Los precandidatos del PRI

La inclusión de algunos nombres como posibles precandidatos a formar parte de la lista de los que jugarán las primarias para escoger a los que pelearán por la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura en el 2023, es solo para mostrar una democracia interna, ya que esas personas que ahora los han sacado a la luz pública empujándolos al carril del concurso, realmente los han mencionado como un relleno en la boleta, pues la línea marcada recurrentemente con la estrellita ha sido para señalar cómo el escogido fue desvelado hace por lo menos un año, en el sentido de señalarlo como el ungido y trabajar por él.

Los personajes que introducen para cumplimentar la papeleta para que el elector escoja, deben mostrar su capacidad, deberán ser políticos con aptitudes que permitan el desarrollo de un Gobierno eficaz para cumplir con su función en el desempeño del cargo, pues tanto a Carlos Román Cepeda, alcalde de Torreón, como la senadora por Coahuila Verónica Martínez, es difícil encontrarles muestras de madurez política para saber manejar el Gobierno estatal, aunque de alguna forma les servirá como currículo. Si ellos aceptan ese reto estarán desconectados de la realidad.

Entiéndase ahora mismo que el camino que conduce a palacio de Gobierno muestra una bifurcación, y en cada una de esas vías están definidos los bandos, uno de ellos lo puntea Manolo Jiménez y el otro Jericó Abramo —si se decide participar—, que realmente son los que competirán por el sitio que les dará el derecho a confrontar a los candidatos de los otros partidos en la jornada electoral del próximo año.

Si el PRI quiere que el partido siga teniendo en Coahuila mayoría, y por lo tanto, seguir gobernando al estado, es imperativo trabajar por la unidad partidista, dejando de lado envidias y rencillas, sobre todo traiciones, ya que de otra forma el candidato de Morena, quien será enviado sin haber pasado por la aduana de una democracia interna de su partido aduciendo una candidatura de unidad, podría treparse y ponerle el último clavo al ataúd priista.

El PRI coahuilense necesita el sistema aliancista para sobrevivir y contrarrestar los embates producidos por la marea morenista, que dirigiendo pragmáticamente la embestida, utilizarán recursos económicos y grupos de simpatizantes que bien retribuidos apoyarían a Mejía Berdeja, quien es una persona desconocida y alejada de nuestro estado, por lo que consecuentemente desconoce la real problemática de nuestra entidad, y como tal la duda de su respuesta para gobernar, pues su actual posición dentro del Gobierno federal en una área que no ha dado resultados por la inseguridad que hay en el ambiente nacional, pues no es lo mismo atrapar delincuentes que ser punta, en todos los sentidos, en el desarrollo sustentable de un estado que posee su propia dinámica, pero que de igual forma puede entorpecer el avance por decisiones mal tomadas.

NOTA. En medio de mi recuperación, ya que fui sometido a una intervención quirúrgica de forma rápida y que por fortuna borró el problema, me entero del fallecimiento del ilustre exgobernador don Eliseo Mendoza Berrueto, con quien antes de la pandemia tuve algunos encuentros breves dejándome una experiencia extraordinaria por la intelectualidad con la que platicaba, pues sus palabras eran de una gran sabiduría. Mis efímeros encuentros con don Eliseo siempre fueron presenciados por su, ahora viuda, la profesora Lucila Ruiz Múzquiz, quien me honra con su amistad desde hace muchos años y que por esa razón el licenciado Mendoza Berrueto tuvo la deferencia, en algunas ocasiones, de que cruzáramos palabras.

Querida y respetada Lucy: En un abrazo va mi deseo, y el de Sandra, de que estos difíciles tiempos se vayan disolviendo y que la presencia de tus hijos te reanime, pues cada uno de ellos lleva esa esencia maravillosa que lograste conjuntar con su padre.

Que en Santa Gloria haya.

Se lo digo en serio.

Autor invitado.

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