Otis: cambio climático, rebatiña partidista y solidaridad nacional

El huracán pone a prueba la unidad del país. El Poder Judicial accede a discutir la aplicación de los 15 mil mdp del recorte a fideicomisos para ayudar a los damnificados; el presidente asegura que la reconstrucción de Acapulco tomará menos de dos años

Huracanes no respetan banderas ni economías

Otis sorprendió a todo el mundo, pero en particular a la comunidad científica, por su evolución de tormenta tropical a huracán de categoría 5 en un lapso de 12 horas. También agitó las aguas políticas donde los opositores del presidente Andrés Manuel López Obrador aprovecharon el fenómeno meteorológico para acusar al Gobierno de no haber actuado con suficiente rapidez, argüir montajes propagandísticos donde se aprecian labores de socorro e inundar las redes sociales con estadísticas sobre la gravedad del fenómeno meteorológico que no cuentan con respaldo oficial. Algunas de estas abordan la supuesta existencia de más de 200 personas sin vida y no menos de mil 200 desaparecidos cuando la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) da cuenta de 48 muertos y 59 desaparecidos.

«Para diciembre ya vamos a estar prácticamente terminando con lo público, pero la construcción, de acuerdo al censo, son 373 hoteles. Eso, la rehabilitación, va a llevar más tiempo. Sin embargo, se están logrando ya cosas como que las aseguradoras, entreguen un porcentaje».

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México

En su columna «Temporada de huracanes… y buitres» (Sinembargo.mx, 29.10.23), Jorge Zepeda Patterson escribe al respecto: «En los últimos días he visto críticas al Presidente porque no acudió al sitio del desastre con la urgencia pertinente, pero también, por lo contrario: haberse trasladado trabajosamente por carretera en lugar de helicóptero (aunque no se menciona que en esos momentos las condiciones meteorológicas aún impedían el acceso por aire). En una misma página de un diario crítico pueden encontrarse ataques porque el Gobierno federal desplazó a militares a la zona, y críticas por la falta de orden en el puerto devastado. Sin ningún rubor se afirma que los principales funcionarios del Gobierno han estado ausentes, pese a que al lado de la pseudo información, se publica una foto de la gobernadora con las titulares de Gobernación y Seguridad Pública, para poder exhibir que las tres mujeres portaban botas sin el barro que inunda la zona (sin advertir, obviamente, que la imagen fue tomada al arrancar la jornada tras una junta de estrategia y previo a los recorridos de campo).

»En otras notas se afirma, equivocadamente, que el Gobierno impide la distribución de agua y despensas procedentes de la sociedad civil. En realidad, las autoridades han pedido coordinación de todos los esfuerzos para evitar redundancias o rebatiñas y conseguir una distribución zonificada que priorice la atención a los más urgidos. Lejos de evitar la ayuda ciudadana, se sigue pidiendo el apoyo de todos y se han determinado los centros de acopio y donación».

Dos días después, otro periodista se suma a la misma línea de análisis. Genaro Lozano publica su columna «Otis» (Reforma, 31.10.23) y en la misma, a raíz de la imagen de López Obrador a bordo de una camioneta atascada cuando se dirigía al lugar del desastre, cuestiona: «¿Por qué el presidente no se subió a un helicóptero Black Hawk para llegar al puerto? ¿Por qué no hay fotos del presidente supervisando la Costera o haciendo un recorrido en la zona? ¿Por qué no se quedó en Acapulco toda la semana? ¿Por qué no suspendió sus actividades posteriores? ¿Por qué se tardaron tanto en rendir un primer balance? ¿Dónde estaba la gobernadora las horas posteriores al desastre?».

La respuesta la brinda el propio periodista. «En la mañanera del viernes 27 de octubre, AMLO dijo que la falta de comunicaciones le impidió volar a Acapulco, que estaba cerrado el espacio aéreo. También dijo que no estaba en la zona porque no quería “hacer de eso un espectáculo”. Fueron 48 horas de especulación, de desinformación y de críticas en las redes. El presidente se tardó en reaccionar y llenar el vacío informativo. La desinformación creó su propio huracán en X».

Y concluye: «El Gobierno ha quedado nuevamente a deber ante la tragedia, pero la sociedad civil organizada ha mostrado su fortaleza una vez más. Organizaciones, activistas, ciudadanos están ayudando a limpiar la zona devastada, han donado dinero y trasladan despensas. Ante Otis, el presidente volvió a minimizar esa labor y lo cierto es que en las tragedias ningún Gobierno, ningún ejército, puede solo y la sociedad civil complementa siempre».

Fideicomisos para Guerrero

El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó el acuerdo de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) que determina utilizar los recursos de los 13 fideicomisos del Poder Judicial que fueron recientemente extinguidos para apoyar al estado de Guerrero, tras el paso del fenómeno atmosférico. El documento, dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador, señala que la Jucopo «se adhiere a la convocatoria que realizó el día de hoy (2 de noviembre), para integrar un Comité compuesto por representantes de los tres poderes de la Unión, con el propósito de constituir un fondo de ayuda para atender los estragos provocados por el huracán Otis».

La iniciativa había surgido del propio líder de la 4T y de inmediato contó con el apoyo del diputado Ignacio Mier Velazco, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, quien afirmó que se trataba de una propuesta viable, atendible y que fortalece la colaboración entre poderes. «Creo que eso es viable, es posible, técnicamente, jurídicamente, presupuestalmente, conforme a lo que establecieron los propios transitorios de la reforma por la cual se extinguen estos fideicomisos», sostuvo en rueda de prensa.

Mier Velazco opinó también que los recursos de los fideicomisos son frescos, disponibles y no estarán sujetos a la instrumentación de la política recaudatoria establecida en Ley de Ingresos, «no tendríamos que esperarnos, ya están ahí, existe la voluntad del Ejecutivo para que esos recursos, que van a ser transferidos a la Tesorería, se puedan canalizar de manera inmediata, porque son recursos disponibles».

Por su parte, Norma Piña Hernández, presidenta del Poder Judicial de la Federación, coincidió con la propuesta del presidente. En su escrito con expediente SCJN/PRESIDENCIA/64/2023, la también presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) hizo saber que está de acuerdo con establecer un diálogo para discutir los términos en que se llevaría a cabo esta iniciativa.

«En representación del Poder Judicial de la Federación, le manifiesto que tenemos conocimiento de la propuesta expresada, relativa a destinar el dinero que integra los fideicomisos públicos, a la ayuda y defensa de las personas damnificadas por el huracán Otis en Acapulco (…) La propuesta que se hace desde el Poder Ejecutivo al Poder Judicial representa una alternativa real (…) A partir de lo anterior, quedo a la espera de la definición del canal institucional para dialogar los términos», indicó mediante una carta.

Aunque Norma Piña no aclara en ningún momento que aprueba la entrega de la totalidad de los recursos, el presidente López Obrador celebró la posición del Poder Judicial y dio por sentado que la misiva implica que «por escrito» la ministra presidenta se compromete a entregar los 15 mil millones para socorrer a las familias damnificadas de Acapulco.

«Celebro lo que decidieron que los 15 mil millones de pesos de fideicomiso del Poder Judicial se destinen para apoyar a los damnificados de Acapulco, lo veo muy bien. (…) Muy bien su respuesta, todos tenemos diferencias, pero por encima de nuestras diferencias tiene que prevalecer siempre el interés general, el interés del pueblo», declaró durante su conferencia de prensa matutina del 1 de noviembre.

Navidad sin amarguras

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) calcula que la recuperación de Acapulco demorará, mínimo, dos años, y resaltó la necesidad de implementar medidas de facilitación administrativa, así como incentivos fiscales, laborales y de vivienda, a la par de la creación de un fondo de emergencia.

Tras una junta que sostuvieron los empresarios con representantes del Gobierno federal, se dictaminó la pérdida de 373 hoteles, lo que significa una baja de 21 mil 868 habitaciones, a las que también habría que sumar 12 mil unidades ofertadas a través de la plataforma Airbnb. El Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) señaló, además, que la merma económica por las cancelaciones en las corridas diarias de transporte asciende a 4 millones 500 mil pesos pues las industrias hotelera y restaurantera emplean al 20% de la población de Acapulco, abarcando a más de 57 mil personas.

El presidente López Obrador, en cambio, desecha los cálculos catastrofistas y opina que la restauración de la ciudad puede tomar menos tiempo si se generan buenos índices de inversión, especialmente en los sectores de hotelería y vivienda. Destacó que a una semana de la tragedia ya se tenía casi el 100% de la electricidad restablecida. Un ejercicio sin precedentes, que ni naciones como Estados Unidos podían presumir. «Yo pienso que menos tiempo (para la recuperación de Acapulco). Bueno, ¿es una semana de esta tragedia? Se está cumpliendo. Entró a las 12:30 de la noche, de hoy hace ochos días y ya se restableció prácticamente el servicio eléctrico. Está casi al 100%», dijo el presidente.

Asimismo, precisó que el Plan para la Reconstrucción de Acapulco permitirá que en tres meses —a partir de noviembre— todas las familias tendrán garantizadas los alimentos, ingresos para pagar gas y estarán recibiendo enseres por parte del Gobierno federal. Agregó que su Gobierno no permitiría una «amarga Navidad» para los acapulqueños. «Yo diría que ya en diciembre se van a notar los cambios. Queremos que para la navidad sea distinto, que no sea una amarga Navidad», precisó. E4

Los fenómenos más devastadores en México

  • Otis: Categoría 5. Azotó en las costas de Acapulco, Guerrero, la madrugada del 25 de octubre de 2023. Dañó más de 30 mil viviendas, dejó sin electricidad a más de 500 mil usuarios, provocó que las alertas sísmicas del país quedaran completamente dañadas. El número de muertos y desaparecidos aún está por determinarse.
  • Janet: Categoría 5. Tocó tierra el 27 de septiembre de 1955, en Quintana Roo. La ciudad más afectada fue su capital, Chetumal. Hubo más de 700 decesos y arrasó con todas las viviendas que, en su mayoría, eran de madera.
  • Liza: Categoría 4. Golpeó a México el 30 de septiembre de 1976. La zona más afectada fue la península de Baja California y el estado de Sonora. Causó alrededor de 630 muertos y 10 mil damnificados, con daños materiales de casi 3 millones de pesos.
  • Gilberto: Categoría 5. Afectó dos regiones de México. En un inicio entró al país el 14 de septiembre de 1988 en la isla de Cozumel con vientos de más de 280 km/h, causó muertes, hundió barcos y dejó sin hogar a miles de familias. Posteriormente, volvió a tocar tierra en el noreste del país, entre Nuevo León y Coahuila. Se internó en el antiguo cauce de un río seco de la ciudad de Monterrey, desatando una devastadora inundación que dejó 225 muertos y 139 mil damnificados.
  • Paulina: Categoría 4. Ingresó a territorio nacional el 8 de octubre de 1997, y arrasó con Puerto Escondido, Huatulco y Acapulco, generando una pérdida económica de más de 9 mil millones de dólares y aproximadamente 400 fallecidos.

Fuente: adn40

Víctimas y afectaciones

  • 47 fallecidos
  • 58 desaparecidos
  • 504 mil 340 usuarios sin electricidad
  • 51 mil viviendas reportadas como pérdida total
  • 13 mil locales comerciales destruidos
  • 373 hoteles completamente inhabilitados
  • 44 kilómetros lineales de calles bloqueados

Apoyos y rescatistas

  • 5 mil 700 marinos desplegados al sur de Guerrero
  • 6 mil 500 elementos del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana
  • 4 mil 600 efectivos de la Guardia Nacional
  • 10 mil elementos más serán enviados
  • 17 mil 179 despensas entregadas
  • 111 mil 060 litros de agua potable disponibles
  • 2 mil 345 consultas médicas efectuadas
  • 8 mil 017 nuevos postes de electricidad instalados

Huracanes no respetan banderas ni economías

Katrina provocó en 2005 la muerte directa de mil 200 personas en el país más poderoso del mundo

Sin duda, la tecnología y los conocimientos científicos actuales pueden ayudar a monitorear el surgimiento de los huracanes, calcular su intensidad e incluso proyectar la probable ruta que seguirá durante su paso. Pero nada es capaz de evitar su impacto y consecuencias destructivas una vez que toca tierra en algún país. Lo sucedido en México, con Otis, no es un evento aislado. Se repite una y otra vez alrededor del mundo y, de acuerdo con los especialistas, se tornará cada vez más frecuente y con mayor fuerza a causa del calentamiento global.

Sea un tsunami en Japón, un tornado en Estados Unidos o una tormenta tropical en el Caribe, el cambio climático ha provocado un aumento de las catástrofes naturales en los últimos 50 años según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y aunque las naciones pobres son más proclives a verse seriamente afectadas, los países poderosos tampoco están a salvo.

Basta recordar los estragos que causó el huracán Katrina en Estados Unidos, en agosto de 2005, cuando mil 200 personas perdieron la vida durante su paso y otras cientos fallecieron posteriormente por falta de atención adecuada y oportuna. Al menos un millón de desplazados huyeron de la costa del golfo de México y, en términos económicos, se calcula que las pérdidas por daños materiales ascendieron a 125 mil millones de dólares.

Lo irónico es que, de acuerdo con la Emission Database for Global Atmosferic Research, los responsables de fenómenos como Otis son los grandes contaminadores de la atmósfera, con China a la cabeza, que contribuye con el 29% de las emisiones de CO2, Estados Unidos a continuación (14%) y en tercer lugar India (7%). En tanto México, que acaba de padecer uno de los fenómenos naturales más agresivos de la temporada, apenas aporta el 1.23% de estas emisiones dañinas. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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