Miscelánea fiscal vs. reforma energética…

La aprobación a la miscelánea fiscal propuesta por el presidencialismo mexicano es un round ganado para el grupo de poder político y económico que hoy gobierna el entorno federal de nuestro país, más allá de las filias y las fobias, en lo político el presidente ganó en apariencia la aprobación del paquete económico para el próximo año y la oposición perdió el round porque no metió las manos y se cansó pronto (en una reacción sospechosa) para evitar o por lo menos descalificar la propuesta presidencial.

El análisis de la crítica entre la débil oposición política y el sector empresarial mexicano con su visión más aterrizada a la realidad económica del presente y el futuro, fue insuficiente para poner el dedo en la herida y demostrar a los ciudadanos que la propuesta fiscal y financiera del próximo año para los mexicanos no sólo no cumplirá con los objetivos y metas prometidos por el oficialismo, si no que peor aún, podría poner en riesgo la endeble estabilidad financiera del país y la crisis en la economía de los ciudadanos empeorará de acuerdo a las proyecciones y sobre todo de las reacciones del capital nacional y extranjero.

La otra cara de la moneda, que debe ser ahora sí, capitalizada al menos por la iniciativa privada, es demostrar con hechos, peras y manzanas, que la política fiscal y financiera gubernamental no sólo no funciona pues la inflación aumenta, el producto interno bruto no crece y por consecuencia el poder adquisitivo sigue a la baja, además de que el cierre de fuentes de empleo puede aumentar.

La oposición debe entender que, si en las cámaras no alcanza por el número de representaciones para combatir la aplanadora presidencial, entonces la estrategia ahora deberá estar en la tribuna social y electrónica de la campaña política con la muestra de los hechos y realidades a los ciudadanos para que al menos quede constancia como advertencia y no se pierda en el discurso político de la tribuna legislativa.

Aún hay tiempo para preparar el segundo round político tal y como lo hace el partido en el poder, cuya creatividad de convencimiento se concreta al absolutismo y el autoritarismo presidencial como en los viejos tiempos del partidazo, sin análisis o estudio, sin réplica si quiera para mejorar la propuesta e incluso para ser más duros con las políticas restrictivas y de imposición.

Aún queda un mes y días para preparar una verdadera campaña de oposición a la reforma energética, que para muchos pudiera ser la puntilla para el sector empresarial y la economía de los mexicanos, pero que significaría también, si triunfa el presidencialismo, la posibilidad aún latente de la permanencia presidencial al menos durante dos años más para seguir preparando una alternancia generacional simulada.

La aprobación de la reforma energética es tal vez la reforma más importante para el futuro político y social de los mexicanos, porque su resultado podría dictar las reglas del juego sucesorio presidencial para Morena y sus aliados y para la pobre oposición mostrada por el PAN y el PRI.

La última esperanza para evitar un prolongado desequilibrio de poder político es un verdadero activismo de la iniciativa privada y de los grupos civiles que se oponen al autoritarismo y la falta de visión con un toque exacerbado de populismo que en los últimos tres años no saca al país del hoyo en seguridad, salud, educación y economía que hoy viven los mexicanos.

Autor invitado.

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