¿Sí a la vida?

El derecho a elegir, al parecer, no es un derecho como cualquier otro. Es posible que no esté usted de acuerdo con el aborto, pero el punto clave aquí, es sobre quién va a imponer sus creencias personales a otros. Pocos temas generan una división tan apasionada como este, sin opción fácil entre el derecho de un nonato y la vida y derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo. Las opiniones suelen llenarse de estereotipos que florecen en la ignorancia e intolerancia, o que se apoyan en ideologías políticas altamente predictivas y en puntos de vista basados en literalismos bíblicos. Los más informados, opinan basados en los dichos científicos, que para este caso no se basan en la ciencia a la cual dejan de lado, sino en sus creencias personales.

La ciencia ya ha dicho que el desarrollo del cerebro y la conciencia empiezan después de las 12 semanas de la concepción. Durante este tiempo, no hay duda científica de que el feto es incapaz de cualquier forma de conocimiento consciente. Son esas mismas 12 semanas en que se realizan el 75% de los abortos (legales o no legales) en el mundo. Pero si el debate se torna moralino, y su opinión es que la vida comienza en el momento de la concepción, entonces no lo voy a convencer con ningún argumento.

Y es que en un mundo ideal nadie tendría un aborto y la anticoncepción sería siempre utilizada con éxito y cada niño sería un hijo deseado. Pero las estadísticas superan al mundo ideal. Estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dicen que el aborto es seguro en los países en los que es legal, pero peligroso en los que ha sido declarado ilegal y se realiza clandestinamente y que a nivel mundial, el aborto representa el 13% de las muertes de mujeres durante el embarazo y el parto.

El doctor Paul Van Look, director del departamento de Salud Reproductiva de la OMS dijo que las leyes no influyen en la decisión de una mujer a tener un aborto. Hay embarazos no planeados y abortos sin importar si la ley es restrictiva o liberal. La prohibición del aborto no afecta las tasas para llevarlo a cabo. Pero si está prohibido, aumentan sensiblemente los peligros de muerte para las mujeres. «Por lo general, donde el aborto es legal será provisto de una manera segura», dijo el doctor Van Look. Y lo contrario: donde es ilegal, se realiza en condiciones de riesgo.

¿Entonces, estamos o no a favor de la vida? Lo digo por lo dramático que es un aborto clandestino. El estudio de la OMS, demostró que hay 20 millones de abortos inseguros al año y que en ellos, 67 mil mujeres mueren y eso sucede ahí donde el aborto es ilegal. Si le sumamos el penalizar la práctica, entonces se perpetúa el desastre que vivimos. El argumento de dar a esos niños en adopción —para mí, la muestra más grande de amor— en la práctica, tampoco resuelve el problema.

Así es en Argentina, que al cierre de 2020 votó a favor del aborto legal como oportunidad para dar a las mujeres mejores condiciones psicológicas y médicas para que puedan evitar los peligros de la clandestinidad al momento de tomar la decisión de interrumpir un embarazo. Hace dos semanas, apenas el 2 de enero, en Corea del Sur el aborto ya no es una practica ilegal y el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, que antes solo se aceptaba a las víctimas de violación o en casos de riesgo para la salud.

Mientras esperamos a que la ciencia encuentre una forma perfecta de control de la natalidad, olvidémonos de la abstinencia y hasta de la educación sexual que han demostrado no funcionar. Si realmente están a favor de la vida, apoyemos una cruzada sobre cómo usar anticonceptivos y cómo evitar que más mujeres mueran practicándose un aborto clandestino.

Pero en este debate, hemos dejado de lado a sus protagonistas: las mujeres. Oprimidas desde el inicio de los tiempos, victimizadas y violentadas por cada civilización y en cada época, llámense sumerios, persos, fenicios y hebreos, pasando por griegos, romanos, la edad media y hasta nuestros tiempos, el dominio de los hombres ha sido tan abrumador, que no pueden elegir y cuando lo hacen, en muchas ocasiones lo hacen basadas en una educación dogmatizada y orientada a dar gusto a los hombres.

Así que después de escuchar y leer opiniones a favor y en contra del legítimo derecho de las mujeres a abortar y de despenalizar esta práctica, hoy me queda claro que si los hombres pudiéramos quedar embarazados, entonces el aborto estaría aprobado en todos los países y hasta incluido en los textos bíblicos como un sacramento.

Es editorialista de diversos medios de comunicación, entre ellos Espacio 4, Vanguardia y las revistas Metrópoli y Proyección Empresarial, donde escribe sobres temas culturales, religiosos y de ciencia, tecnología e innovación. Es comentarista del noticiero “Al 100” de la estación de Radio La Reina de FM en Saltillo.

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