Neli: defensora de minorías y pilar de las causas sociales

Activista incansable, la fundadora de Alianza Cívica dedicó más de 40 años a la lucha por los derechos de los más desprotegidos; su muerte obliga a las nuevas generaciones a continuar su trabajo

«La estatura de un hombre no se mide de la cabeza al suelo, sino de la cabeza al cielo». La frase se le atribuye al emperador Napoleón Bonaparte, a quien sus adversarios llamaban el «pequeño corso» por no alcanzar siquiera la altura media de los soldados que dirigía. Neli Herrera, pequeña ella también de estatura, mejoró esa frase a fuerza de trabajo y compromiso social. Desde la impronta de sus acciones, más vale decir: «La estatura de un ser humano se mide por la grandeza de su obra». Porque amplia y profusa fue la labor que la activista saltillense desarrolló durante más de 40 años a favor de la defensa de las causas democráticas, la transparencia y la vinculación de la sociedad con el quehacer del Gobierno.

Su muerte, el 23 de mayo, pega fuerte en una ciudad que seguía tanto sus pasos como sus consejos cuando de enfrentar las malas prácticas del poder se trataba. La experiencia de Herrera en estas contiendas era vasta y personalísima. No la aprendió en libros ni la heredó de otros actores. Ella misma protagonizó marchas obreras, discursos y manifestaciones sociales. En 1974, formó parte de la huelga de Cinsa-Cifunsa, junto a otros seis mil trabajadores que desafiaron la intransigencia patronal de los dueños de Grupo Industrial Saltillo (GIS) para reivindicar sus derechos laborales. La hazaña le costó ser despedida, pero también marcó su sino. Se perdía una empleada y se ganaba una activista.

«Tenemos una clase política, unos partidos políticos, que ni siquiera saben lo que es democracia».

En 1994 fundó Alianza Cívica, organismo que aboga por garantizar procesos electorales limpios y confiables, regidos por los principios de equidad, imparcialidad y transparencia, y cuyo accionar incluye organizar campañas de educación ciudadana, monitorear la integridad de medios de comunicación locales y nacionales, y fomentar audiencias públicas donde dialoguen ciudadanos y autoridades.

Fue Alianza Cívica uno de los órganos que pujó por esclarecer la megadeuda de Coahuila. Gracias a una solicitud interpuesta por Herrera, el Instituto Coahuilense de Acceso a la Información (ICAI) ordenó a la Secretaría de Finanzas entregar copias de los contratos de créditos obtenidos durante el sexenio de Humberto Moreira. De igual modo, presentó ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos las irregularidades en el manejo de la «tarjeta de la gente», entregadas por la misma administración estatal.

Herrera también se sumó a las filas de la Coordinación Nacional del Frente Auténtico del Trabajo y siempre estuvo al lado de las minorías. Migrantes, obreros, integrantes de la comunidad LGBTIQ+, encontraron en ella el soporte necesario para llevar adelante la lucha por sus derechos.

Amiga de Espacio 4, en más de una ocasión compartió con este bisemanario su intensivo quehacer social. A veces con entrevistas formales, a veces con charlas espontáneas que, no por ser off record, resultaban menos interesantes.

Aunque la humildad fue su sello, Herrera, obtuvo varios reconocimientos. Uno de los más importantes le fue otorgado en en el foro «Importancia de la participación ciudadana en las luchas sociales», realizado en Saltillo, el 1 de mayo de 2015, con motivo del 41 aniversario de la huelga de Cinsa-Cifunsa. Allí, la Casa del Migrante de Saltillo, Frontera con Justicia AC, Cooperativa 6 de julio y la Asociación de Usuarios del Agua (AUAS) premiaron a la dirigente de Alianza Cívica por su trayectoria de más de cuatro décadas de lucha social. «No se puede claudicar, tú no has claudicado y muchas gracias Neli por ser siempre una luz que ha advertido y que no ha cesado de pensar en todo el bien que debemos hacer (…) y también te agradezco tu testimonio cristiano y que hoy nos sigues recordando que no se puede ser un cristiano pasivo», dijo en su intervención el entonces obispo de Saltillo, Raúl Vera López.

Sin la presencia de Neli Herrera, las nuevas generaciones están obligadas a seguir su trabajo no solo en Saltillo, sino en todo Coahuila porque muchos de sus señalamientos y preocupaciones siguen vigentes. Su voz, hoy, le sigue dando la razón:

«Tenemos una clase política, unos partidos políticos, que ni siquiera saben lo que es democracia, cómo responder a la gente. Solo saben que entrando a un partido obtienen dinero y pequeñísimas cuotas de poder. A la hora de actuar hacen arreglos, y se dice que el Congreso vota en unanimidad. Si México anda mal en democracia, Coahuila está peor, es de los estados más atrasados, hablando de transparencia y legalidad». E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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