Se puede decir… que AMLO es exhibido en un «libro»
Pero no se puede decir… que lo mismo sus más «allegados». Ese libro desde que apareció a la luz pública, se convirtió en la comidilla del día, la persona que lo escribió no es periodista ni escritora, es alguien que perteneció al grupo cercano del presidente, y lo hace sin tecnicismos, ni poses, sino lo que narra lo hace en forma clara, sencilla y hasta comprometedora, que deja a los actores de los sucesos señalados como personas totalmente ajenas a lo que dicen que son, y para nada tienen las manos limpias, lo que significa que no se les debe de confiar, porque tienen una larga cola que les pisen.
Se puede decir… que Rusia azota a «Ucrania»
Pero no se puede decir… que Putin lo hace con «furia». Su escaso cabello se lo soltó al ordenar lanzar más de cien misiles contra Kiev, específicamente sobre propiedades civiles, en venganza porque hubo una explosión en un puente que unía a Rusia con la ciudad castigada, y no conforme con su rabia asesina, el criminal soviético amenazó en seguir con esa línea, y si es posible utilizará armamento más poderoso en contra de ese débil país, y de quien se atreva a defenderlo, estando el mundo frente a un rabioso, salvaje y cavernario presidente ruso.
Se puede decir… que México se encuentra en «crisis»
Pero no se puede decir… que ya tiene tiempo «así». Desde que empezó la presente Administración federal, sin darse cuenta, se ha ido sumergiendo en diversos problemas, que al enterarse de ellos, ya es tarde para resolverlos, cayendo en crisis en todos los renglones de la vida nacional, que lo único que le queda a la 4T, es sin vuelta de hoja, tomarla por los cuernos, y seguir adelante luchando contra la corriente en el poco tiempo que le queda, y para lo cual necesita cerrar filas y aprovechar al máximo todo lo que tiene a la mano, y sin pestañear trabajar las 24 horas de cada día, para cerrar el sexenio, rindiendo buenas cuentas.
Se puede decir… que el Ejército imprimía «temor»
Pero no se puede decir… que pocas veces salían de sus «cuarteles». La Secretaría de la Defensa Nacional, el Ejército o los Soldados como los nombraba el vulgo, y que de repente aparecían en las calles vestidos con sus tradicionales uniformes verdes, cascos y sus rifles con bayonetas que portaban al hombro, caminando o en camiones para aplicar su glorioso Plan DN lll, inspiraban respeto, pero un día se le ocurrió a un presidente sacarlos a la calle para que se enfrentaran al crimen organizado, y ahora se les ha impuesto otras actividades ajenas a su misión, que los están cargando de responsabilidades que no son correctas.
Se puede decir… que habrá Metrobús hasta el próximo «año»
Pero no se puede decir… que si bien le va a «Torreón». Esa magna obra se la han estado pichicateando a los laguneros desde hace tiempo, sin embargo, el Ejecutivo estatal coahuilense ya prometió que llueve o truene, dicho lentobús, perdón, Metrobús, será inaugurado el año que entra con bombo y platillos, como que dicha promesa la hizo para cumplirse en época de elecciones, y acarrear votos a favor del partido al que él pertenece, y por lógica, apoyará a su delfín, que se ha estado moviendo por todo el Estado, es decir, se trata de un plan con maña.
Se puede decir… que el amiguismo sigue «vigente»
Pero no se puede decir… que se sustituye con «asesores». Desde siempre, los funcionarios, secretarios de Estado y otros, para que desempeñen más o menos su responsabilidad, el Mandatario en turno procura rodearlos de asesores, ya que la mayoría de los nombrados llegan a su hueso con los ojos vendados, pero en este sexenio al parecer no existen los asesores, por eso en lo que va del mismo, son varios los cambios y las renuncias que ha habido, y han sido por falta de capacidad en la mayoría de los nombrados, por tal motivo han fracasado.
Se puede decir… que los intereses seguirán subiendo como la «espuma»
Pero no se puede decir… que pronto tendrán un «final». La tasa de referencia al parecer cerrará en un diez por ciento al final de año, lo que ha puesto a temblar a los deudores de la banca en general, sobre todo a los tarjetahabientes, a los que les cargarán exageradas tasas de interés, y poniendo saltar de gusto a los ahorradores en Cetes, a plazo fijo y otros más, con lo que argumenta el Banxico, que procede en tal forma, con el fin de dizque para frenar la subida de precios, sin ponerse a razonar, que por un lado abren un pozo, y por otro lado, tapan otro, o sea, están conduciendo la economía sobre las rodillas.