Hace unos días tomó posesión como presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional de Coahuila, Carlos Robles Lostanau, cuyo trabajo es seguirle inyectando unidad y fortaleza a su partido para contribuir a la erradicación de vicios que en el pasado lo dañó y lo alejaron de la sociedad.
Ese partido por fortuna salió de la terapia intensiva en que se encontraba durante la decena trágica, para constituirse en un partido que tomó fuerza y logró triunfos en las elecciones que se han celebrado en nuestra entidad revitalizándolo y haciéndolo competitivo, tan es así que en la pasada jornada electoral el candidato priista Manolo Jiménez fue elegido mediante una votación extremadamente numerosa, pues fue preferido tomando en cuenta su trabajo que como alcalde realizó en el que llevó a Saltillo a esquemas de progreso.
El próximo año se dará la elección más grande en el país donde, entre otros, se elegirá al presidente de la república, por lo que desde ahora mismo Carlos Robles ya debe estar trabajando con el objetivo de ir atajando el avance del candidato morenista, por lo que el círculo cupular del PRI tendrá que ser recipiendario de las acciones de fortalecimiento que su base trabaje con la suma de adherentes que favorezcan al partido, a fin de que en la batalla electoral den resultados de victoria.
En el PRI será necesario resguardar la unidad partidista, con la difusión a sus miembros de los principios que lo sustentan creando un ambiente de confianza, con capacitación política eficaz, divulgación ideológica sin demagogia y transparencia en sus actividades.
Estos puntos son de vital importancia ya que por el contrario la unidad partidista se debilita cuando los dirigentes olvidan las fuentes de unidad de las mencionadas anteriormente, de igual forma aminoran esa unidad cuando se precipitan sin reflexionar hacia dónde va el partido y no valoran la presencia y fortaleza de otros partidos.
Recordemos que el partido se vivifica cuando se nutre de los auténticos anhelos del pueblo, y si el pueblo necesita y quiere democracia, el partido debe dar ejemplo claro de democracia.
La unidad es un resultado, una conjunción de elementos que requieren de nuestra fe, de nuestro entendimiento, sensibilidad popular y de la participación partidaria y ciudadana libres, todo ello es sumamente indispensable.
Carlos Robles posee la experiencia necesaria y escogerlo como presidente de su partido le da seguridad al PRI de que será conducido por caminos seguros de transitar por espacios que afirmen triunfos.
El PRI debe seguir buscando fehacientemente los apoyos necesarios que lo empujen hacia un resultado de triunfo, los remanentes de algunos vicios deben ser sustituidos por acciones fuertes que sean higiénicamente solidarias con la ciudadanía llevándole beneficios, pues realmente es a la que se le debe su aportación votando por los candidatos que su partido proponga, y no que solo adopte el papel de una agencia de colocaciones.
En estos menesteres políticos es necesario que al dirigir al partido sean construidas verdaderas estrategias con inteligencia, en las que se reúnan puntos neurálgicos que al aplicarlos lleven a la victoria.
Ya faltan pocos meses para que se escoja al candidato de la alianza que jugará por la Presidencia de la República, situación que merece que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Coahuila a través de sus miembros se unan en la votación, igual que en todo el país, a fin de lograr terminar con un periodo de Gobierno que nos ha llevado por caminos sinuosos.
Se lo digo en serio.
