Recuerdos de la Sociedad Manuel Acuña

En memoria de nuestro padre

Al perderse los valores del mutualismo y ante las fallas de liderazgo, surge la crisis por la que atraviesa esta entrañable Institución, sin embargo, conservo numerosos recuerdos de la «Acuña», debido a que en nuestra familia contamos con integrantes que llegaron a presidir la sociedad, como lo fueron mi abuelo materno Tomás Flores Luna, mi tío don Rodolfo Aguirre y nuestro padre don Mario R. Dávila.

Ellos realizaron en su tiempo aportaciones importantes que se tradujeron en mejoras para sus socios, y en el caso específico de mi padre, puedo confesar ahora que durante muchos años la «Acuña» fue su casa grande, la que impulsó y quiso entrañablemente, implementando mejoras en sus servicios e instalaciones, que la posicionaron como un centro recreativo y cultural de primer nivel, habiendo en un tiempo, aglutinado a todas las clases sociales de Saltillo.

Algo nos tocó a mis hermanos y a mí de esa grata experiencia, pues acuden a mi memoria los carnavales y los bailes que se celebraban en el Patio Español y en el gimnasio —con su duela excepcional—, donde presenciamos juegos de basquet bol inolvidables, como la gran bronca entre la «Ola Verde», en su tiempo base de la selección nacional y los «Buitres» de la Narro.

Asimismo, mi hermano Javier y yo, fuimos testigos de la deslumbrante oratoria de Carlos Madrazo, en su cruzada para reformar al PRI, donde al finalizar su intervención ante un local abarrotado, mi amigo Manuel Rivera y yo, le solicitamos al político tabasqueño una cita en sus oficinas de la colonia del Valle en la ciudad de México, para lo cual viajamos a la capital en un «Anáhuac». Eso fue a mediados de los 60.

En su gimnasio presencié el entrenamiento del pugilista del «Ojo de Agua» Otilio «Zurdo» Galván para su combate contra el «Toluco» López, sin olvidar los baños rusos y esos cócteles de camarones que nos sabían a gloria después de los rigores del vapor. Cómo olvidar las caminatas de los mutualistas de Monterrey desde la Huasteca en Santa Catarina hasta San José de los Nuncios, donde se fundían en un fraternal abrazo con sus colegas de Saltillo. Esto sucedía cada 20 de noviembre.

Tuve la suerte de conocer a personajes importantes de nuestra ciudad cuando pasábamos antes de comer por nuestro padre, quien se encontraba departiendo con sus amigos, de los que recuerdo a don Ismael «Lito» Ramos González, luciendo un traje elegante, texana «Stetson», pistola al cinto y su inseparable puro, acudan a mi mente los nombres de Ramiro y Lisandro Dávila, Mario Ortiz Rodríguez, Salomé Perales, el doctor Edmundo Recio, Mario Borja, Jacobo Iga, el «Ranchero», Jesús Padilla, el doctor González Carielo, Carlos Márquez, Blas López, Pepe Martínez, Epigmenio Ramírez, Antonio de los Santos, el «Bocho» Herrera, Miguel Zarzosa, José de Nigris, Pedro Nieto, José Aguirre, y don Vicente, el administrador. Pido disculpas por las omisiones involuntarias debido a mi frágil memoria.

No puedo dejar de mencionar a los siempre eficientes empleados; el «Cherokee» y el «Firpo» en los baños, y «La Flecha» y el «Poca Luz» elaborando y sirviendo aquellas deliciosas tortas.

Al preparar la sopa del dominó, se hablaba de política y alguno que otro chisme y en 1995 bailamos al inigualable ritmo de la «Sonora Santanera» en el Patio Español.

En su gimnasio se forjó el campeonato nacional de basquetbol infantil de 1963, pues ese fue el recinto de los entrenamientos previos al torneo celebrado en la Ciudad de México, y en uno de sus salones, y gracias a la generosidad de mi padre, siendo estudiantes, organizamos en septiembre de 1968 una mesa redonda sobre el movimiento estudiantil.

En dicho evento participaron como conferencistas Armando Fuentes, «Catón», Abraham Nuncio, el Padre Antonio Usabiaga y representantes de algunos partidos políticos.

En sus buenos tiempos la «Acuña» cumplió entre otras, funciones de centro recreativo, cultural, educativo —contó su biblioteca—, y de salud, llegando incluso a tener un seguro de vida para sus socios. Agradezco a mis primos Luz Angélica Aguirre y Jesús Flores la información que me proporcionaron para este artículo. Esperamos que se haga justicia. ¿Y los responsables del Centro Histórico, que hicieron? E4

(Vanguardia, 29.08.21)

Catedrático e investigador. Es hermano de Alejandro Dávila Flores, exrector de la Universidad Autónoma de Coahuila y colaborador de Espacio 4.

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