El gobernador electo Manolo Jiménez en días pasados hizo algunas declaraciones en el sentido de que empleará estos meses, antes de su ascenso, para construir lo que será el Plan Estatal de Desarrollo del Estado de Coahuila, cuya obligación normativa debe presentar dentro de los seis meses después de que haya tomado posesión del puesto, y que en su elaboración se plasmarán las propuestas ciudadanas que le harán en los foros de consulta programadas en el territorio estatal.
Obviamente por estos días, como se lo han pedido algunos medios, no tiene sentido mencionar a los posibles funcionarios que formarán su equipo, aún y que tenga algunos en la mente, ya que es más importante que se priorice en primer lugar dar forma a lo que es la planeación democrática que tiene como finalidad el crecimiento económico sostenido y el progreso social, pues éste es el instrumento base que marque su Gobierno.
Días antes de protestar como gobernador constitucional entonces sí anunciará a las personas que considere sean más aptas para conformar el gabinete que lo acompañará en su quehacer, tomando en cuenta sus capacidades de manera que ese grupo trabaje concienzudamente en la responsabilidad que le sea asignada.
Para la designación del equipo, serán analizados los perfiles de los presuntos colaboradores, y con la conveniencia de escuchar opiniones de nombres que tengan experiencia que hayan demostrado un alto desempeño y una gran capacidad para discernir el establecimiento de estrategias que lleven a solucionar problemas sin que sea dañada la estructura gubernamental, y que además muestre un liderazgo efectivo.
El grupo debe exponer con el líder una confianza por demás hermética acompañada de una buena comunicación, de manera que demuestre que los objetivos se van cumpliendo y que caminan aparejados en tiempo y forma de acuerdo con la planificación de las acciones preestablecidas.
En las diferentes regiones del estado se verá con buenos ojos si algunos de sus coterráneos son llamados a colaborar cercanamente con el gobernador.
Dentro de la estructura administrativa del Gobierno estatal que conforma la primera línea, es decir, los secretarios del gabinete legal, éstos ocuparán los asientos correspondientes a las secretarías más importantes, que son identificadas por su complejidad y por su consiguiente carga de trabajo, algunas son, por ejemplo: la Secretaría de Gobierno, la de Finanzas, la de Desarrollo Económico, la de Salud, la de Educación, la de Seguridad, entre otras, cuya importancia constituyen brazos sólidos de donde penden hilos muy fuertes que ayudan a sostenerlo, los cuales, ojo, algunos secretarios pueden aprovechar para socorrer a su región arrastrando una fortaleza que pudiera estorbar el desarrollo de las otras, ganando beneficios para la región de donde proviene, pues en el cuadrilátero político hay combatientes que si no ganan arrebatan.
Este tipo de eventos se pueden contrarrestar mediante la designación de subsecretarios del ramo, para que utilicen candados y no dejar el control al arbitrio del secretario que pretenda actuar fuera de la institucionalidad.
Los electores coahuilenses confiaron y le dieron el voto que llevó al triunfo a Manolo Jiménez, ahora le corresponde a él gobernar, estamos seguros que así lo hará conformando un gabinete de calidad que maneje las ramas de su administración con éxito como lo hizo siendo alcalde de Saltillo.
Se lo digo en serio.
