Con bastante frecuencia, acuden a consulta de medicina interna pacientes «ya toreados», tras haber consultado varios médicos generales y especialistas en gastroenterología, con múltiples estudios de laboratorio, ultrasonido, tomografía e incluso, hasta con una o dos endoscopías gástricas y con diagnóstico de gastritis crónica por helicobacter pylori. Y a pesar de múltiples tratamientos con medicamentos de reconocida eficacia para úlcera gástrica y erradicación de la citada bacteria, tales pacientes acuden insatisfechos, al no encontrar mejoría a sus síntomas digestivos. Casi en todos estos pacientes se observa una confusión diagnóstica entre gastritis por H. pylori con el síndrome de intestino irritable o colitis nerviosa, esto se debe a que la mayoría de los síntomas son semejantes, pero se omite un par de datos que sirven para diferenciar con bastante certeza una de otra. Veamos teóricamente los síntomas de ambas patologías:
Síntomas gástricos atribuidos a gastritis por Helicobacter:
Dolor urente o ardor en el estómago (abdomen) en forma persistente. Dolor estomacal más agudo que puede empeorar con el estómago vacío. Náuseas. Pérdida del apetito. Eructos frecuentes. Abdomen distendido.
Síntomas adjudicados a úlcera gástrica por Helicobacter:
Es un dolor sordo que no desaparece. O aparece dos o tres horas después de comer. Puede aparecer y desaparecer por varios días o semanas. Suceden en mitad de la noche, cuando su estómago está vacío. Desaparece cuando come o toma medicamentos que reducen el nivel de ácido en su estómago (antiácidos).
Criterios de Roma para el diagnóstico de síndrome de intestino irritable (colitis nerviosa) con predominio de estreñimiento: Dolor abdominal recurrente, puede ser dolor ardoroso como en la úlcera, al menos un día a la semana en los últimos tres meses relacionado con dos o más de los siguientes datos: el dolor se relaciona con la defecación. Se asocia a un cambio en la frecuencia de las deposiciones (evacuaciones). Se asocia a un cambio en la forma (apariencia) de las deposiciones.
En el síndrome de intestino irritable con predominio de estreñimiento, más de un 25% de las deposiciones son heces en forma de trozos duros que se expulsan con dificultad o como una salchicha o en forma de churro fragmentado. El paciente refiere que sus deposiciones alteradas son habitualmente como estreñimiento. Evacua solo una vez al día o retiene excremento hasta por uno o dos días. Puede hacer mucho esfuerzo para evacuar, con sensación de evacuación incompleta. Incluyen en muchas ocasiones la sensación de obstrucción o bloqueo anorrectal. Algunos pacientes hasta han introducido un dedo en el ano para facilitar la expulsión de excremento duro.
La colitis nerviosa, por otra parte, puede alternar periodos de estreñimiento con otros de diarrea, con distensión abdominal muy frecuente, con dolor que los pacientes refieren a «la boca del estómago» que en realidad corresponde a dolor de colon, dolor que al presentarse casi siempre le sigue el deseo de evacuar y si esto se logra el dolor se calma.
Si analizamos y comparamos las características de una supuesta gastritis ulcerosa por H. pylori con los datos clínicos del síndrome de intestino irritable con estreñimientos, resulta fácil encontrar las diferencias. Una úlcera o gastritis simplemente no causa estreñimiento. Al contrario, el estreñimiento por su función de drenar excremento, si este se retiene (estreñimiento), si puede alterar el funcionamiento del estómago. Comparemos el drenaje (colon) de una casa habitación con el lavabo (estómago), si se obstruye el drenaje, no funciona correctamente el lavabo; si se obstruye el colon, no funciona correctamente el estómago.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6875955/
Precisamente, la referencia de los pacientes de sentir dolor «en la boca del estómago» es la principal causa de confusión. Que el paciente piense que todo dolor en el epigastrio, afirme que es «la boca del estómago», es aceptable. Nosotros debemos verificar si efectivamente ese dolor es originado en el estómago o en el colon inflamado con estreñimiento.
En mi limitada experiencia, he observado que la causa más frecuente de dolor en «la boca del estómago», no es de origen estomacal, sino de colon. Veamos por qué: el intestino grueso (colon) mide aproximadamente 1.5 metros, que se acomoda en todo el abdomen como un arco de la portería de futbol. Anatómicamente si abrimos el abdomen para llegar a palpar el estómago, debemos desplazar el colon transverso hacia abajo, es decir el colon transverso esta delante del estómago, y esta es la explicación de la confusión: el dolor del colon transverso, se confunde con el estómago. Además, de cada 100 casos de dolor abdominal un 80% se deben al colon inflamado con estreñimiento como se describió en párrafos previos. Más claro: la causa más frecuente de dolor «en la boca del estómago», en realidad es el colon inflamado con estreñimiento.
Si ignoramos estos hechos y no interrogamos y exploramos minuciosamente a los enfermos sobre los hábitos de defecación y las características de las evacuaciones, simplemente aceptamos el supuesto del enfermo: le duele el estómago, se prescriben medicamentos muy efectivos para estómago sin respuesta, porque la causa del mal funcionamiento del estómago es el colon estreñido. Una cosa es prescribir medicamentos para cada síntoma patológico y otra es atacar la causa de esos síntomas.
Lea Yatrogenia