Proclamaciones adelantadas de Independencia

Un tlaxcalteca en Parras, los cabildos de Saltillo y San Esteban, el gobernador de Coahuila y el alcalde de Cuatro Ciénegas adelantaron, con mucho, a don Agustín de Iturbide. No es poca cosa

En julio pasado tuvo lugar la sesión solemne del cabildo de Saltillo para festejar la proclamación de Independencia respecto a España, que antecedió a la nacional. Estuve presente y me alegró que recordaran el caso. El secretario del ayuntamiento dijo que los saltillenses nos adelantamos; el alcalde añadió que «Saltillo fue la primera ciudad libre del México independiente. Este momento histórico muestra que somos potencia nacional». Un poquito exagerado Manolo, una cosa no viene de la otra.

Es verdad que en Saltillo se reunió la gente «a fin de proclamar la Independencia de esta América Septentrional», lo cual indica que estaban fastidiados de ser españoles. No fue excepcional porque Buenos Aires, Argentina, se había declarado independiente en 1816. La idea andaba en el ambiente y puede comprobarse al saber que, en el pueblo de Parras, también en 1816, se encarceló a un tlaxcalteca borracho que profirió «viva la América y la Virgen de Guadalupe». El dato es importante para un historiador porque permite leer el proceso judicial. El tlaxcalteca confesó haber declarado «viva la América y la Virgen de Guadalupe porque es la reina de América». Profunda declaración: mencionó a América, no a México, y a la Guadalupana, dejando de lado las vírgenes españolas: del Rosario, la Dolorosa, la Inmaculada. Visión política informada e inteligente —nuestro alcalde y su secretario olvidaron que los tlaxcaltecas de San Esteban también apoyaron la declaración de Saltillo—.

Fecha y evento eran conocidos años antes. Elena Huerta pintó en su hermoso mural la fecha 1 de julio de 1821 hace varias décadas. Pregunté a la pintora Mercedes Murguía y dijo que el dato lo proporcionó, quizás, J. de J. Dávila Aguirre. No importa quién. Está fijo. Mencionaron el hecho Javier Villarreal, Esperanza Dávila y Lucas Martínez con nuevos datos.

El alcalde Eleazar Galindo me nombró director del Archivo Municipal el 1 de enero de 1989. Incorporé al equipo al historiador José Luis García Valero, quien propuso lanzar un periódico de corte histórico. Su idea tomó cuerpo y creamos «La Gazeta del Saltillo». Leíamos manuscritos y los comentábamos como noticia, como si estuviesen sucediendo en el momento. Don Ildefonso Dávila, jefe del archivo histórico, me mostró el documento de la declaración saltillense de independencia y yo escribí el artículo. Nuestros lectores se enteraron del raro episodio.

Años más tarde fui invitado por Óscar Pimentel, secretario de Educación, a escribir el texto «Historia y Geografía del Estado de Coahuila» para tercero de primaria. Desde 1997 todos los niños de Coahuila, sus maestros y padres conocieron el documento sobre esa prematura independencia de Saltillo. Ese texto gratuito y obligatorio se estudió durante unos trece años. Asimismo, escribí un dato más trascendental que el saltillense: el gobernador español de la Provincia de la Nueva Extremadura de Coahuila, días más tarde, reunió en Monclova a gente importante: sacerdotes, hacendados, comerciantes y militares a los que pidió «jurar fidelidad a la Nueva Nación Mexicana». Tal cosa sucedió antes de la declaración definitiva en la ciudad de México. Ya no era «la América», sino «la Nación Mexicana».

Poco después tuvo lugar en Cuatro Ciénegas la que podría ser la primera fiesta del «grito de independencia» celebrada en Coahuila: hubo música, fuegos de artificio, repique de campanas y una verbena popular.

Resumo: un tlaxcalteca en Parras, los cabildos de Saltillo y San Esteban, el gobernador de Coahuila y el alcalde de Cuatro Ciénegas adelantaron, con mucho, a don Agustín de Iturbide. No es poca cosa.

El libro de tercero de primaria tuvo, al menos, trece ediciones. La SEP no me informaba, violaba derechos de autor. Conté los tirajes de las ediciones que pude conseguir en escuelas o librerías de viejo. Suman 371 mil ejemplares. De pronto suprimieron mi texto sin darme aviso. Se dijo que fue obra de Humberto Moreira, alguien aseguró que más bien fue la SEP nacional, otros que la SEP estatal. Me da lo mismo.

Investigador, académico e historiador

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