Ola de calor y sequía: Ciencia, redes y oportunismo político

Las altas temperaturas y la escasez de agua refuerzan las teorías científicas sobre las causas y consecuencias del calentamiento global. Los gobernantes parecen más interesados en sacar réditos políticos de la crisis. México se calienta más rápido que el resto del planeta: UNAM

Coahuila, entre el saqueo y la contaminación

Favorecidos por su vecindad con Estados Unidos, los estados norteños se convirtieron en las últimas décadas en el motor industrial del país. Sin embargo, la economía pujante de estas entidades acarreó elevados costos sociales, desde crisis de seguridad (atizadas por la precariedad laboral en las plantas manufactureras) hasta graves impactos del medioambiente (emisiones de gases de efecto invernadero, contaminación de mantos freáticos con plomo y arsénico, entre otros).

Hoy, la ola de calor y la sequía no solo exhibe las fallas en la planificación del desarrollo urbano, industrial y agropecuario de la región, sino las graves consecuencias de otorgar amplios derechos de uso de agua a las grandes empresas, en particular a las que dependen un alto consumo de este recurso, como las productoras de refrescos, cervezas y lácteos.

«¿Cómo se va dar permiso para poner cerveceras en el norte? (…) o sea que exportemos agua (…). El señor Fox nombró al gerente de Lala director de Conagua (…) Lo que interesa es hacer dinero, industrias, unidades habitacionales y, entre más lujosas y con buenas albercas, mejor».

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México

Según el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al 15 de julio de este año, el 47.59% del país se encontraba con sequía de moderada a excepcional. Si bien 571 de los 764 municipios del país (un 70%) sufrieron algún tipo de sequía en lo que va de 2022, la región centro-norte de México enfrenta una situación aún más grave, pues solo capta el 20% del total de precipitaciones del país.

Los estados más afectados (100% de la entidad con algún tipo de sequía) son Nuevo León, Coahuila, Querétaro y Aguascalientes, seguidos de Baja California (99.7%) y Chihuahua (90%).

«En Agua y Drenaje entró una mafia (…) Aquí estaba el gran negocio del Gobierno anterior (…) No metieron un méndigo peso en drenaje, en ductos, en automatización, no arreglaron una méndiga fuga (…) vayan a García a ver la cantidad de terrenos irregulares».

Samuel García, gobernador de Nuevo León

De acuerdo con el Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas, presidido por Conagua, tan solo cinco de las 210 presas del país están al 100% de su capacidad, mientras que 116 se encuentran a menos de la mitad. El caso de la presa Cerro Prieto, en Nuevo León, es emblemático: cayó al 0.5% de capacidad en los últimos siete años. Esto, sumado a la poca capacidad de la Presa La Boca (7%) y a la macro fuga (600 litros por segundo) del sistema de acueductos de la presa El Cuchillo, derivó en problemas de abastecimiento para la capital del estado y sus alrededores.

La situación no mejorará. Conagua espera que en lo que resta del año las precipitaciones se mantengan con un déficit cercano al que presentan actualmente (12.9%). Aunque la ola de calor actual es parte de un fenómeno global, que este año se ha extendido a Europa y afecta sobremanera a Estados Unidos, las voces que alertan sobre el impacto del cambio climático en México se escuchan desde hace tiempo.

«Antes se declaraba como zona de emergencia porque había recursos federales, ahora no hay ni madre, ¿para qué la declaro?, o sea, ¿declaro emergencia y yo salgo a solventar mi emergencia?, está cabrón, ¿ps pa’ qué?».

Miguel Riquelme, gobernador de Coahuila

En 2020 nuestro país registró un aumento de temperatura de 1.4 grados centígrados, superior al promedio mundial del 0.98. El incremento del año pasado fue de 1.6 grados, por encima del 1.1 global. De hecho, los ocho años más calurosos en la historia del país se han registrado en la última década.

Según cálculos del Programa de Investigación en Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en los próximos cinco años México registrará incrementos de 1.5 grados por encima del promedio preindustrial, lo cual lo ubicará en un «umbral de riesgo». Para el 2040, el aumento superaría los 2 grados centígrados.

De acuerdo con estas proyecciones, en la próxima década, las pérdidas relacionadas con el cambio del clima podrían rebasar los mil millones de dólares en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. A largo plazo, el impacto económico sería aún peor: en lo que resta del siglo, México podría perder hasta el 50% de su producto bruto anual. Esto incluye hasta un 20% de pérdida de cosechas.

Pero lejos de ofrecer planes para mitigar el cambio climático, los políticos han entrado en un fuego cruzado de acusaciones y declaraciones, que van desde generar lluvias artificialmente hasta pedir a las empresas que dejen de producir cerveza y refrescos.

Por otro lado, la mayor parte de la prensa no solo amplifica el alcance de estas declaraciones, vertidas en las redes sociales, sino que parece más enfocada en el aspecto amarillista y político de la emergencia, que en las causas de fondo de un fenómeno que ya pocos pueden negar (Espacio 4, 695).

Emergencia nacional

El pasado 29 de julio, el presidente Andrés Manual López Obrador (AMLO) respondió a las críticas del gobernador de Nuevo León, Samuel García (MC) —quien se quejó de la falta de ayuda para el estado—, con un decreto que otorga carácter de emergencia nacional a la sequía en la entidad.

La disposición faculta a la Conagua a apoyar al Gobierno del estado y a los Gobiernos municipales de la zona metropolitana para garantizar el acceso al agua potable, e incluye diversas medidas para afrontar la crisis.

Entre ellas, una inversión por 15 mil 700 millones de pesos en proyectos del acueducto El Cuchillo, y de 3 mil 302 millones de pesos en la construcción de la Presa Libertad. Además, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) proporcionará tanques para el abasto de agua.

«Se está afectando más a la población pobre, los que no tienen líneas de conducción de agua, no tienen infraestructura y hay que llevar agua en pipas, entonces vamos a reforzar el apoyo», dijo López Obrador antes de firmar el decreto, junto al secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

El 28 de julio, diez días después de que Samuel García reclamara que pese a ser el estado que más genera impuestos y ayuda a otras entidades, Nuevo León no haya recibido «una chingada despensa», AMLO sugirió a las refresqueras y cerveceras de la entidad parar la producción y destinar agua a la gente.

«Las empresas que tomen esa decisión van a ser apoyadas por nosotros, podemos llegar a acuerdos para que no se vean tan afectadas. (…) Hay dos empresas que distribuyen Coca-Cola, tengo entendido que una de ellas ya aportó (agua) y otra no. Entonces, llamaría a todas para que apoyaran, lo mismo en el caso de la cerveza. Pueden decir que ya están aportando, pero si se complica más la situación hay que seguir aportando e incluso detener la producción, apoyar a la gente», dijo en conferencia de prensa.

Pese a las críticas que recibió el presidente, un día después de sus declaraciones, la empresa Heineken anunció que cedería el 20% de su consumo de agua a la red de Servicios de Agua y Drenaje. Al igual que otras empresas de la región, la cervecera cuenta con permisos para excavar y explotar sus propios pozos de agua.

Cartas, redes y ciencia ficción

El actual gobernador de Nuevo León responsabilizó por la escasez del agua en la entidad a la administración de su antecesor, Jaime «el Bronco» Rodríguez Calderón.

«Ahorita que se pasa haciendo cartitas en su celda, que nos escriba una y nos explique a Nuevo León por qué nos dejó sin agua. Ahora se hace la víctima todavía el descarado», manifestó el pasado 15 de mayo.

Samuel García a acusó al Bronco de liderar una mafia junto a dos exfuncionarios del Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM), el extitular Gerardo Garza y el exdirector de Operaciones Juan Pulido. Este último fue denunciado por el estado por desvíos que suman más de 300 millones de pesos.

«En Agua y Drenaje entró una mafia que yo les puse “los Corleones” por no decir nombres, pero ya no me importa decirlos, se llama Gerardo Garza, Juan Pulido y ahí también estuvo el exsecretario general al inicio. Aquí estaba el gran negocio del Gobierno anterior», expresó García.

«No metieron un méndigo peso en drenaje, en ductos, en automatización, no arreglaron una méndiga fuga, no cambiaron medidores, vayan a García a ver la cantidad de terrenos irregulares, su pueblo de donde («el Bronco») salió, vayan a García a ver si hay un lugar verde», señaló.

Pero más allá de los reclamos, el «plan maestro» de Samuel García para enfrentar la crisis fue el «bombardeo de nubes» con yoduro de plata, lanzado desde aeronaves. «Aquí (en Galeana) ocupo la nube lloviendo seis o siete horas, para que todo ese escurrimiento en la sierra en Santiago me ayude a recuperar La Boca», declaró al anunciar el «bombardeo», el 28 de junio.

La técnica, cuya efectividad y efectos no tienen aval científico, ya había sido utilizada por el Gobierno de Nuevo León para tratar de combatir el incendio en la Sierra de Santiago, en abril pasado. En ambas ocasiones, García atribuyó las lluvias registradas a su táctica. «¡A seguir bombardeando! Llegó la lluvia y llegó con todo, vean nada más los caudales del río Santiago», publicó en Twitter (29.07.22).

Sin embrago, los servicios de meteorología adjudicaron la lluvia del 29 de julio a la presencia de la Tormenta Tropical Frank en el Pacífico y los canales de baja presión de la onda tropical número 17. La esposa de García, la influencer Mariana Rodríguez, no se quedó atrás. «Gozando la lluvia», escribió en Instagram junto a una foto en la que juega bajo un aguacero con niños del DIF Capullos. E4

Los estados más afectados

Intensidad de la sequía        

Estado  Área afectada (%)Extrema (%)Severa (%)Moderada (%)Excepcional (%)  Anormal (%)
Coahuila10027.835.525.28.23.3
Baja California99.716.177.26.4
Nuevo León10016.445.238.4
Aguascalientes10020.95425.1
Querétaro10069.514.715.8
Chihuahua9018.725.228.44.713

Coahuila, entre el saqueo y la contaminación

Pese a que Coahuila ocupa el primer lugar nacional en sequía extrema (18 de los 32 municipios), el gobernador de Miguel Riquelme (PRI) se ha negado a declarar zonas de emergencia bajo el argumento de que no hay recursos federales.

«Antes se declaraba como zona de emergencia porque había recursos federales, ahora no hay ni madre, ¿para qué la declaro?, o sea, ¿declaro emergencia y yo salgo a solventar mi emergencia?, está cabrón, ¿ps pa’ qué?», declaró el 24 de junio.

Si bien el mandatario asegura que la sequía en Coahuila puede «solucionarse» con más pozos de extracción de agua en la Región Sureste e invirtiendo en bombas en la Región Norte, las proyecciones de Conagua y de la Asociación de Usuarios de Aguas de Saltillo (AUAS) señalan que la sobreutilización del recurso generará graves problemas de desabasto en los próximos años (Espacio 4, 694).

Mientras en la capital del estado y su zona metropolitana estos problemas se relacionan con los abusos de la paramunicipal Aguas de Saltillo (Agsal), otras regiones sufren por el consumo excesivo de las grandes empresas.

Entre ellas la planta cervecera ubicada en Nava, que ocupa el noveno lugar (20 millones de metros cúbicos) entre las mayores concesiones de aguas subterráneas para uso industrial inscritas del Registro Público de Derechos de Agua (REPDA).

En 2016, el diario británico The Guardian publicó un reportaje titulado «El gusto de los estadounidenses por la cerveza mexicana absorbe el suministro de agua», en el que el entonces alcalde de Zaragoza, Leoncio Martínez, denunciaba que la planta de Constellation Brands está dejando sin agua al municipio.

«No tenemos agua para el consumo humano», escribió Martínez en un oficio enviado al entonces gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, en el que acusa a los Gobiernos federal y estatal de privilegiar a la compañía por encima de la población.

La planta inició operaciones en marzo de 2010 como Grupo Modelo, pero en 2013 fue comprada por Constellation Brands, que reportó 2 mil millones de dólares en ganancias durante el primer trimestre de 2022.

Según datos de la misma compañía, se utilizan 3.5 litros de agua para producir un litro de cerveza. Una parte de lo que sobra se reutiliza en las diferentes áreas de la planta y el resto se desecha al Río Bravo, señala The Guardian.

En este sentido, agricultores y empresarios de Cinco Manantiales acusan a la empresa de saquear las acequias y exigen disminuirle los volúmenes de extracción. Según el Comité Técnico de Aguas Subterráneas, la escasez de agua en la región es el primer aviso, pues algunas acequias están al 40% de su volumen promedio y otras, como la de Piedras Negras, directamente se han secado (Zócalo, 10.06.22).

En el estudio «Los millonarios del Agua», publicado por la Universidad Autónoma de México (UAM) en 2020, se ubica a Grupo Lala entre los 3 mil 304 grandes usuarios privados que acaparan las concesiones. En marzo del año pasado, el presidente López Obrador puso en marcha el proyecto «Agua Saludable para La Laguna», el cual abastecerá a 1.6 millones de habitantes de Coahuila y Durango con una inversión por 10 mil millones de pesos.

La empresa Peñoles, ubicada en Torreón, también ha sido acusada de contaminar el agua de la región con metales pesados, principalmente plomo. El 22 de junio, AMLO atribuyó la crisis del agua en los estados norteños a la política del «periodo neoliberal». «Son de los daños que causaron por esa política (…) ¿Cómo se va dar permiso para poner cerveceras en el norte?, pero además permisos para que la cerveza que se produzca, se exporte, o sea que exportemos agua del norte de donde no hay agua».

«Y permisos… pero no sólo eso. El señor (Vicente) Fox nombró al gerente de Lala director de Conagua, esto claro que les molesta mucho que yo lo diga, pero es la verdad. En el caso de Nuevo León lo mismo, comprometiendo el agua sin límites estratégicos. Lo que interesa es hacer dinero, industrias, unidades habitacionales y, entre más lujosas y con buenas albercas, mejor», dijo. E4

Argentina, 1977. Periodista, editor y corrector de periódicos mexicanos y argentinos. Estudió Comunicación Social y Corrección Periodística y Editorial en Santa Fe, Argentina. Actualmente es jefe de Redacción de Espacio 4, donde trabaja desde hace más de diez años.

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