La tragedia de los migrantes de Ciudad Juárez es una de esas paradojas que nos resultan ofensivas y repelentes, por lo que es necesario citarla para confirmar la actual degradación de la vida pública en este país bajo la égida del presidente Andrés Manuel López Obrador y su desastroso movimiento que de manera patética ha denominado como la Cuarta Transformación (4T), cual si fuera un parteaguas similar al proceso de nuestra Independencia, a la Reforma y a la Revolución Mexicana. Por eso es que resulta imposible comparar el citado movimiento de Andrés con esos acontecimientos torales. La 4T no es más que una absurda y ridícula cuchufleta.
En este espacio comentamos el asesinato de 72 migrantes, tragedia conocida como la masacre de San Fernando (Tamaulipas), ocurrida el 23 de agosto del 2010, un artero crimen de lesa humanidad cometido por los «Zetas», el cártel terrorista que tanto asoló a este país. Citamos las omisiones del Gobierno federal del entonces presidente Felipe Calderón con respecto a la actuación del Instituto Nacional de Migración (INM) a cargo de la entonces directora Cecilia Romero Castillo y la actuación de Genaro García Luna como secretario de Seguridad Pública federal. Ahora, con la muerte de 39 migrantes extranjeros detenidos en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez, la situación del Gobierno actual es peor que la del sexenio de Calderón porque la masacre de San Fernando fue perpetrada por delincuentes, en despoblado, y la paradoja actual es que la tragedia de Juárez sucedió en instalaciones del Gobierno federal donde se supone que custodiaban y cuidaban a los migrantes.
Otra paradoja repelente del actual Gobierno de AMLO es el hecho de su crítica constante y exacerbada en contra de Felipe Calderón y Genaro García por la privatización de la vigilancia de reclusorios federales en este país. Es lo mismo que actualmente hacen el Presidente y Rosa Icela Rodríguez, la titular de Seguridad Pública Federal, al contratar compañías de seguridad privada en la vigilancia de las cárceles migratorias como es el caso actual del Grupo de Seguridad Privada Camsa S.A., responsable en el encierro de los migrantes quemados vivos en la cárcel del INM en Ciudad Juárez.
¿Y sabe usted quién era el responsable de supervisar el correcto funcionamiento de Camsa y demás compañías de seguridad privada que operan en este país? Pues el entonces subsecretario de Seguridad Pública federal Ricardo Mejía, el mismo candidato que hoy nos ofrece vigilancia, seguridad y paz de llegar al Gobierno de Coahuila. Vil paradoja.
Y hay que señalar al actual comisionado de Migración, Francisco Garduño como otra calamidad del Gobierno de la 4T. Sí en este espacio criticamos a la secretaria bilingüe Cecilia Romero como titular de Migración de Calderón, al menos ella tuvo la congruencia de renunciar al INM tras la masacre de San Fernando. Pero hoy Garduño se mantiene mudo y agazapado en el puesto y la peor paradoja de este sujeto es que tiene maestría en Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en la misma ciudad donde, en una cárcel de Garduño, murieron quemados vivos los migrantes en desgracia.
¿Y Rosa Icela Rodríguez y el capellán de Palacio el padre Alejandro Solalinde dizque defensor de migrantes? Otra infernal paradoja de la 4T.