La segunda triada de obispos en Saltillo

Con el nombramiento de monseñor Hilario González García como nuevo obispo de Saltillo, esta es la segunda vez que en la diócesis se cuenta con tres sacerdotes que al mismo tiempo ostentan la misma potestad apostólica de obispo, aunque no de autoridad; además, cabe observar que en ambos casos participa monseñor Francisco Villalobos.

Junto a González García, la triada actual la complementan el obispo emérito Francisco Villalobos Padilla (99 años de edad), y el obispo emérito y ahora administrador diocesano Raúl Vera López (75 años). La ocasión anterior en que esta diócesis también contó con tres obispos vivos fue entre los años de 1969 a 1972, periodo en que monseñor Luis Guízar Barragán tuvo el apoyo de dos auxiliares: Manuel Samaniego y Francisco Villalobos.

En una transmisión a través del canal de Facebook de la Diócesis de Saltillo realizada en junio pasado, cuando Raúl Vera hizo público que ya había enviado su renuncia al papa Francisco —en cumplimiento a lo que establece el derecho canónico para todo obispo que cumple 75 años de edad—, a la curiosidad de su audiencia que le preguntó si era posible que en la diócesis hubiera dos obispos eméritos, respondió: «¡Hasta tres!… A mi me ha tocado ver que a las reuniones del Episcopado llegan tres obispos eméritos de una sola diócesis tan frescos y rozagantes. La cantidad de obispos eméritos en una diócesis solamente la determina la longevidad que Dios nos regale a cada quien».

En otro aspecto, según datos de la Diócesis de Saltillo, fue precisamente un obispo de Linares el primero que gobernó a esta feligresía coahuilense, hace 159 años. Se trató del canónigo don Santiago Garza Zambrano, quien, igual que González García, también nació en Monterrey.

«Mis primeras palabras para Saltillo son de cariño, porque quiero que juntos conozcamos qué es lo que Dios quiere para la Diócesis y para mí. Quiero estar pronto allá y conocerlos».

Monseñor Hilario González García

En cumplimiento a una orden del entonces papa León XIII, fue el 30 de octubre de 1891 cuando monseñor Garza Zambrano ejecuta la erección de la Diócesis de Saltillo y, desde luego, en esa misma fecha la entonces parroquia de Santiago Apóstol, ubicada en el centro de la ciudad, se convirtió en catedral.

Tras su designación, Hilario González García se convierte en el séptimo obispo local, los anteriores fueron:

Santiago De La Garza Zambrano, nació en Monterrey el 31 de octubre de 1837, asumió el 30 de octubre de 1891.

José María de Jesús Portugal, nacido en la Ciudad de México el 24 de enero de 1838, y tomó posesión el 4 de abril de 1899.

Monseñor Jesús María Echavarría, nació en Bacubrito, Sinaloa, en 1858, obispo local desde el 27 de marzo de 1905, estando en funciones hasta 1954

Luis Guízar Barragán, de Cotija, Michoacán, quien fue nombrado coadjutor en 1938, y ejerció como titular de 1955 a 1975.

El 28 de octubre de 1975 tomó posesión Monseñor Francisco Villalobos Padilla, nacido en 1921 en Guadalajara.

El 20 de marzo del 2000 fue consagrado obispo local fray Raúl Vera López, quien nació en Acámbaro, Guanajuato.

Hilario González García, nació el 19 de junio de 1965. Es Ingeniero en Computación Administrativa por la Universidad de Monterrey. Ingresó al Seminario de la Arquidiócesis de su ciudad en agosto de 1986. En la Universidad Pontificia de México obtuvo el Bachillerato en Teología y la licenciatura en Filosofía. Se ordenó sacerdote el 15 de agosto de 1995 en Monterrey.

Tan pronto como le informaron del nombramiento del obispo que lo supliría en funciones en Saltillo, monseñor Vera manifestó su beneplácito y le dio la bienvenida. «Oremos por el #ObispoElecto #HilarioGonzálezGarcía, para que el Señor lo ilumine y le llene el corazón de todas las virtudes que necesitará para ser pastor de la Diócesis de Saltillo, pide Monseñor Raúl Vera, obispo emérito de Saltillo» (22.11.20), se publicó en la cuenta de Twitter de la Diócesis.

Vera López deja a su sucesor una provincia con una gran pastoral social comprometida con la migración, los trabajadores y las mujeres. Al final de su misa el domingo pasado, fray Raúl dijo a los presentes: «…pues yo sí les voy a decir, ahora sí con mucha insistencia, recen por mí, para que Dios me ilumine; yo quiero seguir sirviendo a la Iglesia de Cristo… que yo sepa hacer las cosas que Dios quiere que haga… Recen por mí».

González García, quien viene a gobernar una provincia de un millón y medio de pobladores después de estar al frente de la de Linares con 300 mil habitantes, comentó a Zócalo Saltillo (22.11.20) que «se define como “un norestense de corazón”, y la cultura de esta región es casi la misma en todas las ciudades. Entonces, me gustará.

»Saltillo será un reto porque provengo de una diócesis rural y pequeña que no cuenta con todas las pastorales que tiene Saltillo, pero no me preocupa porque tengo el compromiso de aprender».

Su arribo a esta ciudad se ha anunciado para enero de 2021, una vez que concluya el proceso de entrega y recepción en Linares. Dijo que sus primeras palabras para los saltillenses son «de cariño, porque quiero que juntos conozcamos qué es lo que Dios quiere para la Diócesis y para mí. Quiero estar pronto allá y conocerlos». E4

Es ingeniero egresado de la Universidad Autónoma de Chapingo con especialización en el área de Economía. Ha ejercido el periodismo en Saltillo. Trabajó en El Diario de Coahuila; se desempeñó como editor, diseñador, fotógrafo, redactor de editoriales y artículos de economía, industria automotriz, cultura e historia de Saltillo en el periódico Vanguardia.

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