Forzados por el INE, los partidos deberán postular candidatas para contender en siete de los 15 estados que renovarán el cargo el 6 de junio. La lista nominal de electores tiene mayoría femenina, pero en una sociedad conservadora se vota más por los hombres, dice analista
Presupuesto con sentido de género
En un país con más de 126 millones de habitantes, de mayoría femenina (51.2%) y 32 estados, solo dos mujeres son gobernadoras. Para hacer efectiva la paridad de género, el Instituto Nacional Electoral (INE) obligó a los partidos a postular a siete mujeres para los comicios del 6 de junio en los cuales se renovarán, entre otros cargos, 15 gubernaturas. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) había revocado el acuerdo del INE, pero terminó por validarlo.
El paso es significativo, pues la fórmula se aplicaba solo para alcaldías y diputaciones —locales y federales y senadurías—. El principio cuestiona la lógica androcéntrica en la participación política y pone a debate la necesidad de que el ejercicio del poder sea practicado democráticamente por mujeres y hombres en condiciones de igualdad.
La lucha por la equidad y paridad de género es añeja. En 1917, una de sus precursoras, Hermila Galindo (Lerdo, Durango, 1886-1954), secretaria particular del presidente Venustiano Carranza, envió al Constituyente un documento para abogar por «los derechos políticos de las mujeres». Consideraba de estricta justicia que la mujer tuviera voto en la elección de autoridades, «porque si tenemos las mismas obligaciones que el varón ante la sociedad, razonable es que también tengamos los mismos derechos».
Han pasado más de 100 años desde entonces. En ese lapso, arduo y fatigoso, no solo se consiguió el voto femenino, sino también que las mujeres pudieran postularse a cargos públicos. Galindo fue la primera en competir por una diputación; no ganó, pero después de ella habría legisladoras, alcaldesas y unas cuantas gobernadoras. Y aunque no se ha conseguido la alternancia de género en la presidencia, seis mujeres han sido candidatas.
Hazaña pendiente
Una encuesta de De las Heras Demotecnia sobre las elecciones del 6 de junio refleja el contexto machista en nuestro país. Aunque el 45% de la muestra considera conveniente que las mujeres tengan mayor participación en la política, sólo el 11% acepta que sea en cargos importantes.
La empresa señala que, si bien para el 60% la participación femenil en campos como la ciencia es útil y necesaria, la mayoría (94%) considera que su prioridad debe ser la atención a la familia y el cuidado del hogar.
Tal mentalidad también permea en las urnas. El 6 de junio próximo se elegirán 500 diputados federales, 15 gobernadores, 30 congresos locales y cerca de dos mil alcaldías. En todos los casos habrá mayor presencia femenina en las boletas. Al 22 de enero, de los 94 millones de posibles votantes, 48.5 millones son mujeres (52%).
Si se toman en cuenta las elecciones presidenciales, ¿por qué no ganan las mujeres? «Vale la pena preguntarnos si los resultados se deben simplemente al hecho de que las candidatas son mujeres o hay otros factores que determinan el resultado… con las cifras vigentes, si fuera una cuestión exclusivamente de género, tal vez ya se hubiera logrado la hazaña», comentó la analista Xóchitl Pimienta Franco (Forbes, 25.04.18).
«Con las cifras vigentes, si (elegir a una mujer presidenta) fuera una cuestión exclusivamente de género, tal vez ya se hubiera logrado la hazaña».
Xóchitl Pimienta Franco
Este año, igual que en 2018, con el 52% de mujeres en la lista nominal, será posible ratificar o rectificar la preferencia por quienes aspiran a un cargo de elección popular. Sin embargo, los lastres políticos influyen y no distinguen género. Pimienta deduce que nuestra sociedad «es aún conservadora, llena de miedos, de vicios y prejuicios por los cuales la causa feminista es muchas veces despreciada por las mismas mujeres».
Llama la atención la diferencia entre las dos gobernadoras en el país: Claudia Sheinbaum (Morena) en Ciudad de México y Claudia Pavlovich (PRI) en Sonora. Mientras la primera tiene más mujeres (11) en su gabinete que hombres (9), la segunda margina a su género, pues las 14 secretarías o su equivalente las ocupan hombres. La única mujer es su jefa de oficina.
La misma tónica se observa en la mayoría de los estados, sin importar el signo del partido gobernante. En el gabinete del gobernador Miguel Riquelme (PRI), la proporción es de dos a uno. En Jalisco (Movimiento Ciudadano), 19 secretarías las ostentan hombres, y siete, mujeres; en Chihuahua la brecha se ahonda: 12/4, pero en Nuevo León es mayor de seis a uno (13/2).
En cambio, el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador es el primero donde las mujeres tienen un papel relevante. No solo por su número —nueve secretarias de Estado, apenas una menos que los hombres—, sino por la responsabilidad: Gobernación, Educación, Seguridad, Energía, Economía, Trabajo, Función Pública, Medio Ambiente y Cultura.
Padrinazgos políticos
México eligió en 2018 un Congreso paritario, lo cual se consideró un hito. El hecho es resultado de una serie de reformas que permiten postular a un mayor número de mujeres. Se trata de una corriente mundial para imponer un cambio en el mapa político y acercarse cada vez más a la igualdad de género.
En general, casi todos los países han registrado un incremento en el número de parlamentarias desde 1997, cuando la Unión Interparlamentaria (IPU, por sus siglas en inglés) empezó a llevar registro. En Estados Unidos, un año después de la derrota de Hillary Clinton frente a Trump, en 2016, hubo más mujeres en competencia por puestos en el gobierno.
Salvo excepciones, la mayoría de los países nunca han sido gobernados por una mujer. En México seis candidatas —una de ellas en dos ocasiones— han buscado la presidencia sin conseguirla desde hace más de 30 años.
La primera en postularse para la presidencia, en 1982, fue Rosario Ibarra de Piedra, abanderada del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Solo consiguió el 1.7% de los sufragios frente al priista Miguel de la Madrid Hurtado, quien obtuvo el 71%. En 1988 repitió el intento por el mismo partido, pero no completó ni el 1%. Tras la victoria de Carlos Salinas de Gortari, ella se sumó a las acusaciones de fraude.
«Hay décadas y décadas de evidencia de que a menos que tengan que hacerlo, los partidos no eligen candidatas mujeres o no la cantidad que nos gustaría».
Susan Franceschet
Cecilia Soto González (PT) y Marcela Lombardo Otero (PPS) compitieron en 1994. Captaron el 2.7% y el 0.47% de votos respectivamente, frente al 48% de Ernesto Zedillo (PRI). En 2006, Patricia Mercado (PAS) recibió el 2.7% de la votación frente al 35.9% de Felipe Calderón (PAN). En 2012, Josefina Vázquez Mota (PAN), quien tenía posibilidades de ganar, quedó en tercer lugar con 25.6% de votos, lejos de Peña Nieto (38.2%, PRI). Margarita Zavala (independiente) no llegó a la elección de 2018, pues renunció.
De acuerdo con el Centro de Investigación Pew, en 2017, 56 de 146 países estudiados por el Foro Económico Mundial tuvieron una jefa de gobierno o de Estado por lo menos un año en la última mitad de siglo. En 31 de estos casos, las mujeres se mantuvieron en el cargo por cinco años o menos; y en 10, solo uno.
Angela Merkel es actualmente la jefa de gobierno que más tiempo ha estado en el cargo. La canciller alemana dirige las riendas de su país desde 2005, pero no se presentará para las elecciones de este año.
Susan Franceschet, directora de Ciencias Políticas de la Universidad de Calgary, en Canadá, cree que hay «décadas y décadas de evidencia de que a menos que tengan que hacerlo, los partidos no eligen candidatas mujeres o no la cantidad de mujeres que nos gustaría». Las cuotas tienen, según Franceschet, un «efecto contagio», porque si un partido lo hace los otros se sienten obligados a hacer lo mismo para no verse rezagados.
Mientras una mujer asume la presidencia por la vía del voto, su acercamiento indirecto como secretaria de Gobernación, en el caso de Olga Sánchez Cordero, en México, o vicepresidenta, Kamala Harris en Estados Unidos —ambas las primeras en ocupar ese cargo—, abre una gran oportunidad para que el electorado se familiarice con una figura femenina a ese nivel y considere la posibilidad de votar por una mujer, apunta. «A ello contribuirá lo muy bueno o malo de su desempeño. Aun así, luce difícil que una candidata gane la presidencia en estos países sin “padrinos políticos” o sin el trabajo permanente de las organizaciones de mujeres», concluye.
¿Política feminista?
El mayor avance consiste en haber conseguido que la actual legislatura federal (LXIV) sea la más paritaria de la historia. El 49.2% de la Cámara de Diputados está compuesto por mujeres. En el Senado, la proporción es de 51/49% en favor de ellas. En otros ámbitos también hay progresos.
Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores (SRE), declara que México se encuentra a la cabeza en la participación de la mujer en política. El canciller compartió en su cuenta de Twitter una gráfica sobre el porcentaje de mujeres legisladoras y ministras en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La imagen la acompañó con la leyenda: «Política feminista, México es el número uno».
En la clasificación de la OCDE, Suecia, Finlandia, España, Noruega y Alemania superan el promedio. Australia, Israel, Polonia, Estonia, Canadá y Estados Unidos están por debajo. La publicación de Ebrard no pasó desapercibida. Usuarios de Twitter replicaron que la participación de la mujer en cargos públicos no es suficiente para garantizar sus derechos.
«El número de mujeres en política no equivale al alcance de conquistas feministas. Lo dice una mexicana feminista que vive en Finlandia», contestó la usuaria @nadianava12 al canciller. «La estadística se refiere al número de mujeres parlamentarias y en ministerios, lo cual no tiene una relación directa con políticas y prácticas de equidad de género», agregó.
Cristina Salmerón, colaboradora en ONU Mujeres, señaló que casos como el de la senadora Lilly Téllez, tránsfuga de Morena y ahora militante del PAN, no aportan al objetivo y suponen un retroceso para el feminismo en México. «Es bueno que haya más mujeres en la política, pero mejor sería que actuaran con perspectiva de género. Con legisladoras como Lilly Téllez se pierden derechos y hay retroceso en las batallas ganadas», escribió.
Camila Martínez, cuyo video sobre las casas de campaña del Frente Nacional Anti AMLO (Frenaaa) vacías en el Zócalo se hizo viral, considera que, si bien la participación de las mujeres en política es un logro importante, el esfuerzo no es suficiente. «Es necesario entender que llegar a un cargo público no debe ser para beneficio personal, sino para el de las y los votantes; no es para quejarse, sino para actuar contra lo que todas nos quejamos». E4
El 6 de junio se eligirán:
- 500 diputados federales
- 1,063 diputados de 30 congresos locales
- 1,926 ayuntamientos y juntas municipales
- 15 gubernaturas. Cada partido deberá postular al menos a siete mujeres.
Padrón electoral 2021
(millones de votantes registrados)
- Mujeres 48.5
- Hombres 45.5
Poder femenino en la 4T; nueve secretarias
Olga Sánchez | Gobernación |
Rosa Rodríguez | Seguridad |
Ma. Luisa Albores | Medio Ambiente |
Rocío García | Energía |
Tatiana Clouthier | Economía |
Irma Sandoval | Función Pública |
Luisa Ma. Alcalde | Trabajo y Prev. Social |
Delfina Gómez | Educación |
Alejandra Frausto | Cultura |
Presupuesto con sentido de género
El presupuesto federal 2021 para temas de paridad de género y contra la violencia hacia las mujeres es por 128 mil millones de pesos. El monto es 20% mayor en términos reales respecto a 2020 sin descontar la inflación. No obstante, la mitad del gasto «para mujeres» está dentro de un programa que no es exclusivo para ellas. Se plantea entregarlo de manera directa a las beneficiarias (subsidio) y no como parte de una política pública.
De acuerdo con el Instituto de las Mujeres, un presupuesto público pro equidad de género no tiene por qué ser específico para mujeres, sino que debe constituirse en un programa que reconozca:
1). Las construcciones de género como normas que rigen las relaciones sociales.
2). Las diferentes posiciones y condiciones que mujeres y hombres tienen en la sociedad como producto de las relaciones genéricas.
3). La existencia de desigualdades económicas, sociales, políticas y culturales entre hombres y mujeres, resultantes de las relaciones genéricas.
4). Las diferentes necesidades de bienes y servicios públicos en mujeres y hombres por sus posiciones y condiciones desiguales, generalmente desfavorables a ellas.
Eufemia Basilio Morales, analista del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, plantea en un estudio que, si bien los subsidios no son negativos, «muchos de los programas asistencialistas no tienen reglas de operación y no se enfocan en aminorar las desigualdades de género». Lo que más se necesita, añade, son políticas públicas, y que, como parte de la transversalidad de la perspectiva de género, en la elaboración del presupuesto se consideren acciones que promuevan la igualdad en todas las secretarías de Estado.
En 2021 la bolsa más grande en términos de género se la lleva la Secretaría de Bienestar, con 71 mil 800 millones de pesos (56% del total). Y de ese monto, 59 mil 200 millones son para el programa de Pensión para el Bienestar de Personas Adultas.
Para pagar los apoyos económicos a las personas adultas, se destinará un 46% del presupuesto total supuestamente destinado para acciones de género, dice Basilio. «Lo mismo pasaba en el presupuesto de egresos de 2020, en el que 7 de cada 10 pesos fueron a programas sociales sin enfoque exclusivo en mujeres, tales como Jóvenes Construyendo el Futuro o el Programa de Becas Elisa Acuña. También, el programa Sembrando Vida fue agregado por primera vez al apartado de género, con más de 8 mil 500 millones de pesos, donde 7 de cada 10 beneficiarios de estos programas son hombres», explica. E4
Pro-equidad
Gasto 2021 con etiqueta «de género» en millones de pesos | |
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Secretaría del Bienestar | 71 mil 779 |
Secretaría del Trabajo | 10 mil |
Prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres | 51 |
Construcción y equipamiento de centros de Justicia para las Mujeres | 122 |
Instituto Nacional de las Mujeres | 830 |