(Fragmento)
Tal vez otro día me hubiera puesto a dormir pero cada quien sabe cómo se olvida un suplicio cada uno sabe como sobrellevar la máscara que cae al suelo y se destroza me ha dolido el cuerpo de pronto como si toda la vejez del mundo se me juntara no quise ver el cielo y sus funerales no escuchar músicos con sus demonios dentro me quedé esperando nada más a ver si el tiempo se hundía por sí solo lúgubre luz de las resignaciones rendija de la pérdida y la salvación no me dormí ni apague la lámpara porque el mundo debe vivirse con todas sus piedras y abismos hay un principio en el calabozo de la noche pero lo hay también al quedarse quieto los ojos están aquí y en todas partes igual al péndulo —ese agujero que se traga a la vida— unos y otros como los hombres como las historias que cuentan al hombre y que los hombres cuentan a sus descendientes no me dormí ni apagué la lámpara para decir que había vivido