¡Esa mano árbitro!

El escritor checoslovaco Václav Havelç, premio Nobel de Literatura y primer presidente de la Checoslovaquia liberada, solía decir que «Una democracia vacía de valores, reducida a una competencia entre partidos políticos que tienen soluciones garantizadas para todo, puede ser muy poco democrática».

La decisión del tipo de sistema electoral al que aspiramos tiene un efecto profundo en la política futura, por lo que elegir un sistema electoral robusto e independiente es fundamental, la defensa de las instituciones también.

Y es que ha iniciado el movimiento de quienes pretenden una reforma política nacional para cambiar el sistema electoral, encabezada por los mismos que a través de ese sistema hoy detentan el poder, al que pudieron acceder gracias a la Reforma Electoral de 1977, empujada por el entonces secretario de gobernación en México, Jesús Reyes Heroles, lo que permitió abrir el camino para quitar el control absoluto del PRI en la Cámara de Diputados, pues agregaba 100 nuevos miembros seleccionados por sus partidos, es decir, que el 25% de los escaños fuera para diputados de oposición, puesto que hasta entonces legisladores del PRI ocupaban los puestos sin tener contrapesos.

En las primeras elecciones de esa reforma, Pablo Gómez debutó como diputado federal plurinominal y, 43 años después, él mismo propuso eliminar la representación proporcional.

Pasaron más de 10 años y la turbulenta elección de Carlos Salinas de Gortari en 1988 obligó a reformar el sistema político y crear el entonces Instituto Federal Electoral, hoy INE. Pasaron otros 18 años hasta la polarizada elección del año 2006, en la que Felipe Calderón ganó a Andrés Manuel López Obrador en una disputa ensombrecida por el fraude electoral, para que se diera de nuevo una reforma.

Desde entonces, la selección del árbitro electoral ha obedecido a los intereses de los partidos políticos. Es por ello que debemos poner atención en la elección de quienes sancionarán la elección, pues ello puede tener consecuencias desastrosas para la democracia.

Pero hoy las cosas han cambiado, pues la oligocracia del Instituto Nacional Electoral y de los Institutos Estatales Electorales han cobrado vida propia, aprovechándose de su conocimiento de los sistemas electorales para apoderarse del sistema y diseñar a la medida las reglas y procedimientos para elegir consejeros electorales para beneficio de los suyos o en acuerdo con las élites partidistas.

El caso Coahuila

En Coahuila se acerca el momento definitorio de elegir al árbitro que dirimirá la contienda electoral para la renovación de gobernador en el año 2023, y como siempre ocurre, intereses creados, grupos de poder y personas que se niegan a irse, quieren influir en la selección de quién será el próximo presidente del Instituto Electoral de Coahuila.

La versión que corre con más fuerza, es que Hugo Alejandro González Bazaldúa, uno de los finalistas del proceso, se siente ya presidente y presume de su cercanía con el controvertido Ciro Murayama, Consejero Nacional del INE, quien en un proceso anterior no pudo intervenir a tiempo a su favor, y que pues ya se la deben. Todo esto se estaría dando a través de un complicado entramado que atraviesa por un familiar que reside en un estado del centro del país.

Otro que empuja desde las sombras es José Luis Vázquez López, Vocal Ejecutivo del INE en Coahuila, quien promueve a Rodrigo Germán Paredes Lozano, originario de Aguascalientes, pero residente en Coahuila, con un doble propósito, pues además de librarse de él por la mala relación que llevan, lo impondría como presidente del IEC, controlando así todas las instituciones electorales en Coahuila. Pero al parecer Rodrigo Paredes se ha desbocado y cometido imprudencias, al buscar desde ya a representantes de partidos políticos para informarles de su llegada a la Presidencia del IEC. Es el mismo caso de Gaby de León, quien sin resignarse a perder el poder, quiere perpetuarse a través de su secretario ejecutivo, Francisco Javier Torres Rodríguez, o por medio de Hugo González Bazaldúa, finalistas en esta contienda. Tal parece que la democracia e imparcialidad al interior del INE o IEC pueden esperar.

Es editorialista de diversos medios de comunicación, entre ellos Espacio 4, Vanguardia y las revistas Metrópoli y Proyección Empresarial, donde escribe sobres temas culturales, religiosos y de ciencia, tecnología e innovación. Es comentarista del noticiero “Al 100” de la estación de Radio La Reina de FM en Saltillo.

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