México colabora con Estados Unidos en el combate a la producción y consumo. Sectores republicanos amagan con recurrir al Ejército. Coahuila ocupa el quinto lugar entre los estados del país con mayor flujo del opioide
Naloxona puede salvar vidas; aconsejan tenerlo a la mano
El consumo de fentanilo sigue en aumento, especialmente en Estados Unidos, donde en 2021 se registraron 70 mil 601 muertes por sobredosis con esta sustancia, un aumento de casi cuatro veces en cinco años, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
En su versión farmacéutica se trata de un opioide sintético destinado a ayudar a los pacientes para controlar dolores intensos, como aquellos con cáncer. Resulta de 50 a 100 veces más potente que la morfina y suele recetarse en forma de parches para la piel o pastillas. Pero los casos más recientes de daño y muerte se relacionan con el fentanilo fabricado ilegalmente. Para 2021, aproximadamente dos tercios de los decesos por sobredosis involucraron a esta droga, según los CDC.
«Estados Unidos tiene un complicado problema de salud pública por consumo de fentanilo y, en algunas zonas, México enfrenta la violencia por la disputa entre grupos criminales, y producto de la venta de drogas se abastecen con dinero y armas del otro lado de la frontera. Es un círculo vicioso».
Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana
En 2022, la Administración de Control de Drogas de EE.UU. (DEA) incautó más de 50 millones de pastillas recetadas falsificadas y más de 4 mil 500 kilos de fentanilo. Todo esto se produce cuando los padres de familia están cada vez más preocupados por las intoxicaciones por fentanilo entre adolescentes y adultos jóvenes que consumen, sin saberlo, pastillas con esta sustancia vendidas ilegalmente bajo la apariencia de un medicamento más insulso.
Esa es, justamente, una de las causas que hacen a este opioide tan peligroso.
En palabras de Leana Wen, doctora en urgencias y profesora de Política y Gestión Sanitarias en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington, «su fabricación es muy barata, por lo que algunos traficantes mezclan el fentanilo con otras sustancias ilícitas, como heroína, benzodiacepinas, cocaína, MDMA (conocida comúnmente como éxtasis o molly) y metanfetaminas. El fentanilo también puede fabricarse en forma de pastillas y mezclarse con otras pastillas falsificadas. Algunas personas pueden pensar que están tomando un opioide menos potente, como la oxicodona, pero en realidad están consumiendo fentanilo».
Apoyo condicionado
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador prometió a su homólogo de Estados Unidos combatir el tráfico de fentanilo siempre y cuando este apoye en la lucha para frenar el trasiego de armas y dinero que terminan en posesión de los cárteles mexicanos. «Vemos con optimismo que Estados Unidos lo está abordando (el tema de las drogas) desde la óptica del consumo y como un asunto de salud pública. En cuanto al tráfico ilegal de armas, urgimos a Estados Unidos reforzar sus acciones para evitar que lleguen a México y caigan en manos de la delincuencia», declaró la canciller mexicana, Alicia Bárcena.
En el encuentro bilateral que tuvo lugar el 5 de octubre, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, reportó el desmantelamiento de más de 2 mil laboratorios clandestinos de droga sintéticas durante el actual sexenio, así como el decomiso de 184 toneladas de cocaína y 7.6 toneladas de fentanilo. «Estados Unidos tiene un complicado problema de salud pública por consumo de fentanilo y, en algunas zonas, México enfrenta la violencia por la disputa entre grupos criminales, y producto de la venta de drogas se abastecen con dinero y armas del otro lado de la frontera. Es un círculo vicioso», argumentó.
El tema ya forma parte de la agenda de las próximas campañas electorales y ha tomado un matiz dramático ante la amenaza lanzada por algunos cabecillas republicanos que promueven el uso del ejército estadounidense para eliminar los cárteles mexicanos y, de paso, el tráfico de droga en su frontera sur.
Pruebas de toxicología
Si bien en México las cifras de consumo de fentanilo no son tan alarmantes, los casos detectados van en aumento. De acuerdo a los resultados de las estadísticas del Observatorio Mexicano de Salud Mental y consumo de Droga, antes de 2018 la cifra anual no había rebasado los 10 casos. A partir de ese año comenzaron a crecer gradualmente, al pasar de 10 a 25 (2019) y 72 (2020) para después crecer a más del doble en 2021, cuando alcanzaron los 184. Para 2022, sumaron 333, un incremento del 80% respecto al año anterior.
El titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), Gady Zabicky Sirot, aseguró que el problema tocante al fentanilo se tiene que analizar de forma bimodal: por un lado, lo relativo al consumo y los problemas de salud pública derivados de él, y por el otro, el problema de trasiego, donde se completa una parte de la manufactura ilícita en su camino hacia Estados Unidos.
«Como lo hemos comentado ya de manera muy repetida, el día de hoy sigue siendo un problema mínimo en nuestro país, que se concentra de manera muy notoria en algunas zonas, especialmente del noroeste de la nación, pero que todavía no representa un problema de salud pública en términos de sobredosis, de muertes, de transmisión de enfermedades a través de la inyección, como sí lo es en Estados Unidos y otros lugares del mundo», señaló.
El problema es que, según Carlos A. Galicia Galicia, asesor en salud mental y trastorno por uso de sustancias del Consejo Consultivo de Nuevo León, en México no existe forma de detectar la presencia de fentanilo en pruebas de drogas o antidoping, debido a que, por ahora, el único sistema para hacerlo es mediante tiras reactivas en Estados Unidos, las cuales permiten ver si un producto está contaminado o no con la sustancia.
«El fentanilo debe incluirse en todas las pruebas de toxicología de drogas, los reactivos que existen en este momento en el mercado para hacer antidoping, no incluyen el fentanilo y, por supuesto, se encarecerían porque necesitarían una serie de reactivos que son bastante costosos», comentó el especialista.
A esto se suma que los análogos del fentanilo no se identifican fácilmente porque requieren pruebas toxicológicas especializadas. De ahí que en EE. UU. se habla de que en México existe un subregistro, pues resulta técnicamente imposible comprobar con exactitud cada uno de los casos de posible contagio.
Coahuila, tierra de paso
En septiembre, elementos de la Guardia Nacional interceptaron en la Central de Autobuses de Torreón una maleta que contenía aproximadamente 3 mil pastillas de fentanilo. El hallazgo fue posible gracias a las acciones estratégicas que se desarrollan en el estado para evitar el trasiego y la distribución de armas de fuego, divisas y narcóticos. El propietario del equipaje fue puesto a disposición de la Agencia del Ministerio Público para continuar las investigaciones correspondientes.
Acontecimientos como ese no son casos aislados. Coahuila ocupa el quinto lugar a nivel nacional entre los estados con mayor tráfico de fentanilo. A pesar de ello, el fiscal general Gerardo Márquez Guevara asegura que en el estado no se han detectado laboratorios de fabricación de esta sustancia y las investigaciones indican que la misma proviene del sur del país.
«La lectura para el grueso común de la población, para los ciudadanos, tiene que ser muy clara, si se hace mención que Coahuila es el quinto estado donde se han hecho más aseguramientos, deben tener en cuenta que solamente son seis estados fronterizos y que el sexto es Nuevo León, que tiene muy poquita frontera con Estados Unidos», aclaró.
Márquez Guevara no descarta la posibilidad de que durante el tráfico de esta sustancia, se pueda dar el consumo en la población de la entidad. Ya se tienen reportes sobre varios centros de adicciones donde hay personas que afirman haber consumido fentanilo. «Nosotros estamos privilegiando la investigación de los lugares de origen de dónde provienen esos aseguramientos de fentanilo, pero además también estamos trabajando con los Centros de Integración Juvenil, para poder realizar la detección del consumo», afirmó el fiscal general de Coahuila.
Asimismo, Márquez Guevara manifestó que, aunque no se produzca esta droga en la entidad, los tres órdenes de Gobierno mantienen una estrecha vigilancia en las carreteras para evitar que el opiáceo llegue a Estados Unidos o se comercialice en el estado. E4
Muertes en EE. UU. por sobredosis (1999-2021)
- Fetanilo 287,962
- Cocaína 185,297
- Benzodiacepinas 143,967
- Metanfetaminas 135,983
- Antidepresivos 88,158
Efectos
- El fentanilo no farmacéutico se fabrica ilegalmente y sólo quienes lo elaboran conocen su contenido.
- Provoca euforia asociada al «viaje».
- Alivio del dolor que causa dependencia.
- Suprime la respiración o el reflejo respiratorio, lo que puede causar daños cerebrales, estado de coma o la muerte.
- Sensación de calor y estreñimiento.
- Depresión.
- Cambios en el comportamiento que incluyen episodios de llanto, ansiedad e irritabilidad.
- Ideas de suicidio y alucinaciones.
- Boca seca.
- Trastornos en la memoria a corto, mediano y largo plazos.
- Variaciones y descenso en el ritmo cardíaco.
- Contracción pupilar.
- Infecciones renales y urinarias.
- La sobredosis puede causar pupilas pequeñas en forma de puntitos, asfixia o gorgoteo, piel fría y/o húmeda, y pérdida de conciencia.
Fuente: UNAM
Naloxona puede salvar vidas; aconsejan tenerlo a la mano
Los CDC recomiendan el uso de este medicamento en casos de crisis por sobredosis. En México aún no se libera para venderlo en farmacias
En 2021, tan solo en Estados Unidos, más de 106 mil personas murieron de una sobredosis relacionada con opioides. Un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) determinó que más de una de cada tres de estas crisis por sobredosis fueron presenciadas por alguien. Con la aplicación correcta de naloxona, ese testigo pudo haber evitado parte de los decesos.
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) advierte que «la naloxona es un medicamento que revierte rápidamente una sobredosis de opioides. Es un antagonista, es decir, se adhiere a los receptores y revierte y bloquea los efectos de los analgésicos. La naloxona puede restablecer con rapidez la respiración normal de una persona que respira lentamente o ha dejado de respirar a causa de una sobredosis de opioides».
Su administración puede ser mediante una inyección intramuscular, subcutánea o intravenosa, pero se recomienda el vaporizador nasal preenvasado, un dispositivo aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) que no requiere aguja y está listo para usar. Este dispositivo resulta más fácil de manipular para quienes no tienen entrenamiento formal, como familiares o testigos circunstanciales. La naloxona no perjudica a una persona que es víctima de una sobredosis provocada por drogas que no sean opioides, así que se recomienda su aplicación ante la duda.
El NIDA sugiere que las familias donde haya una persona adicta a los opioides tengan naloxona al alcance y pedirle al narcodependiente que lleve el fármaco consigo. Este medicamento no surte efecto en quienes no tienen opioides en el organismo y tampoco representa un tratamiento para el trastorno por consumo. Sin embargo, entre las drogas que puede inhabilitar están la heroína, el fentanilo, la oxicodona, la hidrocodona, la codeína y la morfina.
En Estados Unidos la naloxona está disponible en los 50 estados —en la mayoría de ellos sin necesidad de receta médica— y se puede comprar en una farmacia local. Quienes no tengan acceso a una farmacia la pueden conseguir en programas comunitarios de naloxona y en la mayoría de los programas de servicios de jeringas.
En México el escenario es muy distinto. Apenas en abril la comisión de Estudios Legislativos Segunda, que preside el senador Rafael Espino de la Peña, aprobó un proyecto que plantea eliminar la naloxona de la lista de sustancias psicotrópicas desglosadas en el artículo 245 de la Ley General de Salud, a fin de que este medicamento pueda utilizarse como tratamiento para revertir los efectos de sobredosis por consumo de opioides.
Durante una reunión extraordinaria, los senadores consideraron pertinente que los medicamentos que contienen únicamente naloxona como principio activo sean contemplados entre los que no requieren receta médica y su venta se autorice libremente en las farmacias. «El alcance de esta reforma representa un avance significativo en la formulación de políticas públicas, al considerar la efectividad de decisiones enmarcadas en el enfoque de reducción de daños, siendo este un indiscutible cambio de paradigma en las respuestas al uso de drogas», subrayaron.
En los artículos transitorios del dictamen se establece que, en un periodo de tres años, contados a partir de la entrada en vigor de la reforma, la Secretaría de Salud deberá presentar al Congreso de la Unión un informe sobre la estrategia implementada para la atención de personas con sobredosis por consumo de opioides, así como los resultados obtenidos. E4
¿Qué hacer si alguien sufre una sobredosis?
- Llamar al 911 de inmediato.
- Administrar naxolona.
- Mantener a la persona despierta
- y respirando.
- Colocar a la persona de costado para evitar asfixia.
- Acaompañarla hasta la llegada del personal de asistencia en emergencias.
Fuente: CDC
Puntos a recordar
- La naloxona es un medicamento seguro. Solo revierte rápidamente las sobredosis en personas que tienen opioides en el organismo.
- Hay dos presentaciones de naloxona aprobadas por la FDA: inyectable y como rociador
nasal preenvasado. - La naloxona solo actúa en el organismo entre 30 y 90 minutos. Es posible que una persona siga sintiendo los efectos de una sobredosis una vez que se disipa el efecto de la naloxona o que necesite varias dosis si
el opioide que consumió es potente.