La imagen por encima del desastre

Ya llevamos ocho meses de pandemia en Coahuila (el primer caso positivo se confirmó justamente en Torreón) y es fecha que no hemos recibido cuentas claras de parte del estado en cuanto a sus gastos y estrategias para hacer frente a esta crisis de salud y economía que ya afecta a cientos de familias en la entidad.

Lo que sí vemos es al gobernador Riquelme, su fotografía, spots, y declaraciones por todos lados. Y justamente antes de las pasadas elecciones para renovar al Congreso del Estado, su figura fue mucho más visible y esto se refleja en el gasto: casi 416 millones de pesos en publicidad y comunicación social en los primeros nueve meses del año. Según el presupuesto 2020, al gobernador le quedarían solamente 79 millones para dosificar en los meses restantes del año.

Mientras la pandemia tuvo espacio para crecer en la entidad, porque aún había camas disponibles en hospitales, los subcomités regionales se convirtieron en aparadores políticos del gabinete de Riquelme en todo el estado. No asombra, pues, que recientes encuestas tomen ya en cuenta a Román Alberto Cepeda, secretario del trabajo, como posible candidato a la alcaldía de Torreón. Antes del día de los comicios, la consigna parecía contener la alarma y permitir la apertura de todos los sectores económicos que representaban prebendas para el partido, en supuesto beneficio de la economía pero sin argumentos científicos sanitarios que lo respaldaran.

A nivel nacional, la figura más relevante alrededor del tema de la pandemia ha sido el Dr. López-Gatell, epidemiólogo que ha desgastado su perfil como especialista por tomar posturas políticas respecto a ciertas decisiones. En Coahuila, por todo el estado se conoce el rostro de Román Alberto, y rara vez escuchamos siquiera una declaración del encargado de la salud de los coahuilenses, el Dr. Roberto Bernal Gómez.

De hecho, en las reuniones del Subcomité, el vocero oficial es el propio gobernador y no sabemos de la integración de comités o grupos de expertos para la toma de decisiones sanitarias.

Pertenecer y protagonizar la Alianza Federalista con el fin de reclamar más recursos federales para el estado, ha sido otra vitrina para promover la imagen del que seguramente aspirará a la presidencia del país por su partido. Sin embargo, el exceso en sus gastos publicitarios ha permitido que los diputados federales de Morena cuenten con un argumento de descalificación casi inmediato, que a los ojos de la ciudadanía parece contundente: si el gobernador de Coahuila necesita más dinero para el desarrollo del estado, que corte primero su gasto más innecesario.

No olvidemos que la rendición de cuentas es una obligación de todos los niveles de gobierno. En medio de una catástrofe como la que estamos viviendo, las autoridades estatales que han estado en la mira por tejer redes de corrupción y endeudarnos, están especialmente obligados a informar no sólo en pesos y centavos, sino en razones y explicaciones más allá de toda duda razonable sobre las decisiones que se toman a diario, y nos afectan a todos los ciudadanos.

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