La polémica organizada por el Instituto Electoral de Coahuila recibe escasa cobertura, pero la discusión por el desempeño de los árbitros la suple con creces. Preguntas «inconvenientes» escandalizan a partidos
Sandra Romandía | Javier Solórzano |
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Periodista de investigación. Cofundadora de Opinión 51, la primera plataforma de columnistas exclusivamente mujeres en México. Ha colaborado como articulista para Letras Libres, El Universal, Milenio y otros medios. Coautora de los libros Narco CDMX y Los 12 mexicanos más pobres. Actualmente es directora editorial de la revista de periodismo de investigación Emeequis. Ganadora de la beca María Moors Cabot, de la Universidad de Columbia. | Periodista desde hace más de 40 años. Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ofrece conferencias y seminarios en universidades y centros de investigación. Actualmente conduce el programa «Mesa de Diálogo», en el Canal del Congreso. En radio es el conductor titular del noticiario matutino de Radio 13. Ha ganado dos veces el Premio Nacional de Periodismo. |
Ni Manolo Jiménez, representante de la Alianza Ciudadana por la Seguridad —PAN, PRI y PRD—; ni Armando Guadiana, abanderado de Morena; ni Ricardo Mejía Berdeja, del PT; ni Evaristo Lenin Pérez, por Rescatemos Coahuila —PVEM y UDC— se imaginaron que el 16 de abril, en el Teatro Nazas de la ciudad de Torreón, donde tuvo lugar el primer debate entre los candidatos a la gubernatura de Coahuila, se iban a enfrentar a una pareja de moderadores que los harían palidecer con cuestionamientos directos y certeros, muy alejados de la mojigatería o pasividad con que se celebraron en años anteriores otros encuentros del mismo tipo, elaborados a modo, para que los contendientes se sintieran a sus anchas y pudieran recitar los discursos que traían preparados.
Leticia Bravo Ostos, consejera presidenta de la Comisión Temporal de Debates del Instituto Electoral de Coahuila (IEC), ya había advertido que los árbitros de ese primer debate no serían «solo simples administradores de tiempo, sino con participación activa en el debate, con la intención de hacerlo más atractivo para la ciudadanía».
Para esta empresa fueron seleccionados los periodistas Javier Solórzano y Sandra Romandía, ambos con amplio dominio de temas político electorales y participaciones previas en este tipo de actividades.
«Compromiso financiero»
De los cuatro aspirantes, sin duda fue el priista Manolo Jiménez quien se sintió menos satisfecho con el formato propuesto por el IEC y admitió sentirse sorprendido porque los moderadores fungieron en cierto momento como entrevistadores.
Su reacción es comprensible si se tiene en cuenta que Sandra Romandía logró acorralarlo al recordarle que él «cuando fue alcalde de Saltillo, dio permisos de construcción a su propia empresa inmobiliaria y mantuvo en la opacidad el padrón de beneficiarios (como secretario de Desarrollo Social)… y al final terminó beneficiando a los empresarios de siempre».
Y más adelante lo fulminó con otra pregunta: «Candidato, de ser gobernador, ¿se compromete a que el dinero no va a quedar en las mismas familias de siempre en Coahuila?».
Manolo Jiménez se mostró titubeante en su respuesta. «Yo lo que propongo en este caso es hacer un Consejo Ciudadano de Viabilidad Financiera (…) para poder decidir y definir qué hacemos con este compromiso financiero que se tiene». Llamar «compromiso financiero» a la deuda de más de 43 mil millones de pesos contraída por el estado, en buena parte mediante el uso de documentos apócrifos durante el sexenio de Humberto Moreira, no lo hizo lucir nada bien.
Por su parte, el exalcalde de Ciudad Acuña, Lenin Pérez, batiéndose en retirada, no solo tildó de desorganizado el debate, sino que amenazó con no asistir al segundo si se manejaba el mismo formato. Por supuesto, sí participó en ese otro. Incluso se presentó en el que organizó previamente la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex), el 19 de abril, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Saltillo, aunque este no se contabiliza de manera oficial por el IEC y donde solo estuvo presente un moderador que no intervino con ningún cuestionamiento.
De cualquier manera, las quejas de los candidatos fueron escuchadas. El encuentro que se llevó a cabo el 1 de mayo, en el Museo del Desierto, en la capital de Coahuila, donde Rosa Ivonne Melgar y Alejandro Cacho desempeñaron el rol de árbitros, quedó muy por debajo en comparación con su edición oficial anterior. La forma le ganó al fondo y los moderadores estuvieron más preocupados por el tiempo de desarrollo del evento que por los temas tratados. Las pocas preguntas que fueron lanzadas a los contendientes políticos, lejos de inquietarlos, les sirvió de pie para manejar a gusto su arenga.
Edomex no se salva
Las mismas críticas le quedan al primer debate efectuado en el Estado de México, el 20 de abril, donde las dos únicas candidatas a la gubernatura de ese estado, Delfina Gómez —Morena, PVEM y PT— y Alejandra del Moral —PAN, PRI y PRD— dejaron mucho que desear en términos de propuestas concretas.
La periodista Ana Paula Ordorica fue la encargada de moderar la discusión y tampoco se salvó de las críticas pues fue acusada de favorecer al PRI. El diputado de Morena, Horacio Duarte, argumentó incluso que una de las preguntas formulada por ella resultó despectiva hacia los pueblos originarios, por lo que la tildó de racista y clasista.
Pobre difusión
Si algo quedó a deber en los debates organizados por el IEC en Coahuila, y que poco o nada se ha señalado en los medios, fue su pobre difusión.
Ambos eventos fueron transmitidos en vivo por las plataformas digitales del IEC y su canal oficial de YouTube (@InstitutoElectoraldeCoahuila) y Facebook. Así también por las redes sociales de Fuerza Informativa Azteca. Se dispuso, además, de una señal satelital para su difusión en estaciones de radio y televisión locales.
Otros medios de comunicación, como Milenio, echaron mano del conocido seguimiento «minuto a minuto» en sus plataformas digitales. Y nada más.
A diferencia de lo que sucedió en 2018, cuando los debates que se efectuaron entre los candidatos a la presidencia de la república fueron transmitidos por los canales de mayor audiencia de los dos grandes emporios televisivos del país —Televisa y TV Azteca—, en esta ocasión ninguna de las dos empresas se mostró interesada. E4