El salto al vacío de Mejía Berdeja y el naufragio electoral de Morena

Después de elogiar y «placear» al exsubsecretario de Seguridad Pública, el presidente Andrés Manuel López Obrador se deslinda de las nominaciones de la 4T. Armando Guadiana pierde el apoyo de los partidos Verde y del Trabajo

Malabarismo, una trayectoria política multicolor

Los muros de la defensa de la Cuarta Transformación en Coahuila se desmoronan. La renuncia de Ricardo Mejía Berdeja a la Subsecretaría de Seguridad Pública del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su postulación como candidato a gobernador del estado por el Partido del Trabajo (PT) agudiza la crisis que atraviesa Morena y le sirve Coahuila al PRI en bandeja de plata.

Mejía, quien no reconoció las encuestas internas que favorecieron la candidatura del empresario y exsenador Armando Guadiana, esperó hasta última hora para renunciar a su puesto, pues el mismo 13 de enero era la fecha límite para que los funcionarios públicos que buscaban postularse al proceso electoral 2023 se separaran del cargo, según la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales de Coahuila.

« El único que me puede ganar es el PRI. Espero que estas gentes, que quieren hacernos daño, se queden con la intención. Ya estamos haciendo el pozo grande para enterrar a todos los dinosaurios del PRI»

Armando Guadiana, candidato de Morena a la gubernatura

Si bien el exfuncionario aseguró que no hay ruptura con AMLO y dijo entre líneas que no se necesita a Morena para abanderar las causas de la 4T, el presidente le reprochó el desaire y se desmarcó de su aspiración. «Ahora sí que no me dio ni el adiós, nada más me mandó un papel», dijo López Obrador en su conferencia del 16 de enero. Por su cercanía con AMLO, Mejía se proyectaba como el hombre de la 4T para Coahuila. «Es de los mejores servidores públicos (…), es quien me aligera la carga en este tema que nos preocupa y ocupa, que es el de garantizar la paz, la tranquilidad», declaró en la rueda de prensa del 3 de noviembre, poco antes de que Morena anunciara a su candidato.

Dos meses después, el presidente le dio la espalda a Mejía. «Yo no me meto en cuestiones partidistas, pero en lo que corresponde al partido (…) hay un procedimiento que yo apoyo, (…) que se eligiera a los candidatos mediante encuestas (…) y se respetara la decisión. Es el único partido que tiene ese método de elección. Entonces, reitero, para que nadie use mi nombre», agregó.

«De ninguna manera (es una traición al presidente). Yo no era miembro de Morena, no lo soy, soy simpatizante. Puedo entender la molestia y falta de comprensión, pero tengo la confianza en que AMLO es un demócrata, que respeta las libertades»

Ricardo Mejía, candidato del PT al Gobierno del Estado

Un día antes, en el evento de su afiliación al PT, Mejía aseguró que renunció «porque Coahuila no se negocia (…) los coahuilenses (…) no somos plato de segunda mesa, no somos un actor de reparto en la política nacional (…) no somos moneda de cambio, ni pieza de negociación».

La declaración del exfuncionario nacido en Torreón atiza las sospechas de un posible pacto de Morena con el PRI para entregarle al estado a cambio del apoyo a la legalización de las tareas del Ejército en seguridad pública hasta 2028.

«Aprovecho para agradecerle a Ricardo por su trabajo (…), es de los mejores servidores públicos (…), es quien me aligera la carga en este tema que nos preocupa y ocupa, que es el de garantizar la paz, la tranquilidad»

Andrés Manuel López Obrador (03.11.22)

Por el contrario, el dirigente nacional morenista Mario Delgado asegura que es Mejía quien ha pactado con el tricolor. «Quien traiciona al pueblo una vez, pues lo traiciona mil veces. (..) Nuestro adversario es el representante del PRIAN, que quieren cumplir un siglo de robar y saquear a Coahuila», dijo en Torreón, donde acompañó a Guadiana en su primer acto público como precandidato de Morena.

En el mismo sentido, el expanista Luis Fernando Salazar —quien funge como coordinador de campaña de Guadiana— aseguró que Mejía es un «traidor» y «malagradecido». «Se ha vendido al moreirato y al PRI para dividir el voto del cambio, con la intención de que el PRI y la mafia de la corrupción se perpetúen en Coahuila», dijo en un video publicado sus redes sociales. «No se va a otro partido, se va al PRI porque le llegaron al precio. Por eso quiero preguntarte directamente, Mejía: ¿Cuánto te han pagado por traicionar al presidente? ¿Cuánto te han pagado por estafar a Morena?», cuestionó.

«Ahora sí que no me dio ni el adiós, nada más me mandó un papel. Hay un procedimiento que yo apoyo, que se eligiera a los candidatos mediante encuestas y se respetara la decisión. Entonces, reitero, para que nadie use mi nombre»

Andrés Manuel López Obrador (16.01.23)

Guadiana refuerza la teoría: «(Mejía) Terminó por darle la espalda al presidente (…) y a todos los morenistas. Conozco amigos empresarios de aquí de Coahuila a quienes les sacó dinero, que porque era el Juan Camaney, que no sé qué», dijo en entrevista con Reforma (13.01.23).

Para más inri, el otro aliado de Morena, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), decidió presentar su propio candidato al Gobierno del estado (Evaristo Lenin Pérez), con lo que Morena perderá aún más votos el próximo 4 de junio. El dinosaurio tricolor está de fiesta.

«Qué podemos decir de alguien que le mordió la mano al presidente de la República (…) Quien muerde la mano que la da de comer acostumbra lamer la bota de quien lo patea. Ese es el papel que va a cumplir Mejía en su supuesta campaña a gobernador»

Mario Delgado, presidente de Morena

Ruptura anunciada

Una foto del 11 de marzo de 2021, muestra a Mejía y Guadiana sonrientes durante un encuentro que el empresario coahuilense calificó como «una amena charla con su amigo y paisano».

Hacía tres meses que Guadiana había pedido licencia al Senado para ser candidato de Morena a la alcaldía de Saltillo en las elecciones del 6 de junio de 2021, las cuales ganó holgadamente el priista José María Fraustro. Tras la segunda derrota electoral como morenista (en 2017 compitió como candidato a gobernador del estado), el ganadero volvió a las lides legislativas.

Ese año, Morena ganó 11 gubernaturas y otras cuatro en 2022, con lo que comenzó a prepararse para quitarle al PRI los bastiones de Coahuila y Estado de México en 2023.

Todo parecía marchar sobre rieles para el partido en la entidad hasta que el «amigo y paisano» comenzó a perfilarse como el aspirante favorito del presidente.

«Acelera Mejía desde SSPC planes… pero electorales», fue el título de una nota de Reforma (19.10.22) en la que se aborda «la campaña que emprendió» el entonces funcionario contra Riquelme y su secretario de Desarrollo Social, Manolo Jiménez.

«El corrupto Miguel Riquelme trae a su candidato Moreira IV, Manolo Jiménez, del cártel inmobiliario de Saltillo en campaña anticipada, pero tiene a su servicio al Instituto Electoral de Coahuila. (…) Todos los ataques de Miguel Riquelme y Manolo Jiménez (…) confirman nuestro crecimiento como la única opción de cambio para Coahuila y la única vía para acabar con el moreirato corrupto», dijo Mejía Berdeja en lo que se consideró su destape como aspirante a gobernador.

Un día antes, en el mismo periódico, Guadiana publicó un desplegado en el que acusa a Mejía Berdeja, y al vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, de orquestar una campaña en su contra para frenar sus aspiraciones de ser el candidato de Morena al Gobierno del estado (Espacio 4, 704).

Mejía volvió a la carga y el fuego amigo creció hasta alcanzar la guerra sin cartel luego de que el funcionario federal calificara la encuesta de Morena que le dio la candidatura a Guadiana como «amañada» (12.01.22).

De poco sirvieron los llamados a la unidad de Mario Delgado, el nombramiento de Mejía como «representante» del presidente en el estado y la «operación cicatriz» que inició Guadiana con la esperanza de sumar a Mejía a su proyecto.

Desbocado y arropado por la dirigencia estatal de Morena, Mejía intentó torcer la designación de Guadiana hasta que, a última hora, rompió con el partido y lo sumió en verdadero caos.

Sin alianza, imposible

En las elecciones de 2017, la oposición desperdició la oportunidad de aliarse para acabar con la hegemonía priista en el estado. En las de este año, era el PRI el que necesitaba aliarse con el PAN y el PRD para retener el poder, pero la fractura en Morena cambia el escenario.

Sin el PT y el PVEM, el partido de AMLO se las verá difícil para lograr la primera alternancia en el estado. Y Guadiana lo sabe: «A mí no me preocupa el policía acapulqueño (Mejía). El único que me puede ganar es el PRI», dijo en entrevista con Reforma (13.01.23).

El pasado 14 de enero, el senador Ricardo Monreal —cercano a Guadiana y crítico del presidente— advirtió que la arrogancia puede hacer que Morena pierda en Coahuila.

«Las elecciones en el Estado de México y Coahuila serán competidas. El exceso de confianza convertido en arrogancia no es buen principio. Morena resolvió bien para la entidad mexiquense; en el estado del norte son indispensables el PT y el PVEM para triunfar», escribió en Twitter (14.01.23).

Por su parte, el diputado federal del PT Gerardo Fernández Noroña, afirmó que no puede apoyar la decisión de su partido de competir solo en el estado. «Yo no puedo acompañar al @PTnacionalMX en su decisión de ir solo en Coahuila. Para mí la unidad de la Coalición “Juntos Hacemos Historia” es fundamental», escribió en Twitter (13.01.23).

Y si bien en un principio, Mejía evitó mencionar a Morena y el presidente —a quien le expresó su gratitud y lealtad—, tronó contra el dirigente Delgado. «Y así como Mario Delgado, con cobardía, me ha atacado, intrigado y difamado, quiero decirle que es un corrupto, un traidor a la democracia, que como lo hicieron “Los Chuchos” en su momento en el PRD, él se ha dedicado al mercadeo de candidaturas, a tratar de colocar sus negocios, sus consultorías con los aspirantes» señaló en un mensaje difundido en sus redes sociales.

Delgado reviró acusando al exfuncionario federal de «morder la mano» de AMLO. «Qué podemos decir de alguien que le mordió la mano al presidente de la República (…) Como dice por ahí un sabio, quien muerde la mano que la da de comer acostumbra lamer la bota de quien lo patea. Ese es el papel que va a cumplir Mejía en su supuesta campaña a gobernador», declaró en conferencia de prensa.

«De ninguna manera (es una traición al presidente). Te puedo decir dos cosas: yo no era miembro de Morena, no lo soy, soy simpatizante, número uno; y dos, puedo entender la molestia y falta de comprensión, pero tengo la confianza en que Andrés Manuel López Obrador es un demócrata, que respeta las libertades», atajó Mejía.

Sin embargo, olvida un pequeño detalle: el 17 de noviembre de 2022 firmó una carta en la que se comprometía a reconocer los resultados de la encuesta interna de Morena para designar al candidato a la gubernatura de Coahuila. E4


Malabarismo, una trayectoria política multicolor

Ricardo Mejía ocupa cargos por el PRI, Movimiento Ciudadano y Morena. Ahora va por el partido de la «unidad nacional»

El 14 de junio de 2019, el presidente López Obrador premió el apoyo de Ricardo Mejía a su campaña presidencial con un puesto en el flamante gabinete federal: subsecretario de Seguridad Pública.

Las cosas no le podían ir mejor a Mejía, pues hacía apenas unos meses que había culminado su período de tres años como diputado local de Guerrero por el partido Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), al cual se afilió en 2005.

Fue el año en que Mejía dejó el estado, pues había combatido al nuevo gobernador Humberto Moreira (2005-2011). Mejía inició su carrera política desde muy joven de la mano del PRI, por el cual se convirtió en diputado local con apenas 26 años (1994-1996).

Entre 1995 y 1997 fue secretario general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP). Meses después renunció al PRI, pero dos años después (1999) se sumó a la campaña a gobernador del estado de Enrique Martínez, quien lo nombró coordinador de Análisis y Prospectiva en la Secretaría de Gobierno estatal, al mando de Raúl Sifuentes Guerrero.

Mejía emigró a Ciudad de México, donde es apadrinado por el político guerrerense Luis Walton Aburto, quien al año siguiente se convertiría en senador por Convergencia y más tarde en presidente (2010-2011) y coordinador del mismo partido (2011-2012), ahora bajo las siglas de Movimiento Ciudadano.

 En 2006, tras la derrota en las elecciones presidenciales, AMLO invita a Mejía a formar parte del llamado «Gobierno Legítimo de México», como subsecretario del Trabajo. Más tarde, Mejía se muda a Acapulco para apuntalar la campaña de Walton Aburto a la Presidencia Municipal de esa ciudad, cargo que ocupó de 2012 a 2015.

En ese período, el coahuilense avecinado en Guerrero ganó una diputación federal por ese estado y formó parte de LXII Legislatura (2012-2015).

En 2015, Mejía obtuvo una diputación en el Congreso de Guerrero, donde presidió las Comisiones de Seguridad Pública y la Especial de Seguimiento al Caso Ayotzinapa. Es cuando se reencuentra con otro exmiembro del PRI y de MC, Alfonso Durazo (en 2014 renunció al partido para sumarse a Morena), quien sería designado secretario de Seguridad Pública desde el primer día del Gobierno de AMLO.

De hecho, al renunciar a su cargo, el 30 de octubre de 2020, Durazo sugirió a Mejía como su sucesor, pero AMLO se decantó por Rosa Icela Rodríguez Velázquez. Por su origen coahuilense (Torreón, 1968), el presidente envió a Mejía al estado a abanderar la defensa de la 4T, pero el subsecretario de Seguridad Pública utilizó su cargo para apuntalar sus aspiraciones de ser gobernador del estado. E4

Argentina, 1977. Periodista, editor y corrector de periódicos mexicanos y argentinos. Estudió Comunicación Social y Corrección Periodística y Editorial en Santa Fe, Argentina. Actualmente es jefe de Redacción de Espacio 4, donde trabaja desde hace más de diez años.

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