de septiembre de 1969.

No obstante, fue el 7 de marzo de 1970 cuando Oaxaca se convirtió en sede para atestiguar un eclipse total de sol. El fenómeno ocurrió en el Istmo de Tehuantepec y tuvo especial visibilidad en la localidad de Miahuatlán. Este pequeño poblado, hasta entonces casi desconocido, se convirtió de pronto en la capital científica del mundo pues albergó a investigadores y analistas de decenas de naciones y sirvió como escenario para poner en funcionamiento, por primera vez, novedosos equipos astronómicos.

Tendrían que transcurrir más de 20 años, para que el 11 de julio de 1991 otro eclipse solar total hiciera escala en nuestro territorio. El evento, que fue visible en 20 estados de la república, inició a las 11:47 horas en La Paz, Baja California, y terminó en Chiapas a las 13:46 horas. Aún es considerado uno de los eclipses totales de sol más largos de los que se tiene registro pues su etapa cumbre se extendió por siete minutos, cuando el promedio de duración de estos fenómenos es de dos o tres minutos e incluso segundos. El surgimiento de una noche en pleno horario diurno provocó en Baja California que la temperatura descendiera abruptamente de 31 a 6 grados.

Otros eclipses parciales que ha sido posible observar en México fueron los del 11 de junio de 2002, el 20 de mayo de 2012 y el 23 de octubre del 2014. El más reciente tuvo lugar el 14 de octubre de 2023. Se trató de un eclipse solar anular que abarcó parte de Estados Unidos, México y varios países de Sudamérica y Centroamérica. E4

Mitos y realidades

Mito: Mirar un eclipse solar directamente no causa daño ocular.

Realidad: Esto es peligroso y falso. Mirar directamente al sol durante un eclipse puede dañar seriamente tus ojos. Se necesita protección adecuada, como gafas especiales o un visor solar certificado.

Mito: Los eclipses solares ocurren solo cuando hay una luna nueva.

Realidad: Aunque la mayoría de los eclipses solares ocurren durante la luna nueva, no todos los eclipses lunares son eclipses solares. La alineación precisa de la Tierra, la Luna y el Sol es necesaria para un eclipse solar.

Mito: Los eclipses solares son eventos extremadamente raros.

Realidad: Los eclipses solares no son tan raros como se podría pensar. Ocurren aproximadamente dos veces al año en algún lugar de la Tierra. Sin embargo, la posibilidad de presenciar un eclipse solar desde un lugar específico es menos frecuente.

Mito: Los eclipses solares son eventos malignos o de mala suerte.

Realidad: En varias culturas, los eclipses solares a menudo se han asociado con supersticiones y mitos negativos, pero en realidad son eventos astronómicos naturales fascinantes y no tienen influencia sobre la suerte o el destino.

Mito: Los animales se comportan de manera extraña durante un eclipse solar.

Realidad: Algunos animales pueden mostrar comportamientos inusuales durante un eclipse solar, como volverse más silenciosos o buscar refugio, pero esto no está universalmente documentado y puede variar según la especie y las condiciones locales.

Tipos de eclipses solares

Total: En un eclipse solar total, la luna cubre completamente el disco solar, creando un oscurecimiento total durante un breve período. Este es el tipo más impresionante de eclipse solar y solo es visible desde una estrecha franja en la superficie de la Tierra.

Parcial: Durante un eclipse solar parcial, la luna cubre solo una parte del disco solar. En este caso, desde la perspectiva de un observador en la Tierra, se verá una porción del sol eclipsada por la luna, pero no será un oscurecimiento total.

Anular: En un eclipse solar anular, la luna está más lejos de la Tierra en su órbita elíptica, lo que la hace parecer más pequeña en el cielo. Cuando la luna pasa frente al sol en esta posición, no cubre completamente el disco solar, dejando un anillo de luz solar alrededor del borde de la luna. Este anillo se llama anillo de fuego.

Híbrido: También conocido como eclipse anular-total, un eclipse solar híbrido es un evento raro en el que un eclipse solar puede ser total en algunas regiones de la Tierra y anular en otras, dependiendo de la posición del observador.


El eclipse

Augusto Monterroso

Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de Los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.

Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.

Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

—Si me matáis —les dijo— puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.

Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.

Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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