Lo que no se puede decir

Se puede decir… que se trata de una Ley «sanguinaria»

Pero no se puede decir… que las apariencias «engañan». La afamada Ley B4 es inhumana, agresiva y discriminatoria, con la que dañarán, atropellarán y detendrán a los connacionales que viven y moran en Estados Unidos, ya que facultará a los cuicos gringos, a detener a cualquier persona con apariencia latina o de mexicano, pues con eso —sobra y basta— para ser deportado, por eso y más, es urgente que intervenga Derechos Humanos para que sea frenada en el acto tal ley, que por nada del mundo, deberá de ser promulgada, por su «contenido» cruel.

Se puede decir… que Coahuila tiene lo «suyo»

Pero no se puede decir… que eso no es «nuevo». Ahora resulta que han estado aumentando las carpetas de denuncias en contra de exfuncionarios coahuilenses, que durante sus funciones cometieron diversos delitos, y que están plenamente identificados, por lo que se ven venir una lluvia de amparos, aunque otros ya pusieron pies en polvorosa, habiendo unos que se sienten protegidos y están bien colocados, considerándose intocables, olvidando que nadie está por encima de la ley, confiándose que está vez, sí se llegará hasta las «últimas» consecuencias.

Se puede decir… que agua es «vida»

Pero no se puede decir… que nadie la «cuida». De acuerdo a estudios técnicos a fondo del líquido elemento, han llegado a la fatal conclusión de que la mayoría de los mantos acuíferos se han estado secando, y ante tal panorama, nadie hace nada por evitarlo, sino todo lo contrario: se barren las banquetas a manguerazos, lo mismo sucede con el lavado de los vehículos particulares, los limpian con la manguera sin control, y en el aseo personal, se abre la regadera desde que se ingresa al baño, hasta que se termina de bañar, total, se carece de una «disciplina» para cuidarla.

Se puede decir… que el doctor López regresa como «asesor»

Pero no se puede decir… que AMLO lo «rescata». El exsubsecretario de Salubridad doctor Hugo López Gatell, quien realizó un triste papel en tal hueso, ahora vuelve al equipo de la 4T como asesor en la misma dependencia, de la que fue tajantemente cesado, rumoreándose ahora en los corrillos de salud, que el profesionista estará al frente, dirigiéndola detrás del trono, ya que el titular, después de más de cinco años, no dio una, por eso de última hora, el señor presidente al no tener a un médico capaz para el cargo en esa actividad, se decidió por nombrar al siniestro «doctor» muerte.

Se puede decir… que donde quiera se cuecen «habas»

Pero no se puede decir… que Estados Unidos no es la «excepción». En aquel poderoso país existe un candidato presidencial inmerso en acusaciones judiciales de todos colores y sabores, que para la mayoría de los republicanos es peccata minuta, y andan alborotados llenos de ilusión, demostrándole a Donald Trump todo un apoyo incondicional, al no perder las esperanzas de que volverá a ocupar de nuevo la presidencia de la Unión Americana, no obstante que ese personaje, es un delincuente colmado de delitos, que debería de «estar» en prisión.

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