Reporteros Sin Fronteras vuelve a posicionar al país como el segundo a escala mundial con mayor peligro para los periodistas; critica la oratoria iracunda y estigmatizante del presidente López Obrador contra los medios de comunicación
«¿Quién es quién?» denuncia campaña del Moreira News
México mejoró 16 escaños —del puesto 143 al 127— en el ranking 2022 de la libertad de prensa, publicado por Reporteros Sin Fronteras (RSF). Sin embargo, ocupa el lugar 179 —de 180 naciones— en el indicador de seguridad para los periodistas, solo superado por Birmania, lo que lo convierte en el segundo país más peligroso para ejercer el oficio.
De 2018 a 2021, la nación se mantuvo sin cambios notables, oscilando del lugar 147 al 143, hasta lograr este último salto cualitativo. De los cinco rubros que tiene en cuenta la organización internacional con sede en París para determinar las clasificaciones —contexto político, marco legal, contexto económico, contexto sociocultural y seguridad— la mejor calificación de México se le asignó al contexto político, a pesar de que RSF destaca los continuos enfrentamientos entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los medios de comunicación, que no benefician al ejercicio periodístico y ralentizan el desarrollo de la libertad de expresión.
«Los profesionales que cubren temas sensibles relativos a la política o al crimen, especialmente a nivel local, padecen advertencias y amenazas, cuando no son simple y llanamente asesinados».
Reporteros Sin Fronteras
«El presidente López Obrador y otras figuras destacadas del Estado han adoptado una retórica tan violenta como estigmatizante contra los periodistas, a los que acusan regularmente de promover a la oposición. […] En sus más de tres años de mandato, el presidente ha criticado a los periodistas por su falta de profesionalidad y ha calificado a la prensa mexicana de “parcial”, “injusta”, y de “desecho del periodismo”».
Se trata de una tendencia que se practica en muchas naciones al sur del Río Bravo, donde la retórica oficialista contra los medios que no se alinean a su mandato aprovecha su posición de poder para denigrarlos. «Estos ataques públicos fragilizan a la profesión y alientan procedimientos judiciales abusivos, campañas de difamación e intimidaciones —especialmente contra las mujeres— y acoso en internet contra los periodistas críticos», agrega RSF.
El componente de seguridad resultó el peor calificado para México. No de balde Artículo 19 recoge 33 periodistas asesinados en posible relación a su labor informativa durante la actual administración, ocho de ellos en el presente año. La connivencia entre las autoridades y el crimen organizado representa una amenaza constante contra los trabajadores de la comunicación. Extorsiones, secuestros y homicidios se conjugan con censura y recortes publicitarios para entorpecer la labor informativa.
«Los profesionales que cubren temas sensibles relativos a la política o al crimen, especialmente a nivel local, padecen advertencias y amenazas, cuando no son simple y llanamente asesinados. Otros son secuestrados y no aparecen nunca más, u optan, para salvar la vida, por huir al extranjero», destaca RSF.
La implementación de políticas públicas de seguridad eficientes y el diseño de estrategias de blindaje que realmente cumplan con su objetivo de proteger al gremio siguen haciendo eco en el vacío. Los que existen no pasan de ser simple maquillaje para aplacar el descontento social y sofocar exigencias políticas. Varias de las víctimas estaban inscritas en el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas y no les sirvió de nada. «El presidente López Obrador no ha emprendido aún ninguna de las reformas necesarias para poner freno a la violencia y la impunidad que se han instalado en el país. Desde el año 2000, han sido asesinados más de 153 periodistas en México», apunta RSF en su informe dedicado a México. E4
Clasificación mundial | |
---|---|
Noruega | 1 |
Dinamarca | 2 |
Suecia | 3 |
México | 127 |
Irán | 178 |
Eritrea | 179 |
Corea del Norte | 180 |
«¿Quién es quién?» denuncia campaña del Moreira News
«Así se las gasta The Moreira News», fue la conclusión de Ana Elizabeth García Vilchis, conductora de la sección «¿Quién es quién en las mentiras?», que cada miércoles tiene su espacio en las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador, tras presentar una serie de medios de comunicación locales que divulgaron la supuesta demolición de la presa de Palo Blanco en el municipio de Ramos Arizpe, Coahuila.
El 4 de mayo, García Vilchis abrió su sección desmintiendo tal aseveración. «La Conagua no ha ordenado demoler la presa Palo Blanco en Coahuila. […] Periódicos que vemos en pantalla, como Zócalo, El Heraldo de Saltillo, Capital Coahuila, así como legisladores locales se apresuraron a difundir el rumor y la mentira», aseveró.
Aprovechó, además, para explicar que la presa en cuestión fue edificada sin autorización ni permiso de la Conagua, y es administrada por el Gobierno estatal. Actualmente requiere una rehabilitación para garantizar condiciones de seguridad a la infraestructura hidráulica con el objetivo de que no haya afectaciones a la población aledaña.
El propósito de la embestida mediática, advirtió García Vilchis «claramente es una campaña política de mentiras, así se las gasta The Moreira News». Y no anda descaminada la conductora de «¿Quién es quién en las mentiras?». Los vínculos entre algunos exponentes de la prensa local —no solo escrita— y el Gobierno estatal sobresalen por sí solos. Basta señalar que el director de Capital Coahuila es David Aguillón Rosales, excoordinador de Comunicación Social y exsecretario de Gobierno con Humberto Moreira Valdés, y exjefe de Oficina y «asesor» de políticas públicas durante la administración de Rubén Moreira.
La colusión entre el poder y los medios de comunicación resultó harto notable durante el docenio de los hermanos Moreira, pero en la Federación parecen estar convencidos de que, con Miguel Riquelme en Palacio de Gobierno, algunas malas prácticas aún se sostienen. E4