La transición de las alcaldías

Por estos días se están celebrando en nuestro estado, concretamente en los diversos municipios, las reuniones de los equipos de transición de los alcaldes que dejarán el puesto y quienes los tomarán a partir de enero del siguiente año.

Una vez que llegue el momento de entrar en funciones es imperativo que dentro de la conformación de los funcionarios de primera línea se comprenda muy bien que uno de los puestos más importantes, por no decir el más importante, es sin duda el del tesorero, quién realmente es el guardián de los caudales provenientes de los impuestos y participaciones que servirán para costear las obras públicas y realizar los servicios, pues hoy en día en cualquier rama de la actividad, el dinero es pieza fundamental y palanca que permite que la tarea para el desarrollo se lleve en tiempo por caminos en donde se finque el avance del municipio.

Es sumamente de vital importancia establecer que el gabinete que cada alcalde designe sea heterogéneo, es decir, que esté conformado por profesionales de diversas disciplinas con el objeto de que le den sentido de equipo bien cohesionado, de manera que con el tiempo esté exento de rivalidades que originen un desbalanceo en la estructura municipal y frene el adelanto de la administración.

El ritmo que siga cualquier municipio para su desarrollo debe estar basado en una política económica dirigida por un activo con gran experiencia en esa materia, que sea sustentada en una planeación a largo plazo, es decir, que conciba las bases que miren hacia el horizonte con el fin de que los siguientes presidentes municipales encuentren un sostén que los inspire a trabajar arduamente en sus respectivas administraciones.

Las necesidades infortunadamente siempre rebasarán los recursos económicos que manejan las haciendas públicas, por lo tanto es difícil zanjarlas dentro de una administración ya que en su escala como órgano de gobierno, es la más modesta en cuanto a dineros y atribuciones, a más de estar bajo la férula de los otros dos niveles de gobierno, por eso mismo el manejo del patrimonio público debe ser escrupuloso que derive de una honestidad a toda prueba proveniente de una persona íntegra, pues en contrapartida dañaría la hacienda del municipio ya de por sí exigua.

Es cierto que cada localidad tiene su propia esencia, su propia historia, sus propios problemas y que de acuerdo a su tamaño son sus preocupaciones, mismas que corresponderán ser atendidas por elementos públicos cuya estructura laboral debe dar respuesta a la solución de los problemas que para mayor efecto sean acompañados de la voluntad de hacerlo.

El Plan Municipal de Desarrollo es un instrumento de planeación en el que se identifican las prioridades, se presentan los objetivos y se integran las estrategias y líneas de acción que la administración pública lleve a cabo para el logro de los objetivos, por lo tanto es fundamental que en la elaboración de esos planes de desarrollo municipal se contemplen las carencias y necesidades que cada localidad presenta, y que aunque es difícil que alcancen algunas una solución en su totalidad por razones de tiempo y dinero, es importante que al confeccionarlos se pueda ubicar perfectamente la diferencia entre lo importante y lo urgente.

Los alcaldes que empiecen su trabajo el primero de enero próximo es conveniente que tengan la sensibilidad de constituir una gobernanza de respeto y de congruencia participativa en su relación entre gobernantes y gobernados, de manera que el trabajo que emprenda la autoridad arroje buenos resultados, con el fin de que entre ambos bandos se funden caminos de progreso que provoquen ambientes de bienestar en general.

Deseamos que este periodo de entrega recepción se logre pasar la estafeta en orden y sin contaminaciones severas que en un momento dado puedan dificultar el inicio de los nuevos gobiernos municipales.

Se lo digo en serio.

Autor invitado.

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