«Nos acaban de entregar de nuevo la presidencia», dice Fernández Noroña. Anticipa triunfos en Hidalgo, Oaxaca, Coahuila y Estado de México
El fracaso de la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador en la Cámara de Diputados infundió bríos a las oposiciones, a los gobernadores ajenos a Morena, a las cúpulas empresariales y a las transnacionales. Nos acaban de entregar de nuevo la presidencia, vociferó Gerardo Fernández Noroña desde la tribuna del Congreso. Este año le ganaremos al PRI Hidalgo y Oaxaca, en 2023, Coahuila y Estado de México, pregonó el sociólogo en su diatriba contra los diputados del bloque opositor y los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Pidió enjuiciarlos por vender la riqueza nacional y vaciar de contenido la Constitución.
La votación (223-275) que impidió echar abajo la desventajosa reforma impulsada por Peña Nieto en 2013 para abrir el sector eléctrico a la inversión extranjera acaparó las ocho columnas, según la tendencia y visión de cada medio: «Dan revés a AMLO» (Reforma), «Tiran reforma eléctrica de AMLO; van por el no a otras» (El Universal), «Oposición frena reforma eléctrica en ríspido debate» (La Jornada), «Desechan reforma, pero va Ley Minera» (El Economista), «AMLO envía ley para asegurar el litio ante revés en electricidad» (Milenio).
El presidente conocía de antemano el resultado: «Pase lo que pase ya estamos blindados contra la traición», declaró en la víspera. Y cumplió, horas después, Morena y sus aliados aprobaron por mayoría simple la reforma para declarar de utilidad pública la exploración, explotación y aprovechamiento del litio, una de cuyas reservas mundiales se encuentran en México.
Limpiabotas de Iberdrola
Los caricaturistas desplegaron su ingenio antes y después de conocer el resultado. En el cartón «Reforma eléctrica», de Helioflores (El Universal), un subalterno de Iberdrola reporta a su jefe: «Señor: en su informe aparecen muchos millones gastados en la compra de diputados mexicanos, ¿valió la pena?». El ejecutivo replica con sequedad: «…luego les digo». En sus manos sostiene un periódico donde lee: «Resultado de la elección en el Congreso mexicano». En «Oposición triunfante», la coalición Va por México (PRI-PAN-PRD) exclama: «¡Ganamos, patrón…!», mientras lustra el calzado de la misma trasnacional española.
En «Festejos históricos de la derecha», Fisgón retrata y fecha las traiciones de los tres últimos siglos, con sus respectivos protagonistas: la entrada de Maximiliano y Carlota a Ciudad de México, el 12 de junio de 1864; el golpe de Estado de Victoriano Huerta, el 13 de febrero de 1913; y la votación contra la reforma de AMLO, el 17 de abril de 2022. Los líderes del PRI, Alejandro Moreno, y del PAN, Marko Cortés, sostienen carteles con las leyendas «No va a pasar» y «Aunque la fiesta nos dure un día» (La Jornada, 19.04.22).
En «Votos», del mismo diario de izquierdas, Hernández presenta al muñidor de Va por México, Claudio X. González, vestido de sacerdote mientras bendice el matrimonio del PAN (mujer) y el PRI (hombre) con el Evangelio de Mateo (19,3-12) aplicado al caso: «Lo que el moche unió, que no lo separe el hambre». Iván dibuja a López Obrador en la lona con gansos alrededor de su cabeza, una bombilla rota y los partidos de Va por México (PRI, PAN y PRD) descabezados rumbo a la elección presidencial de 2024. (El Financiero, 19.04.22).
La oligarquía celebra
Tras la sesión del Congreso, devenida en ópera bufa, las élites echaron las campanas al vuelo. En un comunicado fechado el 18 de abril, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y sus afiliados (Concamín, Coparmex, Asociación de Banqueros de México, Canacintra y ocho organismos más) reconocen la responsabilidad de los legisladores federales en el debate sobre la reforma eléctrica. «(Fue) un proceso democrático, y dentro de los canales institucionales que establece el marco jurídico».
La cúpula empresarial se compromete a «contribuir con todos los actores interesados para que México tenga energía suficiente, barata y limpia para combatir el cambio climático y lograr que la economía crezca». Los mismos sofismas de Peña Nieto y sus aliados del Pacto por México (PRI, PAN y PRD) para aprobar, con la oposición PRD y Movimiento Ciudadano, la reforma eléctrica de 2013.
Sin embargo, es temprano para cantar victoria. El presidente López Obrador sostiene que las trasnacionales eléctricas han abusado de su influencia y poder económico para aumentar sus ganancias en perjuicio del país y de los consumidores. Reservar al Estado los procesos relativos al aprovechamiento del litio, el oro blanco del siglo XXI, representa un revés para las mineras extranjeras, habituadas a imponer condiciones. AMLO no pudo lograr la mayoría calificada para revertir la reforma de Peña Nieto, pero con la mayoría simple todavía puede avanzar la agenda de la 4T. (GHG) E4