Encuestas y ejércitos de robots encienden la carrera presidencial

Las elecciones entraron en una etapa crucial, marcada por el fuego cruzado de pesquisas, desinformación y denuncias ante el INE. Lo que está en juego es la continuidad de la Cuarta Transformación o la vuelta al «statu quo». Los indecisos podrían ser el fiel de la balanza

NYT vs. AMLO: del acoso en línea a la guerra jurídica

El arranque de las campañas presidenciales de Claudia Sheinbaum (Morena-PT-PVEM), Xóchitl Gálvez (PRI-PAN-PRD) y Jorge Álvarez Máynez (MC) en Ciudad de México, Guanajuato y Sonora, respectivamente, el 1 de marzo, refleja cómo se medirán las fuerzas políticas en la recta final del proceso electoral. Además del Ejecutivo federal, el 2 de junio se renovará el Congreso, ocho gubernaturas, una jefatura de Gobierno, 30 legislaturas locales y más de mil 800 alcaldías.

Mientras la favorita Sheinbaum optó por mostrar fuerza en el Zócalo capitalino, el gran bastión de la Cuarta Transformación (4T), Gálvez apostó por el baluarte del PAN, donde gobierna sin interrupción desde 1991. Que Álvarez haya elegido Sonora y no Jalisco o Nuevo León —entidades gobernadas por Movimiento Ciudadano—, muestra lo alejado que estará de la contienda real y por qué, según las encuestas, será el tercer candidato menos votado de la democracia moderna mexicana.

«Estas tendencias que están ahora en Twitter, X, como se llama ahora esta red social, se dan a partir de bots y cuentas diversas donde se muestran errores que se cometen y se siguen manifestando por 500 mil cuentas, demuestra que esto, más que algo orgánico, es algo pagado».

Claudia Sheinbaum

Se estima que la merma de votos que sufrirá el partido naranja con la candidatura de Álvarez (a diferencia del empuje que habría tenido con Samuel García o Luis Donaldo Colosio), se repartirá entre las dos principales coaliciones políticas. En última instancia, esto favorecería a Sheinbaum, quien adelanta a Gálvez por una diferencia de entre 22 y 63 puntos, según los principales sondeos.

 Sin una tercera alternativa fuerte o una segunda vuelta a la cual redirigir el llamado voto útil, como sucede en otros países, el segmento de los indecisos (entre 14% y 17% según diferentes mediciones) será clave. Quizás no para revertir las tendencias, pero sí para cerrar la brecha a un dígito, lo que se leería como un triunfo de la oposición y pondría en aprietos al eventual segundo Gobierno de Morena, sobre todo si no logra mayoría en el Congreso.

Con una lista nominal de casi 100 millones de electores y un 60% de participación (en 2018, fue de 62%), los indecisos representarían alrededor de 10 millones de votos que, sumados al conservadurismo, podrían equilibrar la balanza electoral. La cifra la mencionó el presidente Andrés Manuel López Obrador al referirse a la manifestación del pasado 18 de febrero: «No son los que ayer fueron al Zócalo, esa es una vanguardia, esos son dirigentes, pero los conservadores en México pueden ser 15, 18 millones de personas o ciudadanos».

De ahí que Tatiana Clouthier, coordinadora de voceros de la campaña de Claudia Sheinbaum —y hasta el cierre de esta edición posible candidata a la alcaldía de Monterrey por Morena—, declarara que su principal reto es convencer a los indecisos. «Al día de hoy, con la variable de las encuestas o las preferencias, la doctora (Sheinbaum) tiene un 37% de ese 50% que dice que no cambiaría ya su opinión. Se trata de afianzar su preferencia y que el 14% o el 17% que está todavía indeciso pueda apoyar este proyecto», dijo (El Mañana, 21.02.24).

Según analistas, el grupo de los indecisos está conformado principalmente por «primovotantes» (aquellos de 18 años que que votan por primera vez) y los jóvenes y jóvenes-adultos (19 a 34 años), que en las elecciones presidenciales de 2018 presentaron el nivel de abstencionismo más alto (53%) junto al grupo de 80 años y más (60.8%).

Esto explicaría por qué Gálvez se dice dispuesta no solo a apoyar si no a mejorar el programa de becas «Jóvenes Construyendo Futuro», que AMLO busca elevar a rango constitucional (Espacio 4, 738). No obstante, ni el apoyo total de los indecisos le alcanzaría a la candidata del Frente Amplio por México para revertir la tendencia.

«Salvo los conversos y los militantes, la mayoría de la gente, particularmente los indecisos y no comprometidos políticamente, prefiere no votar por un perdedor. La percepción predefine la decisión (…) Así es que no, no hay visos de una modificación de las perspectivas que apuntan a un triunfo cómodo por parte de Claudia Sheinbaum», escribe Jorge Zepeda Patterson (El País, 14.02.24).

La danza de los sondeos

Pese a que la oposición insiste en que la preferencia electoral a favor de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México es «reversible», todas las encuestas (salvo una de El Financiero) otorgan más de 20 puntos de ventaja a la candidata de Morena.

La «Encuesta de Encuestas» (Poll of Polls) de Oraculus y Grupo Fórmula, que recopila, sistematiza y promedia los resultados de las principales encuestas de intención de voto para presidente, muestra una diferencia de 32 puntos entre Sheinbaum (63%) y Gálvez (31%), en febrero. Jorge Álvarez aparece muy por detrás con 6%, lo que lo convertiría en el tercer candidato menos votado de las últimas tres décadas.

Desde 1994, el tercer lugar de las presidenciales obtuvo siempre una votación de dos dígitos (algunas veces muy cerca del segundo puesto): Cuauhtémoc Cárdenas (PRD), 16% en 1994 y 2000; Roberto Madrazo (PRI), 22% en 2006; Josefina Vázquez Mota (PAN), 25% en 2012; y José Antonio Meade (PRI), 16% en 2018.

«No habíamos visto una elección que no estuviera a tercios, o en la que uno de los tercios, aunque fuera disminuido, fuese tan pequeño (…) En este escenario electoral, el crecimiento de quien hoy tiene más preferencia hace naturalmente una “bajada doble”, como ocurre en los sistemas de segunda vuelta o de balotaje», explica Alfredo Figueroa, exconsejero del Instituto Nacional Electoral (INE) (El País, 18.02.24).

La única encuesta que otorga menos de 20 puntos de diferencia entre las dos principales aspirantes es la de El Financiero de finales de enero, que la redujo de 24 a 17 puntos (Sheinbaum baja de 58% a 53% y Gálvez sube de 34% a 36%, en comparación con diciembre).

«Un resultado que enardeció las esperanzas de muchos partidarios y no pocos columnistas, pues fue interpretada como la señal inequívoca de que habría comenzado, por fin, el punto de quiebre que impediría la victoria de la candidata del partido en el poder (…) ¿Son realistas estas esperanzas? ¿(…) Pueden hacer una diferencia en las quince semanas que restan para la elección? Francamente no. Primero, porque habría que asumir que los datos ofrecidos por El Financiero no coinciden con los del resto de las casas encuestadoras relativamente serias», opina Zepeda.

Por el contrario, la diferencia más grande entre ambas candidatas este año es la de 63 puntos que registra Demotecnia en enero, con 80% para Sheinbaum y 17% para Gálvez (ambas suben 2 puntos desde diciembre). Ese mismo mes, Enkroll marca una diferencia de 32 puntos a favor de la morenista (65%/32%) y Mendoza Blanco & Asociados la amplía a 41 puntos (68%/27%).

Entre enero y febrero, Consulta Mitofsky reduce la diferencia a favor de la morenista de 29 a 28 puntos (61%/33%) y Simo de 43 a 40 (68%/28%), mientras que Berumen la mantiene en 22 puntos (63%/31%, ambas bajan un punto desde enero). Covarrubias y Asociados la ubica en 37 puntos en enero (66%/29%). La más alta preferencia para Jorge Álvarez es la de 11% de El Financiero, en enero, y la más baja de 3%, registrada por Simo en febrero.

Si bien la última medición nacional de Reforma («un diario que nadie acusaría de tener afinidades lopezobradoristas», dice Zepeda) le da a la candidata oficial 25 puntos de diferencia (54%/19%) en noviembre, ésta aumenta 21 puntos en el registro de la intención de voto en Jalisco, en febrero. «El resultado es sorprendente, considerando que no se trata precisamente de un bastión de Morena: la ventaja para la candidata oficial es de 46 puntos, ya con indecisos prorrateados (69% contra 23%)», concluye el columnista.

Ciberguerra sucia

El pasado 21 de febrero, López Obrador exigió al Instituto Nacional Electoral (INE) investigar las acciones al margen de la legalidad emprendidas en las redes sociales con la ayuda de bots bajo el hashtag #NarcoPresidenteAMLO.«El bloque conservador de México está haciendo esa guerra sucia y esto lo debería de investigar el INE», dijo en conferencia de prensa.

Un día antes, Claudia Sheinbaum dio a conocer que Morena alista una denuncia formal ante el INE para que investigue el origen de las cuentas que promueven masivamente hashtags y tendencias negativas en contra suya, de AMLO y hasta de Clara Brugada, candidata del partido guinda a la jefatura de Gobierno de Ciudad de México.

«Estas tendencias que están ahora en Twitter, X, como se llama ahora esta red social, se dan a partir de bots y cuentas diversas donde se muestran errores que se cometen y se siguen manifestando por 500 mil cuentas, demuestra que esto, más que algo orgánico, es algo pagado», dijo.

Sheinbaum se refiere a un hilo en X en el que analista de metadatos Julián Macías Tovar revela que tras estudiar 10 millones de tuits que se han generado con hashtags que vinculan al presidente y a la exjefa de Gobierno con el narco, encontró una serie de errores que se replicaron en más de 500 mil publicaciones.

«De los más de 70K tuits publicados por 5.5K cuentas con el mismo error en un par (de) horas, más de la mitad se publicaron desde Argentina, España y Colombia. Algunas de las cuentas que reciben más RTs del trollcenter son viejas conocidas como Linda_Sofia, Ryo_Hermoso o JJDiazMachuca», agrega el titular del programa Pandemia Digital.

Al ingresar a los perfiles de las cuentas que replican estas tendencias negativas se encontró que varias tenían fotografías de modelos o de mujeres atractivas y que hasta antes de 2024 publicaban tuits eróticos o fotos falsas. Esas publicaciones fueron borradas y ahora solo hay posts en contra del Gobierno.

«Durante las dos últimas semanas se publicaron más de 10 millones de tuits fraudulentos consiguiendo copar durante días lo más alto de tendencias en México», establece el especialista. Tovar detalla además que estas cuentas han replicado artículos periodísticos de ProPublica y de LatinUS que sugieren relaciones de AMLO con el crimen organizado y atacan tanto a Sheinbaum como a Clara Brugada. E4

Lo que está en juego el 2 de junio

Elecciones federales

  • 1 presidente
  • 128 senadores
  • 500 diputados

Elecciones locales

  • 8 Gubernaturas
  • 1 jefe de Gobierno

Chiapas

Guanajuato

Jalisco

Morelos

Puebla

Tabasco

Veracruz

Yucatán

Ciudad de México

31 Congresos locales

(salvo Coahuila)

1,803 alcaldías

(salvo en Durango y Veracruz)

Fechas clave del proceso

  • 1 marzo: arranque de campañas
  • 29 de mayo: finalización de las campañas
  • 7 de abril: 1er debate presidencial
  • 28 de abril: 2do debate presidencial
  • 19 de mayo: 3er debate presidencial
  • 2 de junio: jornada electoral y conteo rápido
  • 8 de junio: finalización del cómputo
  • 1 de octubre: traspaso del poder Ejecutivo

¿Cuánto cuestan las elecciones de 2024?

  • Presupuesto total: 23,757 mdp
  • Financiamiento partidos: 10,444 mdp

¿Cuántos mexicanos pueden votar?

  • Padrón electoral: 99.6 millones
  • Mujeres: 51.1
  • Hombres: 47.4
  • Mexicanos que podrían votar el extranjero: 1.43 millones

NYT vs. AMLO: del acoso en línea a la guerra jurídica

El diario «revela» narco-investigación, la Casa Blanca lo niega

El enfrentamiento entre el periódico The New York Times (NYT) y el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) escaló el pasado 22 de febrero, luego de que el mandatario expusiera un cuestionario que le fue enviado por la reportera Natalie Kitroeff en torno a una supuesta segunda investigación sobre vínculos con el narcotráfico emprendida por el Gobierno de Estados Unidos. La primera, descartada por falta de evidencias, habría estado relacionada con la campaña electoral de 2006; la segunda, negada por la Casa Blanca, con la de 2018.

Entre los puntos del cuestionario, que AMLO desglosó con tono irónico, figura el teléfono personal de la periodista, lo cual fue cuestionado por una reportera en la misma conferencia de prensa y llevó a Youtube a eliminar el video de su plataforma por incumplimiento de sus «políticas sobre acoso y cyberbullying», que prohíben «comportamientos perjudiciales, como las amenazas o el doxing»

«Que los supuestos defensores de la democracia y sus instituciones jueguen a la irresponsabilidad con tal de ganar algunos votos, es lo verdaderamente preocupante».

Jorge Zepeda Paterson, periodista

El doxing es un tipo de acoso en línea que implica la revelación de información personal y privada o sensible, como nombre real, dirección, trabajo, teléfono, fotografías u otros datos identificativos, y su exposición de forma pública, según la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX).

La serie de preguntas fue calificada por el presidente como «amenazante», pues vienen acompañadas de un «ultimátum» que daba hasta las cinco de la tarde del mismo día para incluir las respuestas en un artículo sobre el tema.

Pero más allá de la hora límite, la molestia de AMLO tiene que ver con la capciosidad de las preguntas, pues dan por sentado hechos inexistentes, tergiversan datos y obligan a respuestas comprometedoras que el mandatario supo evitar. Sin embargo, el calificativo de «pasquín inmundo» a un periódico avalado por él mismo cuando investigaba a su antecesor Enrique Peña Nieto (2012-2018) lo dejan mal parado.

«Sin duda, en la reacción del presidente (…) hay un par de exabruptos reprobables. Pero lo verdaderamente delicado es lo otro, una pieza de contenido cuestionable en términos periodísticos y publicada, quiérase o no, en momentos en que afecta los procesos electorales de México y de Estados Unidos. En cierta forma un capítulo de lo que podríamos llamar el newsfare, que con la llamada lawfare, o guerra a través de instrumentos jurídicos, se intenta neutralizar y deslegitimar al Gobierno del cambio», escribe Jorge Zepeda Patterson (Vanguardia, 25.02.24)

Para el analista político el «impacto propagandístico» de la nota no solo es para México si no para EE. UU., pues «fortalece las posiciones de la derecha que pugna por una política de intervención directa bajo el argumento, justamente, de que el Estado mexicano está dominado por los cárteles». Considera además que el NYT intenta «vacunarse contra la debilidad del contenido» aceptando la dificultad de corroborar testimonios y evitando mencionar funcionarios o la Administración de Control de Drogas (DEA), con la que el Gobierno de México ha tenido fuertes tensiones. «Esto es una acción para intimidar a México, y no lo debemos permitir», dijo al respecto excanciller, Marcelo Ebrard (La Jornada, 23.02.24).

Si bien Zepeda cuestiona las respuestas «militantes» de AMLO, concluye: «Sostener la campaña de un #narcopresidente con inversiones millonarias o publicar artículos forzados provocan un enorme daño potencial a la estabilidad del país y sus instituciones. Es altamente irresponsable por parte del NYT o de Claudio X (quien lo ha tuiteado) y sus equivalentes. Que los supuestos defensores de la democracia y sus instituciones jueguen a la irresponsabilidad con tal de ganar algunos votos, es lo verdaderamente preocupante». E4

Argentina, 1977. Periodista, editor y corrector de periódicos mexicanos y argentinos. Estudió Comunicación Social y Corrección Periodística y Editorial en Santa Fe, Argentina. Actualmente es jefe de Redacción de Espacio 4, donde trabaja desde hace más de diez años.

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