Lo que no se puede decir

Se puede decir… que doña Claudia sigue recibiendo «ataques»

Pero no se puede decir… que son gajes del «oficio». Se supone que para andar en la política de altos vuelos, tiene el estómago para digerir cualquier señalamiento o ataque a su persona, y tener la suficiente fuerza para aguantar y soportar toda la avalancha de lodo que se le viene encima, ya que es muy difícil que esté limpia de polvo y paja, al desenvolverse en ese sucio ambiente , y por lo que se palpa, existe en estos momentos una persona o grupo que se empeña en hacer que desista de su sueño, que de seguir en él, la corcholata preferida podría dañar «su» salud.

Se puede decir… que sigue la mata «dando»

Pero no se puede decir… que el miedo no anda en «burro». En forma repentina y hasta hoy casi a diario, se han venido suscitando de una u otra forma hechos raros que dan la impresión de que se trata de algo muy semejante al delito llamado sabotaje, en contra del metro de la Ciudad de México, que por cierto, a esos sucesos preliminares las autoridades lo niegan, al igual como el sindicato, afirman al unísono que la realidad es que le ha faltado nada más mantenimiento, entonces por qué enviaron a la Guardia Nacional, fue por «miedo» o para amedrentar.

Se puede decir… que a Alito todo le sale a pedir de «boca»

Pero no se puede decir… que su sueño es aspirar a ser candidato «presidencial». Últimamente se le divisa alegre, contento y henchido de felicidad, porque lo que hace y deshace al interior del tricolor, le resulta a satisfacción, por eso se aferra con dientes y uñas a seguir siendo el presidente de dicho partido, ya que está convencido que tarde o temprano será elegido por sus secuaces para contender por la silla del águila, sin embargo, una cosa es querer y la otra poder, puesto que se le olvida que en el PRI están poderosos dinosaurios que no lo pueden ver «ni» en pintura.

Se puede decir… que el asunto del metro se torna «crítico»

Pero no se puede decir… que los sacó de sus «casillas». Claramente se ve y se nota que se trata de meterle la primer zancadilla a la corcholata consentida de AMLO, y eso apenas es el comienzo, ya que entre más se acerque la fecha para que sea nominada para aspirar a la presidencia de la república, arreciará el juego sucio en su contra, que ojalá el señor presidente y sus asesores se pongan duchos y la protejan, ya que se ve venir una avalancha de situaciones que a toda costa tratarán de ponerle piedras en el camino, para evitar llegue a ser la primera «mujer» presidenta.

Se puede decir… que tenía que «suceder»

Pero no se puede decir… que decidió irse a otro «partido». El ahora exsubsecretario de Seguridad Pública Federal, no soportó quedarse vestido y alborotado, y renunció al hueso que le había dado AMLO, y que creyó que nada más por eso, lo apoyaría en ser aspirante a la gubernatura de Coahuila, y a la hora de la hora lo abandonó a su suerte, por eso se fue al PT —Partido del Trabajo—, con el cual pretende realizar su sueño, que será simplemente eso: sueño, y al no haber aspirantes de peso, le dejan el camino libre al PRI y a «sus» achichincles.

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