Panista distinguido, político intachable y un constante defensor de la educación que él mismo practicó como docente
Político honrado y funcionario capaz, son dos figuras que rara vez se encuentran en una sola persona en la actualidad. Juan de Dios Castro Lozano logró ser ambas, por eso duele tanto su pérdida.
Afiliado al Partido Acción Nacional (PAN), Castro Lozano desarrolló, a lo largo de su vida, una fructífera carrera. Logró ser diputado federal en cuatro ocasiones, senador en dos legislaturas, subprocurador de Derechos Humanos, Atención a Víctimas y Servicios a la Comunidad de la antigua Procuraduría General de la República, ahora Fiscalía General, y consejero jurídico del Ejecutivo federal en las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Lo curioso es que, a pesar de haber gozado de una trayectoria política y judicial exitosa, Castro Lozano siempre se sintió más identificado con el arte de la enseñanza. Así lo confirmó su hijo Israel Castro Muñoz al compartir en redes sociales una de las tantas anécdotas de su padre: «Una vez le preguntaron a mi papá cuál era el rol que le dio mayor satisfacción en su carrera profesional: político, abogado o maestro. Él contestó que su vocación era ser profesor».
Egresado de la Universidad Autónoma de Coahuila, donde se graduó con excelentes calificaciones, constantemente se mantuvo vinculado a la educación. En aras de impulsarla fundó el Instituto Comercial Mexicano, en 1962; la Escuela Secundaria Vasco de Quiroga, en 1965 y la Escuela Preparatoria Vasco de Quiroga, en 1982. Todas en el municipio de Lerdo.
Desafortunadamente, a los 72 años de edad, Castro Lozano no pudo superar el virus que ya ha cobrado más de 100 mil muertes en el país. Su fallecimiento no pasó inadvertido en ninguno de los niveles donde logró plasmar su huella. Dirigentes del PAN, gobernadores y alcaldes lamentaron su partida. El propio expresidente Felipe Calderón, publicó en su cuenta de Twitter: «Me entero con profunda tristeza de la muerte de otro de los grandes constructores de democracia: Juan de Dios Castro, lagunero, abogado, juez, legislador, tribuno, hombre recto, maestro, gran ser humano. Mi más sentido pésame a su familia. Víctima del torpe manejo del COVID».
Su condición de hombre recto superó con creces sus aciertos profesionales. Y aunque, debido a la contingencia sanitaria, su cuerpo no pudo ser velado, su memoria y acciones nos acompañarán siempre en el camino. E4