Trastornos psicosomáticos, reto médico

La medicina psicosomática es un modo de hacer medicina e implica un enfoque bio-psico-social del enfermar de cada paciente, ya que considera que hay que tener en cuenta los factores psicológicos y ambientales que rodean al hombre, no de forma aislada, sino interrelacionados y en interacción, es decir, en forma sistémica.

Como ciencia básica, la Psicosomática tiene por objeto observar e interpretar la relación entre estados, procesos y acontecimientos psicológicos y biológicos, tal y como se presentan influenciados por el medio ambiente físico y humano, tanto en la salud como en la enfermedad.

Con frecuencia observamos situaciones en las que el proceso psicosomático, presente en muchas enfermedades, alcanza tal magnitud que es necesaria una intervención de carácter psicológico.

Adicionalmente, algunos trastornos médicos y quirúrgicos producen una alteración emocional, cognitiva y conductual, que precisan además una intervención psicoterapéutica y farmacológica especializada.

Esta medicina considera que existen muchos pacientes cuyas manifestaciones de enfermedades no se deben a causas físicas sino que son el reflejo de un sufrimiento psíquico, social y emocional. Entre las patologías psicosomáticas más frecuentes se encuentran las jaquecas, los reumatismos como la fibromialgia y los trastornos de ansiedad, entre otras. La hipertensión arterial es también ejemplo de patología con predominio de lo psicosomático, ya que el 90% de los casos de elevación de la presión es pasajera por situaciones de tensión emocional psicológica y muy rara vez por una enfermedad física de los riñones o glándulas suprarrenales, por ejemplo.

El caso clínico siguiente es uno de tantos ejemplos cotidianos en la consulta de cualquier médico general o especialista. Por email tuve esta comunicación:

«Buenas tardes Doc. Lo saludo de nuevo desde Los Cabos B.C.S.

»Ya hemos hablado por lo de mi ansiedad, ya me curé de preocupaciones de la presión arterial jaja… con sus orientaciones y leyendo lo que ha escrito me curé de la presión arterial que me habían inventado.

»Tengo otro problemita que no he podido encontrar causa.

»¿Alguna recomendación de a qué especialista acudir?

»Tengo un mes con mareos, no es vértigo ni me da vueltas nada, es como estar aturdido por dentro, es la sensación en mi cabeza, no tanto en el ambiente. Sensación de desequilibrio, pero solo sensación. No lo pierdo.

»Ya fui con un médico general, mi hemograma salió normal. Colesterol y triglicéridos normales.

»Fui a cardiólogo y electro normal, me hice prueba de esfuerzo y todo bien, de arterias, nada de obstrucciones.

»Fui con otorrino y exploración física de oído todo bien… Me recetó cinarizina por “posible” algo interno, pero es un volado, pues tengo bruxismo y la verdad no quedé satisfecho porque fue un “posible” no una afirmación, ya que no encontró nada en mi oído.

»Presión arterial normal, glucosa normal. ¿Se deberá a qué padezco de trastorno de ansiedad y ahorita estoy pasando por mucho estrés? Tengo ocho años con fluoxetina de “mantenimiento” para ansiedad, nunca deprimido.

»Ya no sé a quién más acudir para descartar algo y ¿si es ansiedad? Estar tranquilo y no caer en preocupaciones que disparen más este mareo.

»¿Necesitaré neurólogo? Padezco dolores de cabeza, pero este mareo apenas se manifestó hace un mes.

»Antes he tenido episodios y a la semana se quitan, solos de la nada.

»Muchas gracias por leerme. Saludos».

Respuesta: «Busca un buen médico internista. Recuerda que consultaste a un cardiólogo y te “enfermó” de la presión arterial, bueno saber que ya te curaste de esta “enfermedad llamada doctor”.

»Un internista que se interese en valorar tu caso en forma sistémica… es decir… tus síntomas que parecen de origen psicosomático en relación con tu entorno social: el trabajo, las relaciones familiares, el deporte, las relaciones con tus semejantes, tus preocupaciones, todo esto cuenta a la hora de interpretar tus diversas molestias en diversos órganos, pero que seguramente se relacionan con un desequilibrio neurovegetativo funcional de tu sistema nervioso, el cual descarga estímulos a los diversos órganos y sus funciones que coordina el cerebro, órganos como el corazón, la piel, el tubo digestivo o sistema urinario a los cuales o aumenta sus funciones o las disminuye lo que te hace sentir molestias diferentes y cambiantes en duración e intensidad en diferentes órganos y en diferente forma en distintos momentos, alterando tu bienestar y haciendo creer que estás muy enfermo y haciendo creer a cada especialista que tienes todos tus órganos enfermos. A esto me refiero con la medicina sistémica, tus síntomas en relación con tu estado emocional y las circunstancias sociales que te rodean. No es que estés enfermo de todos tus órganos vitales, ha de ser uno el alterado: el sistema nervioso y su entorno».

Hasta aquí mi comentario por email.

Aunque estos trastornos están relacionados principalmente con la regulación emocional, los síntomas son absolutamente reales y la persona no tiene control consciente sobre ellos, es decir, la persona con estos síntomas «no» está fingiendo. Comprender esto es importante para el médico consultante y el enfermo porque muchas veces los enfermos no reconocen que sus síntomas dependan de los problemas vivenciales a pesar de demostrarles que no hay ninguna lesión evidente en múltiples estudios realizados. O puede suceder lo contrario, que el médico no tome en cuenta el origen emocional y aumente la ansiedad al solicitar decenas de estudios, caros y algunos hasta peligrosos, tratando de demostrar que existe alguna lesión oculta en algún órgano. La ansiedad empeora si esos resultados son normales y el médico no cuenta con una hipótesis diagnóstica.

Debe quedar claro un hecho: ningún estudio de laboratorio puede demostrar los problemas psicosomáticos para convencimiento del enfermo, es imposible cuantificarlos con certeza, pero, el que todos los estudios de sangre y de todos los órganos sean normales, por exclusión o por inducción y deducción sugieren una alteración funcional corporal que explicaría esos síntomas reales que el enfermo manifiesta. Si no se toma en cuenta lo anterior, la ansiedad del enfermo empeora y también la del médico. Una cosa es solicitar estudios de laboratorio y otra es interpretar los resultados y esta es responsabilidad del médico clínico. Muchos daños emocionales, físicos y económicos se provocan si no interpretamos razonablemente los estudios que solicitamos.

Solo la comunicación humana y convincente de confianza mutua entre médico y paciente puede conducir al éxito en el manejo de estos trastornos psicosomáticos… Continuará.

Lea Yatrogenia

Egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad Veracruzana (1964-1968). En 1971, hizo un año de residencia en medicina interna en la clínica del IMSS de Torreón, Coahuila. Residencia en medicina interna en el Centro Médico Nacional del IMSS (1972-1974). Por diez años trabajó como médico internista en la clínica del IMSS en Poza Rica Veracruz (1975-1985). Lleva treinta y siete años de consulta privada en medicina interna (1975 a la fecha). Es colaborador del periódico La Opinión de Poza Rica con la columna Yatrogenia (daños provocados por el médico), de opinión médica y de orientación al público, publicada tres veces por semana desde 1986.

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