Nuestra lucha no es contra los hombres, es contra el machismo que a todos nos lastima: Campbell. Desde nuestras gargantas sonarán sus voces tantas veces como sea necesario: feministas
En el día de Todos los Santos, 1 de noviembre, dos colectivos populares saltillenses realizaron manifestaciones para recordar a las víctimas de feminicidios. ¿Quién más inocente que las niñas abusadas a las que el miedo infundido por el agresor las calla? ¿Quién más inocente que la mujer que otorga su confianza y vive o convive con aquel de quien nunca espera convertirse en víctima mortal? En los días de difuntos de este 2020, esos eventos en Saltillo dejan claro que lo que no morirá es la defensa de las mujeres.
«El enemigo es el machismo abyecto, no los hombres», dijo Jackie Campbell, quien junto con miembros de la Nueva Constituyente Ciudadana Popular (NCCP) montó un «Altar de Muertas» frente a su domicilio, donde la fachada es de hecho, desde hace meses, un altar permanente a tres víctimas con imágenes plasmadas a modo de mural.
En un comunicado se planteó: «¿Y si fuera tu hija, tu madre, tu hermana o tu amiga? …Queremos recordar que a finales del año pasado plasmamos nuestra indignación ante el incremento de feminicidios en México y Coahuila, a través del primer mural violeta del estado para visibilizar la violencia feminicida y sumarnos a la exigencia de justicia. Los patrones de impunidad nos afectan y cada una de ellas nos hace falta».
El evento fue incluyente, no solo para mujeres. En su convocatoria se apunta que aunque el altar estaría «principalmente dedicado a más de 40 víctimas de feminicidios, se aceptarían también «elementos y fotografías de mujeres y hombres que se desee sumar para hacer un altar vivo y comunitario».
«Alto a los feminicidios. Los patrones de impunidad nos afectan a todos. Cada una de ellas nos hace falta».
Nueva Constituyente Ciudadana Popular
Se rememoró que el mural incluye la imagen de Serymar Soto Azúa (Torreón), asesinada por su prometido el 28 de enero de 2017, quien cumple sentencia por feminicidio; Brenda Nail González Montelongo (Piedras Negras), encontrada muerta el 21 de octubre de 2018, de su caso no hay investigación; y Elisa Loyo Gutiérrez (Saltillo), asesinada en su centro laboral, un restaurante donde sería la chef principal, y donde hicieron creer que fue un suicidio.
La NCCP puntualiza que «a diferencia de asesinar en medio de un robo o en una riña, un feminicidio se define como el homicidio de una mujer por razones de género»; es decir, por el hecho de ser mujer.
Por otro lado, también en la ciudad ese mismo día, el Frente Feminista de Saltillo convocó a una «Procesión de Silencio». Contrario al del altar, se aclaró que éste sería un evento «separatista», al cual solo mujeres, no hombres ni miembros de la comunidad LGBT+, estaban convocadas.
La invitación sugería «ir de luto o de “catrinas”» y llevar una veladora para sacar a las calles «la luz de las que ya no están», de las cuales, en un simbólico féretro, sus nombres y su recuerdo eran cargados por cuatro de las manifestantes.
«No las olvidamos… Aquí siguen en nosotras… Desde nuestras gargantas sonarán sus voces tantas veces y tan alto como y cuando sea necesario, pero también habrá días como hoy en que el peso de nuestra protesta y de nuestro dolor se hará sentir en la densidad del silencio», dijo Sandra, una de las jóvenes que se permitió romper por un minuto la procesión para hacer el comentario. «No más abusos, no más miedo, no más muertas», enfatizó.
Las iniciativas surgieron motivadas por los recientes feminicidios en Coahuila. Los asesinatos de Alondra y Claudia en Saltillo, Bertha en Piedras Negras, o María, Elvira, Fabiola y Rosa en San Pedro de las Colonias, siete en menos de 40 días —del 21 de septiembre al 27 de octubre— les impiden claudicar o apagar su esperanza de que venga el tiempo en que no sucedan más.
En el «ataúd» cargado a hombros plasmaron los nombres de las victimadas; sumaban más de 30: Elvira, María, Rosy, Wendy, Victoria, Mariana, Nancy, MaFer, Marlen, Jessica, Rosario, Alondra, Carola, Daniela, Rocío, Marce, Karina, Cristina, Sandra, Claudia, Renata, Valeria, Paola, Sofía, Kare, Lourdes, Thalía, Carolina, Karla, Fabiola, Patricia, Yolanda, Leslie, Érika.
También cargaron cruces. Claudia y Alondra son los nombres plasmados en dos de ellas para aludir los dos casos locales de feminicidios más recientes.
La procesión transcurrió sin contratiempos. Partió del templo de San Francisco por la calle Juárez, pasó a un costado de Catedral, de Plaza de Armas y Palacio de Gobierno, para luego incorporarse a la calle Victoria.
El punto final fue la alameda Zaragoza. No hubo manifiesto ni declaratorias. «Por las que nos faltan. Por nosotras mismas» fue apenas un comentario casi inaudible para invitarlas a mantenerse solidarias. Permanecieron ahí por un rato para mostrar los carteles donde, entre otras frases, podía leerse «Nos sembraron miedo; nos crecieron alas», «En México todos los días son días de MUERTAS», «¿Cuándo va a ser el día que no falte ninguna?».
De acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado de Coahuila (FGEC), en los meses de enero a octubre de 2020, en esta entidad se han registrado 26 feminicidios, lo cual ya supera el total de 24 casos bajo esta tipología registrados en todo 2019. E4