Durante el inicio del año 2024, en Saltillo se registraron al menos tres casos de personas que buscaron privarse de la existencia desde lo alto de puentes vehiculares de la zona urbana y afortunadamente ninguno de los tres hombres logró su cometido y fueron rescatados por las autoridades.
Durante los tres episodios la cobertura de medios electrónicos e impresos y redes sociales permitió que los ciudadanos se enteraran rápidamente sobre los hechos y las circunstancias del rescate en dos casos y en uno más en el desenlace que, aunque no fatal si fue de consecuencias para la salud de uno de los individuos.
La opinión pública se pronunció respecto a los protocolos, sobre todo en los casos donde las personas no son rescatadas y deciden cumplir con su objetivo, estrategias en las que se sugirieron muchas alternativas para evitar tragedias mortales.
La reacción de la autoridad en lo que respecta a nuevas formas de rescate y sobre todo de contención a las caídas, al menos en el discurso, fue asertiva y preparan en conjunto con protección civil y bomberos, nuevas formas de auxilio y protección.
Es un hecho que se deben aplicar nuevos conceptos de protección que impliquen acordonar perímetros superiores e inferiores para proteger a la persona en crisis y a los ciudadanos que suelen mantenerse cerca de los puntos.
Aunque elementos de policía tienen la capacitación mínima indispensable para negociar o dialogar con la persona en riesgo es necesario contar con equipos de negociadores especialistas en psicología o psiquiatría.
En el plano físico la utilización de rescatistas facultados para acciones de rescate con sogas y a rapel, así como la utilización de escaleras de bomberos (que ya existen) disponibles para el rescate una vez asegurada la persona, además de inflables que amortigüen una posible caída.
Los elementos, acciones y estrategias que se pueden añadir son muchas y son sugeridas también por la opinión pública, pero es una realidad que la negociación y la actuación de los elementos de seguridad y auxilio son hasta ahora la mejor estrategia.
En la numeralia local de los últimos tres años se demuestra que las actuaciones de los cuerpos de auxilio dejan buenos resultados, sin embargo, sus intervenciones tienen que perfeccionarse para el futuro próximo porque aparentemente los casos podrían repetirse sobre todo en las zonas urbanas que cuentan con vialidades de alturas considerables.
El problema es complejo si se abordan las causas y los orígenes que llevan a las personas a tomar decisiones de esa magnitud, pero el común denominador está asociado a problemas psicológicos y de salud mental, en algunos casos provocados por adicciones y en la mayoría por problemas económicos y familiares.
Las dificultades y problemas continuarán así que difícilmente se evitarán más episodios de este tipo, el asunto es mejorar y aumentar en la medida de las posibilidades, las acciones y estrategias para evitar una tragedia en el futuro.