La Internacional Progresista

El mundo sostiene un gran debate, ¿acaso el sistema económico y político de las últimas cuatro décadas, el neoliberalismo, el que ha sido puesto en cuestión por la pandemia mundial del coronavirus, debe terminar de destruirse y dar lugar a la intervención del Estado democrático a fin de que detenga la extinción de la humanidad y el planeta?

El pasado mes de mayo, 40 intelectuales de todo el mundo, entre los que se encuentran Noam Chomsky, Naomi Klein, Yanis Varoufakis, Fernando Haddad y otros, fundaron la Internacional Progresista (IP), ellos afirman que ante la crisis sanitaria y la subsecuente crisis económica es necesario y urgente que las fuerzas progresistas del mundo se unan para apoyar y sostener un Estado de bienestar, que defienda los derechos laborales, la cooperación entre países y pugne por la consolidación de un mundo más democrático, igualitario, ecologista y pacífico, en el que prevalezca la economía colaborativa.

Exponen los fundadores de la Internacional Progresista que ahora, como nunca, es necesaria la solidaridad mundial que ha sido la gran ausente en esta etapa de pandemia, y mientras las potencias de la derecha y sus aliados corporativos, los especuladores financieros y las empresas transnacionales sacan provecho, actúan y avanzan en su agenda de explotación, intolerancia y xenofobia, las fuerzas mundiales de izquierda se mantienen irresolutas, sin una infraestructura que las cohesione, mientras el capitalismo de desastre va en aumento, golpeando enérgicamente a los más pobres.

David Adler, coordinador general de la Internacional Progresista expone que la idea fuerza es simple: «fomentar la unión, la coordinación y movilización de activistas, asociaciones, sindicatos, movimientos sociales y partidos en defensa de la democracia, la solidaridad, la igualdad, la sustentabilidad y frenar el avance del autoritarismo».

Se enfatizan los efectos y problemas fatales que ha creado la hiperglobalización, tales como la erosión del poder del Estado y su reducción a Estado mínimo; el fracaso del sistema de producción «Justo a Tiempo»; la catástrofe de las instituciones públicas por el impulso a la privatización generalizada por casi 50 años. El descuido y las omisiones interesadas, deliberadas y discrecionales en las instituciones de salud y educación son el ejemplo perfecto. La erosión del sector salud ha sido aniquilador para enfrentar la pandemia.

La IP pretende implantarse en donde activistas y organizadores del mundo se unan para compartir recursos, intercambiar herramientas, organizar acciones que trasciendan las fronteras y trabajar por una solidaridad firme y vigorosa.

Los valores que promueve la IP para un nuevo mundo son: democracia, con la que las personas puedan dar forma a sus instituciones. Descolonización, que cada nación decida el destino colectivo sin opresión. Ecología, para que los humanos vivan en armonía con su hábitat. Poscapitalismo, que elimine el culto al trabajo y recompense todas las formas laborales, además que sea libre, justo, igualitario, sustentable, entre otros.

La humanidad ha traspasado los límites planetarios. Hemos alterado los ciclos del carbono (emisiones de CO₂ y otros gases de efecto invernadero), los ciclos de fósforo y nitrógeno (debido a su uso excesivo como fertilizantes), hemos contaminado los sistemas terrestres, acuáticos y la atmósfera, entre otros efectos perjudiciales de nuestra actividad.

Hemos alterado el 55 % de los ecosistemas terrestres, además hemos llenado de basura la superficie de una parte de los ecosistemas oceánicos, el plástico inunda la tierra y los mares.

Cualquiera que se interese por mantener la vida de nuestro hogar común puede pertenecer a la IP, inscribiéndose en su web. La sobrevivencia y avance será posible gracias a los donativos voluntarios de los miembros.

Mujeres geniales, Enheduanna

Enheduanna es una de las primeras mujeres notables de quien se tiene memoria, se estima que vivió en los años 2,200 antes de nuestra era, nacida en Acadia. Es una de las mujeres sobresalientes registrada en la historia, fue princesa, sacerdotisa, poeta y escritora, su nombre se interpreta como «adorno del cielo», sus obras se conservan en la que se cree fue la primera forma de escritura, la cuneiforme, un sistema de marcas con forma de cuña que se grababan en tabletas de arcilla.

En 1927, en las arenas del desierto de Irak, los arqueólogos encontraron fragmentos de tablillas que incluían imágenes de una mujer que tenían inscrito el nombre de Enheduanna y contenían himnos, poemas, canciones e historias; ella es prístina como sacerdotisa y su existencia ha sido probada por los estudiosos de la historia y la arqueología, su vida y obras reflejan el tema de la educación femenina en la antigua Mesopotamia.

Eduardo Galeano escribió en su obra Los hijos de los días: «Enehuana vivió en el reino donde se inventó la escritura, ahora llamado Irak, y ella fue la primera escritora, la primera mujer que firmó sus palabras, y fue también la primera mujer que dictó leyes, y fue astrónoma, sabía de estrellas, y sufrió pena de exilio, y escribiendo cantó a la diosa Inanna, la luna, su protectora, y celebró la dicha de escribir, de lo que dijo, ‘es una fiesta, como alumbrar, dar nacimiento y concebir el mundo’».

Enheduanna escribió numerosas obras literarias, entre ellas dos himnos dedicados a Inanna, la diosa mesopotámica del amor. Sus escritos son profundamente personales y contienen numerosos datos biográficos. Además, se le atribuye la autoría del mito de Inanna y Enki, una colección de 42 himnos. La obra de Enheduanna conocida como los himnos del templo concluye con una afirmación sobre su originalidad: «El compilador de las tabletas fue Enheduanna. Mi rey, se ha creado algo que nadie ha creado antes».

Que Enheduanna sea identificada como la autora de esas obras es significativo debido al anonimato que rodeaba frecuentemente las creaciones de otros autores anteriores. Las tradiciones de la escritura en el mundo antiguo son a menudo consideradas una labor exclusivamente de hombres, pero la obra de Enheduanna es una parte fundamental de la rica historia literaria de la antigua Mesopotamia.

En sus himnos, la sacerdotisa comenta los desafíos de encapsular las maravillas divinas en el mundo de la palabra. Describe las prolongadas horas que pasaba trabajando sobre sus composiciones durante la noche para que fueran interpretadas en el día. Los frutos de su trabajo están dedicados a la diosa del amor. Su poesía tiene una calidad reflexiva que enfatiza las cualidades superlativas de su musa divina, mientras también resalta las habilidades que se necesitaban para las composiciones escritas (BBC).

Los estudiosos de la biografía de la princesa Enheduanna consideran que la alabanza a las deidades celestiales ha sido un reconocimiento en el campo de la astronomía moderna

Las descripciones de las medidas estelares, se consideran posiblemente como las primeras observaciones científicas del cielo. De hecho, en 2015 un cráter en Marte fue bautizado con el nombre de la sacerdotisa.

La obra de la escritora y poetiza ha legitimado su existencia como una mujer de ciencia, es la primera autora literaria con nombre propio, una personalidad poderosa, su devoción y alabanza a los dioses del amor continúa teniendo eco a través de los tiempos, 4,000 años después de que ella lo escribiera en unas tablas de arcilla.

Posdata

Me uno al grito de las mujeres de Coahuila y de México: «JUSTICIA PARA ALONDRA. NI UNA MÁS».

Licenciada en sociología por la UANE, Saltillo. Ha cursado estudios de Maestría en sociología, con especialidad en ciencia política, UNAM. Posee varios diplomados, entre los que destacan Análisis Político, en la UIA; El debate nacional, en UANL; Formación de educadores para la democracia, en el IFE; Psicología de género y procuración de justicia. Colabora en Espacio 4, Vanguardia y en otros medios de comunicación.

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