Un gabinete estatal mutilado

El gobernador del Estado hace días aceptó la renuncia del secretario de Inversión Pública Productiva, dependencia encargada de analizar dónde se desarrollan los proyectos susceptibles de inversión de asociaciones público privadas en el territorio.

Por otro lado, el presidente del Consejo de los Derechos Humanos comunicó al Congreso del Estado su dimisión al cargo, según él por razones de carácter personal.

Estos años la citada comisión remarcó su imperceptible presencia en el ambiente político estatal, pues los informes sobre su actuación muestran emisiones mínimas de asuntos en los que ha intervenido, por lo que se advierte del poco trabajo desarrollado en esa oficina, pues su presencia fue una figura decorativa, ya que sus recomendaciones se derivaron de actos de prepotencia por parte de autoridades y resueltos de una manera laxa reflejando una atonía en su labor, lo que puede suponerse su necesario retiro, o a menos que recurriera a otros empleos más apetitosos.

Hoy en día las sociedades modernas son una caja de resonancia repleta de conflictos y arbitrariedades, y si a eso le añadimos la existencia de mandos que obran con ilegalidades, hace que se produzca un choque que acaba por tener preeminencia, por lo que es necesaria la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y si ésta resuelve con una parcial importancia, emitiría una resolución tangencial y fácil que expresaría una debilidad en su tarea.

Por eso es de suma importancia que sea designado un sustituto que reúna un perfil profesional que realmente aquilate los asuntos en los que trabajará, capaz de entrelazar la normatividad correspondiente y el sentido humano sin que una trastoque al otro.

Por lo que se refiere al ahora exsecretario de Inversión Pública productiva que se desprendió del puesto de apenas dos años de desempeño sin que su renuncia haya sido notoria, ya que su presencia entre las demás secretarías no ocupó un lugar preeminente pues solo representó un ente difuso sin oficio ni beneficio, o a lo mejor el beneficio sería después, pues el clima laboral que implementó como titular fue una continuidad inercial, como el que impuso en su anterior responsabilidad cuyo trabajo fue inapreciable por su falta de actividad cuya justificación fueron los mermados recursos económicos asignados además de la falta de transparencia, lo que pone en duda que el presupuesto no solo fue empleado en los mínimos trabajos oficiales, sino que pudieron tener otro rumbo.

Los aires políticos nos traen otras razones que imponen circunstancias más bien del signo político que está fuera del partido en el que ha transitado durante años, y se encamina a montarse en el tren cuya vía lleva vuelta a la izquierda y abandonar al maquinista que lo invitó a viajar en forma segura, y ahora que los estertores anuncian el final del camino, quiere buscar otros vientos.

Por lo anteriormente descrito los dos funcionarios mencionados tienen derecho a enrolarse en el trabajo que deseen, nada más que al lugar al que arriben tendrán que exponer sus cartas de presentación indicando el resultado de su trabajo anterior, en el cual en la parte referente a su actividad al dar la respuesta plasmarán con todos sus componentes que practicaron valores esenciales en la vida como es la honestidad y la lealtad.

¿Cuántos funcionarios más abandonarán el barco antes que termine la presente administración? Existen dependencias en los que burócratas de buen nivel seguramente estarán cuadrando movimientos financieros para justificar, en el papel, la adquisición de bienes inmuebles, preferentemente de gran plusvalía, que pudiera ser difícil aclarar que se obtuvieron con la honestidad de un funcionario íntegro.

Se lo digo en serio.

Autor invitado.

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