Rocha, la nobleza de las palabras y cómo ennoblecer el periodismo

Reportero, conductor, locutor, entrevistador, corresponsal de guerra, no había ámbito periodístico que le fuera ajeno. Próximo al presidente y a la vez uno de sus críticos más severos, la entrevista con López Obrador número 50 no pudo realizarse

«Italo Calvino describió las madrugadas en las que unos todavía están despiertos y otros ya lo están. La vida se divide en trasnochadores y anticipados. El vigía Ricardo Rocha era las dos cosas. Ejerció el afecto con una puntualidad de su invención y nos preparó para todas las noticias, menos para la de su muerte, que sólo podía llegar a destiempo», así describe Juan Villoro, al término de su columna «El vigía» (Reforma, 09.06.23), la personalidad de una de los periodistas más distinguidos de México, conductor, columnista de opinión y director general de la Agencia Detrás de la Noticia (DDN), fallecido el 4 de junio, a los 73 años de edad, a consecuencia de un malestar renal.

«Nací en un barrio, Tepito, donde las llamadas palabrotas y hasta el uso gracioso del albur y el calambur, eran parte del lenguaje cotidiano. Pero también ahí aprendí de la nobleza de las palabras: amistad, lealtad, buena fe y de la enorme diferencia con el insulto, la degradación y hasta la náusea en el uso de ciertas frases y términos», escribía Ricardo Rocha en una de sus columnas (El Universal, 26.10.22). Quizás ese amor por las palabras lo llevó a convertirse en colaborador de distintos espacios informativos a lo largo de casi medio siglo.

«Lamento el fallecimiento de Ricardo Rocha. Fuimos muy amigos, me abrió espacios en medios de comunicación cuando casi todo estaba cerrado para nosotros. Abrazo a toda su familia»

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México

Comenzó su carrera haciendo prácticas en el Canal 8 de la Televisión Independiente de México en 1975 y apena dos años después ya era acreedor del Premio Nacional de Periodismo por su cobertura de la Revolución Sandinista en Nicaragua. En 1980 convenció a Emilio Azcárraga Milmo —propietario del conglomerado de medios de comunicación Grupo Televisa— de hacer un espacio televisivo para invitar a intelectuales, artistas y representantes de la música popular mexicana. Fue así que surgió «Para gente grande», programa de divulgación cultural que se transmitía a altas horas de la noche y logró mantenerse al aire por 14 años. Su transmisión tuvo lugar en México, Estados Unidos y parte de Europa.

Fue justamente en Televisa donde alcanzó la fama gracias al programa «En Vivo» (1983-1996), donde dialogó con figuras de diversos ámbitos en la cultura mexicana. Por esos años participó además en la publicación de sus dos libros: Yo, corresponsal de guerra (coautor), 1982, que narra las vivencias íntimas de los reporteros en el frente, y Conversaciones para gente grande, 1993, una recopilación de entrevistas a celebridades.

Comprometido con exponer la verdad, en 1995 se lanzó a hacer una cobertura de la matanza de Aguas Blancas, en Guerrero, que costó la vida a 17 campesinos y cuya responsabilidad recaía en el gobernador priista Rubén Figueroa, a la postre impune. El reportaje le pasó factura a Rocha quien se vio obligado a abandonar Televisa.

Sin darse por vencido, en 1997 creó el concepto «Detrás de la Noticia» y dos años después consolidó la idea hasta convertirla en una agencia informativa. Este fue el medio de comunicación más imparcial en el proceso electoral presidencial del año 2000, según el monitoreo del entonces Instituto Federal Electoral (IFE). DDN alcanzó un acuerdo con Televisión Azteca y comenzó la transmisión del programa Reporte 13. En noviembre de 2002 la agencia llegó a un convenio para rentar la estación 660 AM, naciendo así el concepto Comunicación 660.

Con la llegada del nuevo milenio, Ricardo Rocha comienza a trabajar para TV Azteca con «Animal Nocturno» (2005-2015), programa que se emitía a medianoche por Azteca 13 y que condujo junto a la actriz Patricia Llaca. Si bien compartió micrófono con multitud de personalidades, es de destacar las 49 entrevistas que le hiciera al presidente Andrés Manuel López Obrador, desde los inicios de su carrera política, y por quien sintió una amistad sincera, que lo llevó a apoyarlo en su campaña. Su admiración, sin embargo, se vio mermada una vez que AMLO asumió el poder. Pronto Rocha se convirtió en uno de sus más furibundos críticos. Y aunque lo invitó para la entrevista número 50, esta nunca se realizó.

Incansable en su trabajo, Rocha se mantenía activo en Tele Fórmula y Radio Fórmula con dos noticieros y un programa de opinión. Escribía una columna semanal en el periódico El Universal y equilibraba esas responsabilidades con la dirección de su agencia de noticias. El viernes 2 de junio —dos días antes de su deceso— estuvo presente en su programa habitual de Radio Fórmula, «Detrás de la Noticia», y cerró la transmisión con las siguientes recomendaciones: «Cuídense mucho el fin de semana, esto de la pandemia no ha terminado del todo, claro ya se han relajado un poquito las precauciones. Y no está mal salir de vez en cuando, pero si se puede poner el cubrebocas y evitar lugares muy congestionados mucho mejor. Yo los espero el próximo lunes 5:30 de la madrugada. Hasta entonces. Hasta siempre».

El mismo día de su muerte, la Secretaría de Cultura emitió un comunicado a través de su cuenta de Twitter para expresar el dolor por la pérdida de quien se convirtió en símbolo del trabajo periodístico de calidad. «La Secretaría de Cultura lamenta el fallecimiento del periodista Ricardo Rocha, quien fue un referente del periodismo crítico y la libertad de expresión, así como un destacado cronista de los acontecimientos políticos, sociales y culturales en México».

El presidente Andrés Manuel López Obrador se sumó a las condolencias por el deceso del periodista. «Lamento el fallecimiento de Ricardo Rocha. Fuimos muy amigos, me abrió espacios en medios de comunicación cuando casi todo estaba cerrado para nosotros. Abrazo a toda su familia», publicó en su cuenta de Twitter.

Juan Villoro resume la labor —quizás fue también siempre la intención— de Ricardo Rocha al inicio de la citada columna «El vigía»: «Le gustaba informar cuando eso parecía imposible. Al modo de quien custodia un faro, encendía una luz para que los solitarios y los barcos encontraran su camino».

No queda entonces más que agradecer esa luz y desear que nunca se apague para las generaciones venideras. E4

Sus entrevistados

  • Andrés Manuel López Obrador
  • Ernesto Zedillo
  • Subcomandante Marcos
  • Gabriel García Márquez
  • Carlos Monsiváis
  • Ray Bradbury
  • María Félix
  • Mauricio Garcés
  • Juan Gabriel
  • José José
  • Chabela Vargas
  • Pablo Milanés
  • Joaquín Sabina

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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