Pierde Saltillo una de sus voces más poderosas en favor del desarrollo sustentable
Con el fallecimiento de Gloria Tobón Echeverri, el 18 de noviembre, Saltillo pierde una activista comprometida, enérgica y punta de lanza en la defensa del recurso natural más importante de la ciudad: el agua. Su ejemplo debe servir de guía para quienes hereden la labor de protección del vital líquido en la comunidad y lo mantengan a salvo de intereses corporativos nacionales e internacionales.
Tobón demostró que con conocimiento y esfuerzo cualquier ciudadano es capaz de enfrentarse lo mismo a autoridades indiferentes que a emporios trasnacionales. Así lo demostró desde 2001, cuando se privatizó el agua en Saltillo, y ella comenzó a señalar todas las deficiencias, abusos e irregularidades de Aguas de Saltillo (Agsal), primero subsidiaria de la empresa española Aguas de Barcelona (Agbar), y luego de la francesa Suez.
En su labor como activista nunca le faltó voz ni valor para denunciar la pasividad de los gobiernos municipales ante los desmanes cometidos por Agsal. «Yo culpo a los alcaldes de gran parte de la situación, desde que entró Agsal los alcaldes prácticamente se desentendieron de la gestión del agua y los dejan hacer lo que quieran».
Graduada de Ingeniería civil, también cursó una maestría en la Universidad de Cornell, en Nueva York. Con los años, logró alcanzar el grado de doctora en Física y Química. Entre sus contribuciones más importantes se encuentra la creación de la Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo, A.C. (Auas), el impulso para incluir el derecho al acceso al agua en la Constitución Mexicana, la monitorización de las actividades de la empresa Aguas de Saltillo (AGSAL) y la propuesta de establecer una legislación que atienda las descargas industriales y la contaminación de los cuerpos de agua para garantizar su saneamiento y posible reutilización.
Inevitablemente, exponer visos de corrupción en las concesiones de agua, cuestionar la calidad de la misma, denunciar su alto costo para la población junto, señalar la sobreexplotación de los mantos acuíferos, terminaron por incomodar a Gobiernos y empresarios.
Sin embargo, fue justo así como logró sentar las bases para que las actuales y futuras generaciones puedan continuar su trabajo y defiendan, con el mismo ahínco que ella demostró, el derecho humano al agua, indispensable para vivir que todos vivamos con salud y dignidad. A estas, como a ella, no le debe temblar el pulso al momento de señalar los abusos e irregularidades de Gobiernos insensibles y empresas rapaces. En el ejemplo de Gloria Tobón persistirá la importancia de trabajar unidos para salvaguardar nuestro derecho a un desarrollo sustentable. E4