¿Pato o cisne?

Dos obras cinematográficas de alta factura y planteamientos —tanto en guion como en puesta en escena— muy diferentes sirven para dejar en entredicho prácticas y tendencias de la vida moderna

Me gusta, pero no me acordaba muy bien del motivo. Hace unas noches volví a ver la película que le daría la estatuilla de oro a Natalie Portman en 2010, hablo de El Cisne Negro (Blackswan), proyecto cinematográfico que recordaba un gusto por ella, pero no tenía fresco el motivo, ahora ya lo traigo fresco y además de encontrar nuevos motivos, y también la cuestión. ¿Estamos listos mental y psicológicamente para exigirnos la perfección o lo que creemos es nuestra meta?

La película se desarrolla dentro de los ensayos para presentar El lago de los cisnes, ese cuento de hadas que se estrenara en 1877 y la música fue compuesta por Chaikovski; se trata de su opera 20 y es el primero de sus ballets. Se cree que fue escrito por Vladímir basándose en el cuento alemán «Der geraubte Schleier» («El velo robado»). Y hasta el momento cuenta con más de una docena de referencias o historias basadas en esta obra en cine, desde la hoy mencionada hasta una película de Barbie, además de comerciales, videojuegos, libros, etcétera.

Oigan, pero, ¿de qué va? Sin ánimos de spoiler, va de una joven e introvertida bailarina en una prestigiosa compañía de ballet. Vive con su madre que es una exbailarina (red flag, dirían en TikTok) y quien la consiente y la trata como una niña. La compañía se está preparando para abrir la temporada con El lago de los cisnes. El director tiene que elegir una nueva bailarina principal después de obligar a Beth Macintyre a la jubilación.

Una película donde hablamos de estrés, sueños, sueños de terceros que quieren reflejar en uno, autoexigencia, acoso laboral y un ambiente tóxico de trabajo o ¿tal vez para que uno sea disciplinado debe agregar un poco de toxicidad a su entorno? Ahora que buscamos no normalizar estos entornos, esta película nos recuerda que pareciera de lo mas habitual en ciertos espacios.

También se ve presente la sombra materna. Hay libros sobre esto, seguro más de una película en donde el matriarcado o las diversas formas en que la figura materna influye dentro de la vida de sus cercanos se hacen presentes, en esta película en ocasiones la madre de la protagonista genera ternura, en otros comprendes su actuar y hasta disculpas la presión que pone en su hija, tal vez con ciertas actitudes hasta te identificas, pero luego uno piensa: ¿hasta dónde uno permite que otro guíe tu camino, el que crees que es «propio» tu camino?

El film está cargado de metáforas que dan lugar a interpretaciones diferentes, haciendo en muchos casos imposible diferenciar la realidad de la ficción. Esto provocó que a muchos se les atragantara el argumento y acabaran pensando que todo era un sinsentido surrealista.

Cuando me piden una de mis películas favoritas, recordaba esta. Seguro decía que por la actuación de la Portman (para sonar que la conozco) y la musicalización que, no siendo muy fan de la ópera, me fascina en esta ocasión. Pero ahora veo en ella un reflejo de lo que se ve en la sociedad hoy en día, sueños rotos, competencia no tanto limpia y una ansiedad por salir al paso día a día.

Y ahora, si vamos a dichos de señora, sobre la vida y el actuar, ¿te harás pato viendo cómo las cosas siguen igual? O intentarás salir adelante, buscando la perfección en cada trazo como una bailarina exigente y logrando brillar como un solo en una gala de ballet.

Entre parásitos y doña…

¿Qué estarías dispuesto a hacer para que ya no te llamen de esa empresa de crédito cobrándote? O por salir de esa colonia en donde, de un tiempo a la fecha, sientes que ya no encajas. ¿Cuántas veces has pensado que si hubieras nacido en una familia con más recursos económicos tu presente sería distinto?

Esta película logró grandes logros en el mundo del cine. Siendo la primera película de habla no inglesa en ganar un Oscar en el 2020, además de otra serie de premios.

¿De qué va? Sin ánimos de spoiler y más bien con el interés de que la veas, es una película donde se muestran las peripecias de una familia de cuatro integrantes que van construyendo una estrategia para mejorar su situación de vida gracias a los trabajos que les ofrecen en una familia acomodada, esto de la mano de mentiras, engaños y manipulaciones.

Bajo la indudable premisa de ¿quién parasita a quién?, se abre un espacio fílmico que propicia a narrar una lucha de clases salvaje y valiente. Una realidad internacional ubicada en Corea del Sur. Los pobres explotan su inteligencia para hallar la forma de tener una vida más digna. Los ricos, snobs e inseguros, presentan unas carencias y vacíos emocionales que creen poder llenar con la presencia de la otra familia. Dos universos que derivan en denuncia político-social, revisión de géneros canónicos y humor negro de tintes surrealistas.

Por otro lado, fue tendencia en México nuevamente los memes de la telenovela Teresa, protagonizada en 2010 por Angelique Boyer. Señalando que ya disponían de una novela que envejeció mal, en el sentido de que parece ser que lo que creíamos un pensamiento correcto y prudente ahora es una forma de obstaculizar el crecimiento. Me refiero al personaje de doña Refugio, que en repetidas ocasiones trataba de poner un límite a la ambición de Teresa. Algunos señalan que ella debería haber sido o es realmente la mala de la historia.

Uno busca crecer, ser mejor como persona y, claro, buscando mejorar la situación económica. Pero, ¿a costa de qué?, ¿es muy romántico pensar que a base de trabajo y sin ningún tipo de esfuerzo, engaño o situación que genere conflicto a nuestros valores?

Parásitos, aunque está desarrollada en un país asiático, no es muy complicado sentirnos identificados con distintos escenarios. La lucha de clases sociales, la complejidad de conseguir trabajo, las trabas sociales y económicas para seguir estudiando y hasta los códigos que se deben seguir para tratar de entrar a una clase social distinta.

Esta película, si bien podría parecer una ficción, no dudo que más de uno sienta un nudo en el estómago por sentirse identificado en alguno de los escenarios o formas de pensar de los personajes que se nos presentan.

Cierro con dos preguntas, ¿donde estás ahora, ha sido sin pisar a nadie? Y ¿qué tanto estás dispuesto a hacer de lado tus valores para alcanzar lo que tú consideras éxito? E4

Promotor cultural.

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