Mujeres en el andamio

En un esfuerzo de recopilación y de reflexión sobre lo realizado particularmente por mujeres, cuyo trabajo suele pasar a la sombra de los santones del muralismo, como son Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, y en el marco del centenario del muralismo en México, es momento de realizar un repaso para visibilizar la labor de las artistas. Entre los primeros nombres que destacan se encuentran Aurora Reyes, Isabel Villaseñor, Manuela Ballester, o María Izquierdo, pero también la saltillense Elena Huerta, quien trabajó mucho a finales de los setenta.

Si se habla de enfoques imaginarios en torno a lo femenino, la reflexión apunta hacia las hermanas Marion y Grace Greenwood, muralistas y colaboradoras de Diego Rivera, así como Rina Lazo, de la argentina Cristina Terzaghi, hasta llegar a nuestros días, a lo que están haciendo las jóvenes, incluso las que pintan los 8 de marzo —Día de la Mujer— en comunidades y en normales rurales.

Aurora Reyes (1908-1985)

Originaria de Chihuahua, ha pasado a la historia como la primera muralista mexicana. Después de abandonar sus estudios y con una abierta tendencia a los ideales feministas y comunistas, la artista realizó su primer mural en el Centro Escolar Revolución, bajo el nombre de «Atentado a las maestras rurales» (1936).

Su obra se caracteriza por resaltar a la gente desprotegida del país y por representar como el centro de sus piezas a figuras femeninas, especialmente aquellas de la clase trabajadora. Cabe destacar que esta artista desarrolló una cercana amistad con Frida Kahlo, lo cual se manifiesta en la peculiar pintura «Retrato de Frida frente al espejo».

Además de su labor en las artes visuales, también publicó algunos libros de poesía y fungió como líder en el grupo feminista «Las Pavorosas». Siempre desarrolló sus proyectos a la par de su activismo político y su trabajo como maestra.

Elena Huerta (1908-1997)

Nacida a inicios del siglo XX, Elena Huerta constituye una de las personalidades más fieles al movimiento del muralismo mexicano. Después de dedicarse a la docencia y a las artes dramáticas, esta artista llevó a cabo tres proyectos pictóricos en la ciudad de Saltillo, Coahuila.

El último de sus murales, concluido a la edad de 65 años, se conoce como «Historia de Saltillo» y se ha ganado el título del mural más grande realizado por una mujer en México. Cuenta con 450 metros cuadrados de extensión, recubre todo el patio central del Centro Cultural Vito Alessio Robles, en el cual se describen los hitos de esta ciudad del norte de México durante 400 años de historia.

Leonora Carrington (1917-2011)

Inglesa de nacimiento y mexicana por nacionalización, Leonora Carrington es reconocida por su icónico estilo surrealista y por sus inconfundibles esculturas en bronce. Aunque se trata de una de las pintoras más destacadas en México, pocos saben que también realizó murales durante su carrera.

Si bien su trabajo como muralista no se inserta en la misma tradición de los pintores canónicos, se considera que también constituye un eslabón indispensable en el arte pictórico de nuestro país.

Una de estas obras es «El mundo mágico de los mayas», mural que realizó al interior del Museo Nacional de Antropología; se trata de una pieza que describe varias tradiciones, rituales y mitos de los pueblos mayas, al mismo tiempo que presenta los tres reinos: el Inframundo, la tierra y el cielo.

María Izquierdo (1902-1955)

Esta artista mexicana vivió en carne propia el machismo que imperaba en el muralismo del siglo XX. Se casó a los 15 años con el militar Cándido Posadas, con quien tuvo tres hijos.

Sus primeras obras, comprendidas en el período de 1927 a 1930, muestran su entorno más inmediato pintando retratos de familiares y amigos. En 1928, tras divorciarse, ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA), dirigida por entonces por el pintor Diego Rivera. Allí tuvo maestros como Germán Gedovius y Manuel Toussaint, y Rufino Tamayo le enseñó técnicas de aguazo y acuarela.

Con tan solo 27 años y a pesar de las barreras, consiguió su primera exposición individual en el Palacio de Bellas Artes en 1929. Al año siguiente se convirtió en la primera mujer de nuestro país en exponer sus pinturas en el extranjero.

Cuando se encontraba en el auge de su carrera, las autoridades de la capital le solicitaron la creación de un mural para el Palacio de Gobierno. Sin embargo, Alfaro Siqueiros y Diego Rivera se manifestaron en contra de esta obra señalando que ella no contaba con la técnica necesaria para hacerlo. Asimismo, solicitaron que se cancelara el contrato sin ninguna remuneración para la artista.

De este modo, el mural de Izquierdo quedó sin realizarse y la artista murió poco tiempo después en medio de una abierta cancelación por parte de la comunidad muralista del país. No obstante, hasta la fecha se conserva el boceto que realizó en esa ocasión y, recientemente, un grupo de mujeres lo ha reproducido en el barrio de Jalatlaco, en Oaxaca.

Fanny Rabel (1922-2008)

Fue una importante muralista del siglo XX que logró consolidarse en el medio artístico con un estilo propio. Tras huir de su natal Polonia ante la inminente guerra mundial, se convirtió en ayudante de Alfaro Siqueiros, lo cual le permitió conocer de cerca a numerosos artistas de la época.

Así pues, formó parte del grupo «Los Fridos» y se convirtió en discípula de Diego Rivera y Frida Kahlo. A pesar de la influencia de estos artistas, Fanny Rabel se decantó por crear obras de temas emotivos y alejarse de los temas políticos.

Entre sus obras se destaca «Alfabetización» (que actualmente está desaparecida), «Sobrevivencia de un pueblo por su espíritu», «La familia mexicana» y «Ronda en el tiempo», uno de los más reconocidos hasta la actualidad.

Electa Arenal (1935-1969)

Hija de la muralista Elena Huerta, perfeccionó junto a su madre diversas técnicas pictóricas y escultóricas mientras fungía como su ayudante. También colaboró en la realización de otras obras monumentales, como los murales exteriores del Estadio Olímpico Universitario de Diego Rivera y el Polyforum de Alfaro Siqueiros.

Aunque realizó parte de su obra en México, lo cierto es que algunos de sus trabajos más destacados se encuentran en Cuba, hacia donde se trasladó atraída por la revolución. Allí llevó a cabo el «Canto a la Revolución», «Átomos y Niños», «Revolución Cubana», así como los murales en bajo relieve «Infancia, Maternidad y Palomas».

Lamentablemente, esta talentosa artista falleció al caer de un andamio mientras trabajaba en uno de los murales del Polyforum en la Ciudad de México y su nombre fue cayendo en el olvido con el paso de los años.

Rina Lazo (1923-2019)

Es originaria de Guatemala, sin embargo, toda su producción como muralista se llevó a cabo en territorio mexicano. Trabajó como asistente de Diego Rivera y colaboró en la ejecución del mural «Sueño de una tarde dominical» en la Alameda Central.

Además, fue una de las ayudantes de este muralista mexicano en trabajos como «El agua, origen de la vida sobre la tierra», «La universidad, la familia y el deporte en México», «El pueblo en demanda de salud» y «La gloriosa Victoria» (mural en que aparece representada por Diego Rivera).

Entre sus trabajos individuales se destacan «Tierra Fértil» y «Venceremos», así como dos reproducciones de los murales precolombinos en Bonampak, uno de los cuales actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Antropología. E4

Es ingeniero egresado de la Universidad Autónoma de Chapingo con especialización en el área de Economía. Ha ejercido el periodismo en Saltillo. Trabajó en El Diario de Coahuila; se desempeñó como editor, diseñador, fotógrafo, redactor de editoriales y artículos de economía, industria automotriz, cultura e historia de Saltillo en el periódico Vanguardia.

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