El patasalada de Guaymas

Su nombre real fue Francisco Plutarco Elías Campuzano. Nació en Guaymas, Sonora el 25 de septiembre de 1877; fue secretario de Gobernación durante el gobierno de Álvaro Obregón. Fue presidente de México del 1 de diciembre de 1924 al 30 de noviembre de 1928.

Plutarco Elías Calles el llamado «Hombre fuerte de México» es uno de los personajes que marcan hondo en la historia de nuestro país, fue creador de Instituciones fundamentales para México como el Banco de México.

Su vida, entre el azar, la desdicha y la dicha, lo hizo vivir desde sus primeros años, en circunstancias como la orfandad y el desamparo.

En su juventud, se formó como profesor; fue así que uno de sus múltiples trabajos fue el de instructor de grupo hasta pasar a ser supervisor de escuelas, agricultor —del cual no le fue muy bien según relatan—, comerciante de granos, gerente de un hotel —hasta que se incendió el inmueble—. La vida lo empuja a la Revolución Mexicana en una carrera meteórica que lo llevó a la Presidencia de la República y a fundar el partido político más trascendental de la historia moderna de la nación: el PNR-PMR-PRI.

Cuando fue elegido presidente de México, Calles se enfrentó con los problemas del país resultantes de los anteriores movimientos sociales y políticos; pese a ello fue un constructor de instituciones e impulsor de diversas reformas como la modernización y profesionalización de las fuerzas armadas. Además, promovió la legislación agraria, de irrigación y de crédito para el campo. Fundó los bancos ejidal y agrícola. Reestructuró la Escuela de Chapingo y la de Medicina Veterinaria. Repartió más de 3 millones de hectáreas a 300 mil campesinos; tuteló la sindicalización; expidió la Ley General de Pensiones Civiles a favor de los empleados federales y estimuló la creación y funcionamiento de cooperativas. Respaldó al movimiento obrero mediante la Confederación Regional Obrera Mexicana y el Partido Laborista.

Para cada disconforme siempre hay una discordante, ya que su vida no habría sido posible sin el calor y el amor de Natalia Chacón, Leonor Llorente y Amanda Ruiz, quienes le dieron 13 hijos. Cholita su gran colaboradora y confidente que nadie sabe cuántos recuerdos y secretos se llevó a la tumba. Dolores «La Buki» fue la mujer que más lo marcó, fue la sibila que conoció en los desiertos yaquis y quien le pronosticó su futuro y le comunicó los presagios de traición en el último periodo de su vida.

Con la patria desgastada y bajo dos consignas «no dejar que lo pendejo se le subiera a la cabeza» y «nada sucede, sin la voluntad del hado universal», un día deliberó que había llegado el tiempo en que México escogiera a sus gobernantes a través de instrumentos democráticos que permitiesen la participación de todas las corrientes políticas, de ahí que dejó un testamento político en 1928 que consistía, fundamentalmente, en que la voluntad de la nación dejara de lado el culto a los «caudillos» mandamases del pasado y que fueran sustituidos por instituciones políticas que sirvieran de conducto a todos los mexicanos.

El 4 de marzo de 1929, Plutarco Elías Calles fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR); este partido nació de varios partidos políticos regionales. Mediante el PNR. Con el tiempo el partido fue controlando a todos los funcionarios públicos, sindicatos y organizaciones populares.

El Partido Nacional Revolucionario; fue la institución política que aglutinó entonces, a las fuerzas sociales del país en tres grupos principales; el sector obrero, el sector campesino y el sector popular. Esta concepción política permitió a la nación mexicana escapar de un sometimiento militar como el que padecieron varios países de la América hispana. El PNR-PMR-PRI fue parte fundamental de que México se salvara de dictaduras como la de Batista en Cuba, Pérez Jiménez en Venezuela, Rojas Pinilla en Colombia, Pinochet en Chile, los Somoza en Nicaragua, etcétera. Aunque para algunos les sea difícil reconocer, nuestro país evitó este tipo de experiencias traumáticas porque tenía un PRI que logró, con un programa social, resultados razonables.

Plutarco Elías Calles también fue enfático al separar nuevamente a la Iglesia del Estado; él nunca tuvo conflicto con la fe católica como tal, su cisma fue con la jerarquía eclesiástica, con el clero y con sus intereses y ambiciones que solo decían obedecer al papa; Plutarco, siempre a la República. La llamada Guerra Cristera fue la fricción entre la Iglesia Católica y el gobierno, a lo cual en ese momento, el clero católico realizó una campaña contra diversas normas legales. Por lo que Calles expulsó a sacerdotes extranjeros y cerró locales religiosos, provocando una respuesta violenta por parte de los feligreses católicos y la jerarquía eclesiástica. La guerra interna acabó en 1929.

Que retomen los partidos políticos y la vida de nuestro país la vida democrática, fraterna, solidaria y libertaria que pensaron e  idearon algunos arquitectos del México moderno. Un saludo hasta las estrellas —como decía la Buki— al «patasalada guaymense» integrante de los «tres mosqueteros».

Aguascalientes, 1982. Cursó sus estudios de Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Coahuila, posteriormente hizo sus estudios de maestría en Gobierno y Gestión Pública en la Universidad Complutense de Madrid. Labora en la administración pública estatal desde el año 2005. Es maestro de Teoría Política en la Facultad de Economía de la UA de C desde el año 2009. Ha sido observador electoral de la Organización de los Estados Americanos en misiones para Sudamérica, en la que participa como miembro de observadores para temas electorales.

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