Mitos, realidades y retos del 2024

El próximo año, se avecina como tiempo volátil, —políticamente hablando— elecciones federales donde se elegirá presidente de la república, senadores y diputados.

Será un tiempo, donde este tópico, se convertirá en polo de atracción para discutir de manera mediática, diversos intereses y sobre todo una serie de claroscuros que reclama la política.

PRIMERO. La convicción de que las mujeres se encuentran en una situación de desventaja emocional.

Creo que, al día de hoy, es más un formalismo que una realidad verificable. Actualmente estos espacios se han ido reduciendo a pasos amplios.

De acuerdo a la encuesta World Values Survey (WVS), —la más reconocida por los sociólogos— su última encuesta refleja que solo el 46% de los encuestados estuvo de acuerdo en que los hombres son mejores líderes que las mujeres. Esto quizá, puede implicar que esta variable no debe de verse como una determinante para ganar o perder en el 2024.

SEGUNDO. La política es un deber demasiado importante para la sociedad, pese a ello, en nuestro país, no es un asunto que genere interés en la sociedad.

El interés por la política en México, es un tema que va a la baja. La apatía es fulminante; solamente el 5% afirma que es miembro de un partido político y el 20% confía positivamente en las elecciones, a diferencia, de países como Alemania donde su interés por la política es del 69%; únicamente el 2% de los mexicanos confían plenamente en los partidos políticos.

TERCERO. En concordancia con los primeros dos puntos —importante considerar— el ciudadano mexicano olvida muy rápido o ve hasta cierto punto las impunidades y negligencia como algo relativamente normal.

Dicho de otra manera, el 59% de los mexicanos dice ser feliz, o, si las cosas están muy bien (no bien de hecho) dentro de la órbita del mexicano para qué ir a votar o interesarse en la política, si se piensa erróneamente que el intercambio de intereses y decisiones es solo un asunto de una reducida minoría que no ha permeado en el grueso de la sociedad.

Finalmente, las decisiones de los tres poderes, se han cumplido selectivamente; de tal manera que lo que toca es un rediseño institucional con un nuevo sistema de justicia para convertir, después del 2024, un tránsito político con un mayor número de voluntades posible.

Aguascalientes, 1982. Cursó sus estudios de Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Coahuila, posteriormente hizo sus estudios de maestría en Gobierno y Gestión Pública en la Universidad Complutense de Madrid. Labora en la administración pública estatal desde el año 2005. Es maestro de Teoría Política en la Facultad de Economía de la UA de C desde el año 2009. Ha sido observador electoral de la Organización de los Estados Americanos en misiones para Sudamérica, en la que participa como miembro de observadores para temas electorales.

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