Realidad actual: México herido y confundido

El país de nuestros abuelos, el México idealista de nuestros padres, no existe. Hoy vivimos un país sin sentido, nosotros como colectividad no sabemos el rumbo de nuestros pasos. Situaciones como la recesión económica, pero sobre todo, la violencia en la que vivimos día a día y que parece no tener fin, nos lleva a una desorientación complementada por la fragmentación del tejido social.

Los Gobiernos actuales —particularmente en el espectro nacional— nos han llevado a una desintegración social, donde resulta difícil ver convicciones generalizadas. Nuestro país vive de metas inciertas. Como individuos y sociedad tenemos pocos ideales —por decir lo mucho—.

Las utopías construidas por los políticos con eslóganes se han convertido solamente en medios para llegar al poder, eso de alguna manera alimenta la descomposición, la frustración y el desánimo nacional.

La alternancia en el poder que le dio la batuta al partido Morena, más que compromisos cumplidos son desilusiones cumplidas. El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se suponía que iba destinar más presupuesto a la política social que ayudaría a construir un tejido social que cohesionara y nos diera identidad nacional, y que los demás partidos abandonaron.

En ese mismo sentido, a pesar del respaldo popular apabullante que recibe de parte de sus simpatizantes, el Gobierno federal encabezado por AMLO ha dejado mucho que desear. Ciertamente muchas de las noticias tienen carácter tendencioso, pero también la realidad obliga.

Vamos a la mitad del camino, pero hacer análisis comparativos, ciertamente, carecería de objetividad y la realidad de hoy es muy distinta a la anterior (pandemia, déficit económico mundial, feminicidios, etc).

Fuera de ello, el Gobierno de AMLO debe plantearse políticas orientadas a construir mejores expectativas de vida, a fortalecer vínculos sociales y valores; a generar confianza en las instituciones públicas, en los partidos, en los políticos; y que a nosotros como sociedad nos haga más humanos, más solidarios y que nos haga detenernos un poco a plantearnos como personas, como ciudadanos y como sociedad, ¿quiénes somos? y ¿qué queremos ser?

Aguascalientes, 1982. Cursó sus estudios de Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Coahuila, posteriormente hizo sus estudios de maestría en Gobierno y Gestión Pública en la Universidad Complutense de Madrid. Labora en la administración pública estatal desde el año 2005. Es maestro de Teoría Política en la Facultad de Economía de la UA de C desde el año 2009. Ha sido observador electoral de la Organización de los Estados Americanos en misiones para Sudamérica, en la que participa como miembro de observadores para temas electorales.

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