Extradición de Assange amedrenta al periodismo libre, dice Bachelet

Naciones Unidas expresa su preocupación sobre un potencial juicio contra el fundador de WikiLeaks en Estados Unidos. La libertad de prensa, en riesgo, advierte comisionada para DH

Escritores apoyan a Rushdie y desafían fanatismo religioso

La extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, para ser juzgado por espionaje en Estados Unidos, puede tener un «efecto amedrentador» sobre el periodismo de investigación según Michelle Bachelet, alta comisionada de las Naciones Unidas (UN) para los Derechos Humanos.

En caso de efectuarse el traslado entre naciones, el australiano podría enfrentar una pena de 175 años de cárcel por haber divulgado en 2010 más de 700 mil documentos confidenciales sobre las actividades militares estadounidenses. Ante este contexto, cualquier represalia contra Assange representa un llamado de alerta para todos los periodistas —especialmente, los independientes— que alrededor del mundo luchan por sacar a la luz pública el resultado de sus trabajos investigativos.

«La posible extradición y el enjuiciamiento de Assange plantea preocupaciones sobre la libertad de prensa y sobre el eventual efecto amedrentador sobre el periodismo de investigación y sobre los lanzadores de alerta», destacó Bachelet.

«En estas circunstancias, querría destacar la importancia de garantizar el respeto de los derechos humanos de Assange y en particular el derecho a un juicio justo y a las garantías de un debido proceso», agregó la expresidenta de Chile.

El 17 de junio, la secretaria del Interior del Reino Unido, Priti Patel, firmó una orden para extraditar al fundador de WikiLeaks a Estados Unidos, donde enfrenta 18 delitos de espionaje e intrusión informática. Los abogados del australiano presentaron el 1 de julio una apelación y esperan que la justicia británica brinde una respuesta definitiva al caso este mismo mes.

Tras la filtración de los documentos confidenciales en Internet, Assange estuvo bajo arresto domiciliario en Reino Unido a raíz de un caso de presuntos delitos sexuales ya archivado. Entre 2012 y 2019 obtuvo refugio en la embajada de Ecuador en Londres. Desde ese último año ha permanecido en una prisión británica bajo riesgo de ser extraditado a Estados Unidos, a pesar de que reportes médicos advierten sobre un grave riesgo para su salud física y mental si este paso se lleva a cabo.

Espiar al espía

En esta extensa historia, propia de una serie televisiva, tampoco han faltado las escenas de espionaje. El 15 de agosto un grupo de abogados y periodistas estadounidenses que visitaron a Assange, mientras vivía asilado en la embajada ecuatoriana en Londres, presentó una demanda por haber sido violados sus derechos constitucionales de la Cuarta Enmienda.

Los demandantes alegan que, antes de cada visita realizada al fundador de WikiLeaks, fueron obligados a entregar sus dispositivos electrónicos, cuyos contenidos supuestamente se copiaban para la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

La demanda se dirige expresamente contra la CIA; Mike Pompeo, exdirector de ese mismo organismo; Undercover (UC) Global —empresa de seguridad privada española contratada para brindar seguridad en la embajada ecuatoriana—, y David Morales Guillén, fundador y exdirector ejecutivo de UC.

El grupo exige, además del juicio, que el tribunal prohíba el uso o la revelación de cualquier comunicación incautada ilegalmente. También pide que las comunicaciones sean depuradas de los archivos de los acusados. E4


Escritores apoyan a Rushdie y desafían fanatismo religioso

Intelectuales de distintas regiones del mundo y seguidores de la obra de Salman Rushdie dejaron en claro que el escritor indobritánico no está solo. El 19 de agosto, más de una decena de figuras literarias, acompañadas de amigos y colegas de Rushdie, se congregaron en las escalinatas de la Biblioteca Pública de Nueva York para leer fragmentos de las más reconocidas obras del autor, quien fuera víctima de una agresión perpetrada por un extremista islámico que respondió al llamado de la fatwa emitida en 1989 en contra del creador de Los hijos de la medianoche.

Autores de la talla de Siri Hustvedt, Paul Auster y Gay Talese participaron en el maratón de lectura. Mismo que pudo ser visto por el novelista desde el hospital donde se encuentra internado, recuperándose de varias puñaladas que le infligió su agresor.

El periodista británico Hari Kunzru leyó el inicio de la novela Los versos satánicos —calificada como blasfema por el ayatolá Ruhollah Jomeini, exlíder supremo iraní— y destacó el pensamiento de Rushdie. «Salman escribió una vez que el papel del escritor es nombrar lo innombrable, señalar los fraudes, tomar partido, iniciar discusiones, dar forma al mundo y evitar que se duerma», afirmó Kunzru. «Por eso estamos aquí».

Por su parte, Talese leyó un extracto de La decadencia de Nerón Golden, mientras que el escritor irlandés Colum McCann hizo lo propio con el ensayo de 1992 de Rushdie para el New Yorker «Fuera de Kansas».

Emotivas fueron las palabras introductorias del escritor indio Kiran Desai antes de compartir con el público un pasaje de Quijote, una de las obras más recientes de su colega y compatriota: «Querido Salman y querida familia de Salman: la semana pasada muchos de nosotros nos dimos cuenta de que contábamos contigo para sostener el cielo».

Suzanne Nossel, directora de la rama estadunidense de PEN, organización internacional que defiende la libertad de expresión, aseguró que la voz del escritor no podía ser opacada. Al contrario, luego del ataque se eleva como expresión de aquellos que también se han visto perseguidos por sus ideas. «Ni siquiera un puñal en la garganta podría sofocar la voz de Salman Rushdie. […] Salman habló por decenas de autores que han sido perseguidos y atormentados, y no querían que sus terribles experiencias subsumieran su identidad o ahogaran su imaginación», destacó la también anfitriona del mitin en Manhattan.

El público sostuvo pancartas a favor de la libertad de expresión y carteles con mensajes de solidaridad a favor del novelista.

Rushdie, de 75 años, se recupera de las heridas que recibió el viernes 12 de agosto cuando lo apuñalaron en el cuello y abdomen antes del comienzo de un foro en el Chautauqua Institution, en Nueva York. Actualmente ya puede respirar por sí solo, por lo cual fue desconectado del respirador que lo asistía. Su agente literario ha comentado que es probable que pierda un ojo, pero que a pesar de ello mantiene su buen sentido del humor. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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