Inteligencia artificial, los peores augurios empiezan a cumplirse

Con su nuevo producto, la compañía dirigida por Sundar Pichai busca destronar a ChatGPT; Altman, de vuelta en OpenAI, tendrá que responder de inmediato, pero ahora bajo la lupa de la CMA que investiga su alianza con Microsoft

Un futuro automatizado… y no tan lejano

Desde que Geoffrey Hinton, el «padrino» de la inteligencia artificial (IA), renunció a finales de abril a su puesto en Google para poder alertar libremente a la humanidad sobre los peligros de la aplicación que él mismo ayudó a desarrollar, el universo de la IA no ha logrado escapar de la polémica. La velocidad con la que se desarrolla esta tecnología solo es comparable a la velocidad con que empiezan a manifestarse los riesgos por su uso. «Creo que el rápido progreso de la IA va a transformar la sociedad de formas que no comprendemos del todo y no todos los efectos van a ser buenos», dijo Hinton en su discurso de apertura de 2021 en el Instituto Indio de Tecnología de Bombay.

«¿Las máquinas serán más inteligentes que las personas? La respuesta es sí. La inteligencia de los ordenadores y los programas irá incrementando su potencia y abarcando cada aspecto de la cognición, la vida, la resolución de problemas y la comprensión».

Marvin Minsky, uno de los «padres» de la IA

Antonio Diéguez, filósofo de la Universidad de Málaga y estudioso del transhumanismo, menciona algunos de esos efectos que ya comienzan a manifestarse de manera continua y notoria: el control de los datos, la invasión de la privacidad, la concentración del poder tecnológico, el uso de armas autónomas, la ciberdelincuencia, la proliferación de noticias falsas, la vigilancia de las personas, el creciente peso y sesgo de los algoritmos, la trazabilidad y la asunción de responsabilidades.

«Es poco probable que la “nueva IA”, centrada en el uso de técnicas de aprendizaje estadístico para extraer y predecir mejor los datos, arroje principios generales sobre la naturaleza de los seres inteligentes o sobre la cognición».

Noam Chomsky, lingüista, filósofo, politólogo

Sin embargo, a pesar de advertencias y riesgos, la IA se ha convertido en la gallina de los huevos de oro por la que se disputan los emporios tecnológicos. No de balde, Google anunció el 7 de diciembre la llegada de Gemini, un modelo de lenguaje con capacidades avanzadas de razonamiento y la habilidad de comprender texto, audio, imágenes, video y código simultáneamente. Google afirma que Gemini supera a ChatGPT, de OpenAI, en 30 de los 32 puntos de referencia académicos y es el primer modelo de IA en vencer a expertos humanos en estos mismos puntos.

Gemini se lanzará inicialmente en más de 170 países. Viene en tres versiones: Pro, Nano y Ultra, siendo esta última la que aparecerá en 2024 incorporada a varios de los productos y servicios de Google, incluyendo Búsqueda, Anuncios, Chrome y Duet AI. «Esta nueva era de modelos representa uno de los mayores esfuerzos de ciencia e ingeniería que hemos emprendido como compañía», dijo el CEO de Google, Sundar Pichai.

CEO del año

Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI y creador de ChatGPT, fue nombrado el 7 de diciembre CEO del año 2023 por la revista Time, en su tradicional listado anual de personalidades destacadas. La distinción no deja de tener un toque irónico si se tiene en cuenta que menos de un mes antes, el 17 de noviembre, Altman había sido despedido de OpenAI, la compañía que ayudó a fundar.

Ese día, en un breve comunicado, el consejo de administración de OpenAI aseguró haber perdido la confianza en Altman, presuntamente por haberle ocultado información. «La salida del señor Altman sigue un proceso de revisión deliberativa por parte de la junta, que concluyó que no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta, obstaculizando su capacidad para ejercer sus responsabilidades», señaló la publicación en su blog corporativo. «La junta ya no confía en su capacidad para seguir liderando OpenAI».

La separación, no obstante, duró poco tiempo. Inversores de la talla de Microsoft inmediatamente se pusieron a negociar con el consejo administrativo de OpenAI para hallar una salida al problema. La solución se pactó apenas cinco días después y no pudo ser más draconiana. Si el consejo administrativo no quería a Altman, entonces había que deshacer al consejo administrativo. Y así fue.

«Hemos alcanzado un principio de acuerdo para que Sam vuelva a OpenAI como director ejecutivo con un nuevo consejo formado por Bret Taylor (presidente), Larry Summers y Adam D’Angelo», publicó la firma en un mensaje en X. Solo permaneció en su puesto D’Angelo, quién había estado a cargo de las negociaciones.

El reinstaurado CEO celebró el acuerdo con una publicación en su cuenta de X: «Me encanta OpenAI, y todo lo que he hecho en los últimos días ha sido para mantener unido a este equipo y su misión». La reestructuración alcanzada consolida el poder y beneficia los intereses de Altman y de Microsoft, principal socio comercial de OpenAI.

Pasada la breve e intensa tormenta, se manejaron varias hipótesis sobre la verdadera razón del despido de Altman y todo parece indicar que se trató de un conflicto de interés pues el CEO de OpenAI atentaba contra el carácter altruista de la compañía. Si bien no cuenta con ninguna acción a su nombre y no puede enriquecerse por esta vía, sí se beneficiaría económicamente a través de otros canales. Según la revista Wired, en 2019 OpenAI firmó un acuerdo hasta ahora desconocido para gastar 51 millones de dólares en chips avanzados de Rain AI, una startup en la que Altman sí invirtió.

El problema se alcanzaba a leer entre líneas, en el último párrafo del comunicado donde se dio a conocer el cese laboral: «OpenAI se fundó como una organización sin fines de lucro en 2015 con la misión principal de garantizar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad. En 2019, OpenAI se reestructuró para garantizar que la empresa pudiera recaudar capital para lograr esta misión, preservando al mismo tiempo la misión, la gobernanza y la supervisión de la organización sin fines de lucro. La mayoría de la junta es independiente y los directores independientes no poseen acciones en OpenAI. Si bien la empresa ha experimentado un crecimiento espectacular, sigue siendo responsabilidad de la junta directiva promover la misión de OpenAI y preservar sus principios».

Otra hipótesis que parece haber salido de un guion de una película de ciencia ficción apunta a que la antigua junta directiva recibió una carta que puso en alerta a la compañía pues habían hecho un descubrimiento que «podía amenazar a la humanidad». La supuesta misiva daba cuenta sobre la evolución de un algoritmo impulsado con IA que podría ser un punto de inflexión en el desarrollo de la IA general (AGI) pues tenía la capacidad de superar a los humanos en todas las tareas con valor económico, ya que al entrenarlo con enormes recursos computacionales esta IA era capaz de resolver varios problemas matemáticos y, a diferencia de otros modelos que tan solo repiten la información, este podía imitar el razonamiento y la inteligencia humana.

Alianza en la mira

La cercanía extrema y los grandes montos de inversión que ha sostenido Microsoft con OpenAI terminaron por llamar la atención de la Autoridad de Mercados y Competencia (CMA, por sus siglas en inglés) del Reino Unido, que recién inició una investigación sobre la estrategia de alianza entre ambas compañías bajo el argumento de posibles preocupaciones en la competencia de este mercado.

La CMA busca puntos de vista sobre la transacción de 10 mil millones de dólares que la empresa fundada por Bill Gates hizo a la compañía dirigida por Sam Altman. Esta inversión podría representar una «situación de fusión relevante» entre ambos negocios y se debe aclarar si no se incurrió en una adquisición de control, donde Microsoft, tiene influencia material, control de facto o más del 50% de los derechos de voto sobre la OpenAI.

Sorcha O’Carroll, directora senior de fusiones de la CMA, Asimismo, justificó la puesta en marcha de esta investigación por el vertiginoso ritmo de evolución que ha tenido la IA en los últimos meses. «No tiene rival en la historia económica», dijo en torno a los avances de los grandes modelos de lenguaje con los que se desarrollan productos como ChatGPT

Para nadie es secreto que Sam Altman es el hombre de confianza de Microsoft en el seno de OpenAI. Tras su regreso triunfal a la compañía como CEO, Microsoft fue recompensada con un puesto en la junta como miembro sin derecho a voto en asuntos de liderazgo, pero con permiso para asistir a todas las reuniones y obtener información confidencial.

En respuesta a la investigación que inició la CMA, Brad Smith, presidente y vicepresidente de Microsoft, resaltó que su asociación con OpenAI es para fomentar la innovación y competencia de forma independiente entre compañías. «Lo único que ha cambiado es que Microsoft ahora tendrá un observador sin derecho a voto en la junta directiva de OpenAI, lo cual es muy diferente de una adquisición como la compra de DeepMind por parte de Google en el Reino Unido», expresó. E4


Un futuro automatizado… y no tan lejano

La inteligencia artificial (IA) se dirige hacia el desarrollo de sistemas y programas más sofisticados que pueden realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. A medida que la tecnología avanza, se espera que la IA mejore en áreas como el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural, la visión por computadora y la robótica. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA actual está lejos de alcanzar la complejidad de la inteligencia humana y que existen limitaciones en su desarrollo. Por ejemplo, resulta crucial abordar los desafíos éticos y sociales que la IA plantea para garantizar que se utilice de manera responsable y en beneficio de la humanidad.

La IA está en constante evolución y promete tener un impacto significativo en diversas áreas de la vida. En términos económicos, se espera que genere un aumento en la productividad y la eficiencia en las empresas. Un informe reciente de PwC —red líder de servicios profesionales con presencia en 151 países— muestra que para 2025 se espera que la IA contribuya con alrededor de 15.7 billones de dólares a la economía mundial. Esto se debe a su capacidad para automatizar tareas repetitivas y mejorar la toma de decisiones basada en datos. Basta señalar que, en la industria manufacturera, la IA ya ha logrado optimizar los procesos de producción y reducir los tiempos de inactividad. Si bien muchas personas temen un desplazamiento laboral, donde las máquinas sustituyan a los hombres en sus tareas, Ulrich Spiesshofer, presidente y CEO de ABB ha declarado que «los países con la mayor densidad de robots tienen también las tasas de desempleo más bajas. La combinación correcta de tecnología y humanos impulsarán la prosperidad».

«A algunas personas les preocupa que la inteligencia artificial nos haga sentir inferiores, pero cualquier persona en su sano juicio debería tener un complejo de inferioridad cada vez que mira una flor».

Alan Kay, informático y premio Turing en 2003

En el ámbito social, la IA tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de las personas. Los asistentes virtuales, como Siri, Alexa y Google Assistant, son ejemplos de cómo se puede simplificar nuestra vida diaria al responder preguntas, realizar tareas y brindar información útil. Además, la IA se utiliza en sistemas de reconocimiento facial para mejorar la seguridad y en vehículos autónomos para hacer que el transporte sea más seguro y eficiente.

La política tampoco escapa de su influjo. La IA está capacitada para analizar grandes cantidades de datos y proporcionar información valiosa para la toma de decisiones gubernamentales o en tiempos de campaña. También puede ayudar a predecir brotes de enfermedades, mejorar la administración de recursos y optimizar la planificación del desarrollo urbano. En China, se han instalado sistemas de vigilancia basados en IA que monitorean y predicen actividades delictivas en ciudades como Shanghai mientras que investigaciones recientes de la Universidad de Stanford utilizan esta tecnología para detectar enfermedades cardíacas analizando patrones en imágenes médicas.

En cuanto a la cultural, la IA está revolucionando la forma en que se crea y se consume el arte. Actualmente se utiliza en la creación de pinturas y películas, lo que amplía las posibilidades creativas y desafía los límites de la imaginación humana. El Museo de Arte de Tokio utilizó la IA para crear una exposición en la que las obras de arte aparentaban cobrar vida y respondían a las emociones de los visitantes. No solo eso, la composición de música por sistemas de IA, como Jukedeck o Aiva Technologies, ilustran la manera en que la creatividad artificial se integra en la expresión humana.

No obstante, a medida que la IA avanza, surgen desafíos éticos y sociales. Por ejemplo, la privacidad de los datos se vuelve una preocupación importante, ya que la IA requiere grandes cantidades de información personal para funcionar de manera efectiva. Además, existe la preocupación de que la IA pueda reemplazar trabajos humanos y aumentar la desigualdad económica.

En conclusión, si bien la IA promete aportar beneficios significativos en diversos ámbitos, incluyendo la economía, la sociedad, la política y la cultura, es imperativo abordar los desafíos éticos y sociales que surgen con su evolución. E4

Plataformas de IA más populares

NombreCaracterísticas
ChatGPTDiseñada para aprender automáticamente del lenguaje natural que encuentra en línea por lo que no requiere una entrada manual de datos.Puede generar texto en lenguaje que suena natural y coherente para simular una conversación realista con los usuarios.Es capaz de comprender el contexto y la intención detrás de una conversación y así responder de manera más precisa y relevante.Es altamente adaptable y puede ajustarse para satisfacer las necesidades específicas de un usuario o empresa
ChatSonicFunciona mediante el buscador y la base de datos de Google.Se encuentra siempre conectado a la red para ofrecer resultados con datos actuales.Permite la generación de imágenes y recursos visuales mediante potentes motores de IA.
Bing ChatCuenta con una interfaz de chat que hace sentir al usuario que está conversando con alguien.Se puede dar retroalimentación al sistema sobre la calidad de su respuesta.El uso del sistema no depende de la cantidad de usuarios conectados; siempre está disponible. Está integrada con Dall-e, por lo que el usuario también puede crear imágenes con base en palabras clave.
ElicitEs una herramienta de búsqueda diseñada para automatizar flujos de trabajo en la gestión de información. La plataforma opera mediante un modelo de lenguaje semántico.Aprende del uso que el usuario hace de su buscador para ofrecer resultados que se ajustan a sus elecciones de fuentes de información. Está dedicada a la investigación académica y científica, por lo que sus resultados son altamente confiables.
SocraticEs una aplicación móvil, por lo que solo funciona en Android y OS de Apple.Está construida para la educación, por lo que cuenta con gráficos y explicaciones visuales de muchos de los contenidos.No solo funciona mediante entrada de texto, sino que también puede emplear la cámara de tu dispositivo móvil para que el sistema reconozca caracteres y ofrezca soluciones automáticamente.Trabaja de la mano con YouTube, así que el usuario puede extender su conocimiento mediante la consulta de videos recomendados.

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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