Goza en las nubes del firmamento un sibarita
viaja montado en una gaviota de estéril vuelo
manos benditas, la eternidad les confía vida
su mente busca el suave aroma de pies de seda.
El sibarita nació vestido de mármol blanco
desde su aliento brotan delicias, cuenco dorado
sus pasos giran del verde pasto a fuente de piedra
encuentra encanto entre los cortes de pieles blandas.
Vive ensoñando, respira el oro de pisos pulcros
sacia su hambre con los manjares que se regala
sobre su ave recrea momentos de complacencia
adorna el lago con la caricia de su llegada.
Va tras sus sueños y se agasaja en placeres fatuos
cuando despierta cae en la cuenta que va sin alma
es incapaz de encontrar amor en otras miradas
va solo y triste el sibarita de filigrana.