Escapa la imagen como parábola insomne
Dejándonos las ascuas de un silencio
Pulveriza el vidrio azogado
Ceniza inerte que rehúsa a devolver el reflejo
de nuestras voces
Tejidas en confluencia de vida insospechada.
La buscamos como feligreses
Inventamos maneras de sosegar sus ansias
En vano reescribimos las reglas para acomodar sus antojos
El cuerno vacío nos recuerda el miedo
a nuestra incapacidad de rescatarla.
La imagen, como efebo, se pierde en el tiempo
solo para regresar
abatida
hasta fundirse nuevamente en nosotros
Sus esclavos.