La muerte es sólo un niño de cara triste
un niño sin motivo,
sin miedo,
sin fervor
un pobre niño viejo
que se parece a Dios.
A veces,
sin embargo
es tan sólo un silencio
sin pasado,
sin molde,
sin olor
un silencio en que ladran los perros,
esos perros,
y uno se pregunta
quiénes son?
Otras veces
es una niebla espesa
que se mete en los ojos
que destruye la voz
y lo arrincona a uno definitivamente
bueno, definitivamente no
tan sólo hasta que uno
se siente sin amor.
Por lo común la muerte
es solamente un niño de cara triste,
un niño que sale de la noche
sin motivo,
sin miedo,
sin fervor,
un pobre niño viejo
que deja caer su mano,
sobre mi corazón.